Yuriria SierraNudo gordiano
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Son los voceros de la contradicción y sí, también de la ignorancia. Afirman que no les gusta decir lo que se tiene que pensar, hablar o sentir; que simplemente son vigilantes de que medios y partidos políticos no impongan sus creencias a la sociedad. Afirman que la corrección política es asfixiante y en esto, para ellos, cabe el feminismo, el aborto, el matrimonio y adopción a parejas del mismo sexo y hasta la eutanasia. Son defensores de la “familia natural” y de la “vida”; creen que el Estado y sus leyes deben existir, pero lejos de la vida privada.
Su nombre significa “voz” y se ha convertido en uno de los movimientos políticos más polémicos en España. Querríamos decir que detestados, pero, finalmente, a pesar de lo que quisiéramos, tienen seguidores dentro y fuera de su país. Desde luego que nos referimos a Vox, el partido español que levantó polémica hace un par de días cuando su líder, Santiago Abascal, se reunió con algunos senadores del Partido Acción Nacional. Varios personajes blanquiazules comenzaron a desmarcarse del encuentro: Xóchitl Gálvez, Laura Rojas, Gustavo Madero y hasta el expresidente Felipe Calderón.
El grupo político español presumió en sus redes que había venido a México y no sólo se había reunido con integrantes de Acción Nacional, sino también con senadores del PRI. El Revolucionario Institucional de inmediato, y antes de que el escándalo les llegará, desmintieron el encuentro.
Vox terminó siendo un apestado con el que nadie quería ser involucrado. O muy poco, porque Julen Rementería, el artífice de esta reunión, tuvo que salir a defender y explicar las razones del encuentro y la explicación resultó aún más absurda: la firma de la llamada Carta de Madrid en la que acuñaron el término “Iberosfera” y con la que buscan proteger a 700 millones de personas del comunismo.
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Y el episodio fue un gran momento para el presidente López Obrador: “hasta ayer vinieron unos extremistas de España, del Vox. Se unieron con el PAN, porque son lo mismo. Nada más que simulaban los del PAN y otros que eran demócratas. Y no, son conservadores y ultraconservadores, casi fascistas (...) Esto que está retoñando es lo peor. Son los más autoritarios, clasistas, racistas y corruptos…”, dijo ayer en su conferencia en Palacio Nacional.