Enrique ArandaDe naturaleza política
Salva desafuero otra vez el “sietevidas” Toledo.
Al más puro estilo de la 4T, el (des)gobierno de la cuestionada Claudia Sheinbaum Pardo puso ya en manos del Legislativo su propuesta de Plan General de Desarrollo 2020-2040 de la Ciudad de México y el Programa de Ordenamiento Territorial 2020-2035, pero, advertido de que no podía hacerlo dejando de lado la participación ciudadana y la realización de una consulta a los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, decidió convocar a una y otra ahora sí que, literal, “a toro pasado”.
Luego de que en el pasado viernes 2 de julio la responsable de la “regencia” capitalina —¿o la disposición surgió de Palacio?— formalizara la entrega de ambas propuestas a la diputación local, la Secretaría de Gobierno, a cargo del “saliente” Alfonso Suárez del Real, hizo publicar en la Gaceta Oficial la convocatoria “a la consulta pública para presentar opiniones y propuestas” a los proyectos citados y, claro, la correspondiente a la “consulta indígena”, fijando ambas en el periodo comprendido entre el 5 y 12 de agosto próximos —¡un mes después de que las propuestas fueran puestas en manos de los diputados responsables de estudiarlas y dictaminarlas”— para que aporten opiniones y/o presenten propuestas específicas sobre su contenido…
Previo al estudio y dictamen final del plan y del programa citados, previsiblemente, la autoridad debería avanzar en la convocatoria y realización de foros públicos y consultas con la participación de vecinos y expertos en las materias implícitas, así como talleres y mesas de trabajo que, valga decir, sólo de manera implícita y a destiempo, insistamos, están siendo convocados ahora.
¿A qué la prisa para avanzar en la discusión y eventual aprobación de un ordenamiento que impondrá criterios de desarrollo y ordenamiento territorial en la principal metrópoli del país entonces? ¿A qué, aun evidenciando su escaso respeto por la ciudadanía en general y la ley misma? La respuesta, a la vista de la composición de la actual Legislatura de la aún novel Ciudad de México, donde la bancada de Morena y comparsas mantienen una holgada mayoría, y los resultados de los pasados comicios, resulta más que obvia: intentar definir, desde ya, el futuro de la capital en lo que a propuestas y/o criterios centrales de desarrollo y ordenamiento territorial se refiere.
Así de claro y de ¿sencillo?…
ASTERISCOS