Enrique ArandaDe naturaleza política
Al igual que en otras ocasiones, inducida ahora por grupos feministas radicales y promotores de la llamada ideología de género, impuesta a los gobiernos desde el exterior, la Suprema Corte de Justicia dará paso al debate sobre la protección debida a la vida humana desde el momento de la concepción y la supuesta defensa del (no) derecho de privar de la existencia al no nacido, vía la legalización de la práctica criminal del aborto…
Este mismo día, en efecto, o, de así acordarse, en el curso de la semana, el máximo tribunal judicial intentará satisfacer a activistas afines al partido del gobierno (Morena) que, con apoyo ahora de una propuesta del ministro Luis María Aguilar y su par, el cuestionado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, pretenden ignorar la naturaleza humana del feto desde el momento mismo de la concepción y, presumiblemente, defender el derecho de la mujer a elegir y decidir sobre su cuerpo —“aun cuando sobran evidencias de que el no nacido no es parte de aquel, sino un ser humano independiente”—, aun a costa de “legitimar el derecho a matar”.
Ante tal posibilidad, activistas defensores de la vida, la familia y el matrimonio entre hombre y mujer, así como el primer nivel de la jerarquía católica —la presidencia de la Conferencia del Episcopado, a cargo del arzobispo Rogelio Cabrera, y la Arquidiócesis Primada de México, que lidera el cardenal Carlos Aguiar— entre otros, exigieron a la Corte no ceder a presiones y apegar sus decisiones al mandato de la Constitución que protege “la maternidad responsable” y la vida, y al cúmulo de tratados y acuerdos internacionales sobre la materia signados por México.
Más, a la vista la encuesta que de varios días a la fecha fue entregada a todos y cada uno de los ministros en que, de manera más que clara, queda en evidencia que en tiempos en que, un día sí y otro también, se aboga “por escuchar la voz del pueblo” y se justifican en ella cualquier cantidad de absurdos, “dos de cada tres mexicanos manifiestan estar en contra del aborto, la vida es visto como un derecho enormemente superior al derecho a aborto” y, en otras de sus partes, que sólo una parte del segmento más joven manifiesta estar a favor de privar de la vida al no nacido en el seno de sus madres , aun cuando “no es un porcentaje significativamente superior”…
La pregunta, pues, es una: ¿legitimará o no la Corte el “derecho” a matar?
asteriscos
* Apenas atinada la decisión del emecista Enrique Alfaro de tomar a broma —“ahora sí que para no recordarles algo”, diría alguno— el supuesto apoyo del gobierno central para enfrentar potenciales problemas a causa del retorno a clases de 1.5 millones niños y jóvenes jaliscienses: tres termómetros, tres galones de sanitizante y otros más de gel y jabón, y 30 cajas de cubrebocas. Ahora sí que, como dijo, ¡ni se hubieran molestado!...