Hace días leí un pequeño artículo que a continuación copio:
EL MITO DE BACHOMO
Por Víctor M. Gutiérrez Román
Después del fusilamiento del caudillo indígena, seguidores continuaron depositando piedras en su tumba y después cenotafio, durante varios años, otros rezándole a su ánima.
En 1971 la modernidad llegó con la pavimentación del Blv. Rosendo G. Castro y el cenotafio de piedras fue desaparecido. El año ante pasado con motivo del centenario de su fusilamiento, se levantó un moderno cenotafio en ese mismo lugar” .Hasta aquí el artículo
Bien, ¿qué hay de cierto en esa afirmación?...Por principio, ¿qué es un mito?
Mito
Nombre masculino.
1. Historia fabulosa de tradición oral que explica, por medio de la narración, las acciones de seres que encarnan de forma simbólica fuerzas de la naturaleza, aspectos de la condición humana, etc.; se aplica especialmente a la que narra las acciones de los dioses o héroes de la Antigüedad. "los mitos de Grecia; el principal mito cosmogónico sumerio habla del paraíso y su pérdida"
2. Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad. "aquella promesa de éxito era solo un mito".
Para los yoremes lo dicho por Víctor es sólo una opinión de un yori, que no tiene validez.
Y a fuerza de estar oyendo desde siempre a los yoris hablar mal de Bachomo, ya esos comentarios no representan ni llanto, ni luto, ni nada, ellos siguen recordando que hace 102 años lo asesinaron a petición de los gringos, por las muertes de alguno o algunos de los yoris, mismo que a la vez asesinaron a muchísimos indígenas, pero de esos asesinatos los yoris no se acuerdan o no quieren acordarse.
Tampoco quieren recordar que estas tierras del valle del Fuerte eran territorios indígenas que los españoles vinieron a arrebatarles con la espada y con la cruz, entonces mataron a miles de los dueños de estas tierras. El primero en tiempo, es primero en derecho, dice un adagio jurídico, y los primeros que se aposentaron aquí, fueron los indígenas y ellos dejaron estas tierras a sus descendientes.
Hoy en pleno siglo XXI, se festeja a Emiliano Zapata como uno de los grandes héroes de la revolución y sus palabras “tierra y libertad” por doquiera se dicen, el pedía la devolución de las tierras, montes y aguas a sus legítimos dueños que por supuesto eran todos indígenas.
Todo español, o sus descendientes o cualquier extranjero, salvo por una compra a sus legítimos dueños que debían ser indígenas, no podría adjudicarse el título de dueño; así que, un tanto complicado, pero eso era lo que Zapata proclamó en las tierras de Morelos y que se supone era aplicable para toda la república, por ello, fueron a la revolución los que en ella anduvieron, entre otros, los yoremes de Felipe Bachomo Aki.
Por ello, los levantamientos que tanto critican los yoris de Sinaloa, son comparables y dignos de alabanzas, tanto como las que se hacen a Zapata, y por ello, FELIPE BACHOMO AKI, no es un mito, fue un hombre de carne y hueso que lideró a cientos de indígenas que como él, sentían que eran dueños de estas tierras, aguas y montes, y todo lo visible e invisible, y por ello, se le sigue recordando.
Felipe, el misi, el hijo de Domingo Aki, vive en el pensamiento y el corazón del pueblo yoreme y basta que ellos no lo olviden, para que los yoris también lo recuerden y, llegará el día, en que se erija un monumento en el lugar donde lo asesinaron, para que el icono de los yoremes sea reivindicado.