EL AGENTE SECRETO MEXICANO 10-B
Hasta hoy sólo se conoce el caso de un espía mexicano que pudo filtrarse en la embajada norteamericana en México y suministrar al gobierno mexicano informes extremadamente delicados procedentes de fuentes estadunidenses Este fue un hombre conocido con la clave 10-B Sus actividades se desarrollaron durante una fase crucial y en muchos aspectos extremadamente peligrosa de las relaciones entre México y Estados Unidos
Durante muchos años fue guardado en secreto, un episodio tenso y difícil entre las relaciones diplomáticas de México y los Estados Unidos, episodio que tiene que ver con la forma en que México evitó una invasión norteamericana allá por el año de 1927, sin embargo no fue hasta 1993 que se pudo conocer una carta del secretario de Relaciones Exteriores Aarón Sáenz del Gabinete del presidente Plutarco Elías Calles, dirigida al secretario de Estado norteamericano Frank B. Kellogg.
Como se sabe, después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las diferencias entre las compañías extranjeras y el gobierno mexicano fueron creciendo hasta llegar a niveles de mucha tensión. La primer alerta se prendió cuando el presidente Calles lanzó la nueva ley sobre el petróleo que le daba a las compañías extranjeras el plazo de un año para renovar sus concesiones, que a partir de entonces solo sería por 50 años y sin derecho de apelación ante países extranjeros.
No es de sorprender que, uno de los principales puntos de discordia entre Estados Unidos y México fuera el petróleo. Recién estrenando su período presidencial, Plutarco Elías Calles, ni tardo ni peresozo, inmediatamente rechazó los Tratados de Bucareli de 1923, pactados entre Estados Unidos y México signados, con la única mano que le quedaba buena, por Álvaro Obregón; y comenzó a redactar una nueva ley sobre el petróleo que se cumpliera con apego al artículo 27 de la Constitución y aunado a lo anterior, por esas fechas se inauguró la primera embajada de la Unión Soviética en suelo Mexicano.. En Estados Unidos gobernaba entonces el presidente Coolidge el cual tenía ya suficientes razones para sentirse intranquilo con su vecino del sur y empezó a generar planes para iniciar una invasión para lo cual utilizó a James R. Sheffield embajador norteamericano en México.
Entre 1926 y 1927, el espía más famoso y enigmático de la historia política entre Estados Unidos y México, quien firmaba con la frase “Respetuosamente 10-B”, fue clave para hacer fracasar el plan estadunidense de invadir a México en 1927 por intereses petroleros y políticos, pero su nombre ha permanecido en las mismas sombras en las que el agente operó.
En un año y medio 10-B entrego más de 300 documentos con los cuales Calles confirmó la existencia de la conspiración y, de paso, la profunda aversión de Sheffield hacia su persona.
Mientras tanto, en México se confirmó que, por órdenes del Departamento de Estado, una flota de barcos de guerra se dirigía a los estados de Tamaulipas y Veracruz. De inmediato, Calles mandó instrucciones a su amigo, el entonces gobernador de Tamaulipas, Emilio Portes Gil, quien testimonió:
“El presidente me informo de la grave situación, y que por las intrigas del embajador Sheffield y del Secretario de Estado Kellogg, estábamos a punto de ser invadidos por fuerzas de los Estados Unidos. Si esto llegara a suceder –me dijo- trasládese inmediatamente a Tampico -y con el jefe de operaciones- procedan a incendiar las refinerías de la región, así como los pozos petroleros de la Huasteca de manera que sólo encuentren escombros y no se puedan apropiar de ellos. De igual manera deberá de informar al pueblo para que sepan de la situación a fin de que estén listos para repeler la agresión"
En medio de la crisis, Calles decidió jugar la ultima carta para evitar la guerra: con una persona de su confianza envío al presidente Coolidge las pruebas que tenia en su poder con la advertencia de que al primer intento de desembarco, se publicarían en todo el mundo los documentos que probarían la infame acción.
Fue gracias a la valiosa información obtenida por el agente secreto 10-B que fue de gran utilidad cuando se desató el conflicto belicoso el 27 de Febrero de 1927. Así entonces, con la presión de la prensa americana encima, el presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge, tomó la decisión más sensata y se comunicó con su homólogo para disolver la crisis y abortó el llamado “Plan Especial Green”, creándose desde entonces una línea telefónica directa desde Palacio Nacional hasta Washington y suspendiendo la travesía de los acorazados cañoneros que ya se divisaban desde los puertos, como así lo informara en su momento el general Lázaro Cárdenas, entonces jefe de las operaciones militares en la zona norte del Estado de Veracruz.
El último informe del agente 10-B está fechado el 23 de mayo de 1927, y de ahí en adelante el gran espía de México se hundió en el más profundo olvido, no se sabe más acerca de él, sin embargo la manera en que su labor de espionaje ayudó a nuestro país fue en efecto determinante para nuestra soberanía nacional.
Esta es la historia de otro personaje oculto en la historia de nuestro México Desconocido.