Lunes, Noviembre 25, 2024
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Aspiracionista… sí, por supuesto

 

Columnista Invitado Nacional
 

 

Por Enrique García y García*

Las pasadas elecciones se pueden considerar exitosas desde la perspectiva democrática por el hecho de que se respetó el voto, pero nada más, porque, en consideración a la población participante, se decía en otras Glosas (Participación… reprobados, Glosas. E. García y G. Junio 2021. México. — https://glosas.com.mx/2021/06/participacion-reprobados/—), la calificación fue reprobatoria. Los estudiosos del proceso electoral señalan que hubo un sector que reaccionó en contra del partido presidencial y eso no agradó al mandatario, quien se manifestó criticando su rechazo.

El segmento de electores discordante es el llamado “clase media” (Inegi. ¿Quiénes pertenecen a la clase media?, Líder empresarial. J. Venegas. Junio 2021. México. —https://www.liderempresarial.com/inegi-quienes-pertenecen-a-la-clase-med...—) que se caracteriza por su pujante actividad en los renglones académico, profesional y cultural. También está allí gente emprendedora como comerciantes, agricultores, pequeños empresarios, burócratas, trabajadores con empleo formal y otros. Una característica que los identifica es que son personas que aspiran a tener mejores condiciones de vida y que se alejan de situaciones que los pudieran hacer caer hacia estratos más bajos y, por ende, empobrecidos.

Ese grupo de personas, que en nuestro país es el 42% de la población económicamente activa, es el que mantiene vivas a las organizaciones y, por así decirlo, esa población pensante, trabajadora, preparada y emprendedora, es la que hace que la inercia productiva continúe y que las instituciones públicas y privadas sigan funcionando.

Ese nuevo enfrentamiento que propicia el C. Presidente de la República es una estrategia más para reforzar y ampliar su base de electores, que en su mayoría se considera como de clase baja, con las consabidas características de ingresos, escolaridad y nivel cultural.

Esa clase social, 55 por ciento, es la que el Ejecutivo adula en cada oportunidad y, por el contrario, denuesta a la clase media, llamándola individualista y aspiracionista, un grupo de personas que le da la espalda al prójimo y que solamente piensa en ellos mismos. Vaya caracterización.

La polarización social que provoca el mandatario tiene su base en que la población que lo apoya cree ciegamente que el rumbo es el correcto y que ella solamente debe trabajar en lo suyo, mientras el gobierno hace su parte para darle todo lo que necesita. Ese ambiente de conformismo hace que las personas dejen de pensar en tener mejores condiciones de vida, pues se deben considerar como superfluas.

Tal es la forma de pensar de los gobiernos comunistas, y que en determinado momento ganó adeptos, pero dados los malos resultados han tenido que contener la inconformidad mediante barreras económicas a la ciudadanía, situación que mantiene a la gente encarcelada en su propio país. Es sintomático que las personas que no están de acuerdo huyan como refugiados a los países vecinos; es claro que, si hubiera bonanza, nadie escaparía e incluso habría un proceso de inmigración.

El que esto relata discrepa radicalmente de los planteamientos de corte comunistoide, por convicción y porque fue educado en un ambiente en el que la superación personal es la meta del desarrollo como personas, en donde cada paso debe significar un avance, que al sumarse a los de más gente da como resultado el desarrollo de la sociedad como un todo. Por donde se le vea, para cada grupo de personas, los señalamientos del mandatario son una verdadera afrenta al intelecto y es un desperdicio de tinta el abundar sobre las particularidades.

Ya desde ahora, el partido gobernante prepara la estrategia para las próximas elecciones, pero también la clase media está lista para enfrentar el embate, pues quedó claro que salió a las urnas y se notó, pero el esfuerzo se debe redoblar para conseguir una mayor participación, en particular la de esa vapuleada clase media.

Seguramente habrá muchos que digan, como el de esta pluma, “¿aspiracionista?”... sí, por supuesto.

 

           *Físico nuclear, egresado de la UNAM