Por José Eduardo Álvarez López
El día martes 4 de agosto del 2016 hice una visita al museo infantil e interactivo trapiche, tengo 16 años y probablemente ya sea muy tarde para mí la visita a este centro cultural, pero no veo como eso pudiera evitar el divertirme y encontrar un lugar entretenido; ya dicho esto narraré lo que recuerdo de mi visita.
Al llegar al museo note como un pésimo olor rodeaba las áreas abiertas que supuestamente venía de la flora del lugar, este hecho arruinó un poco mi estadía, pero decidí mejor ignorarlo, al entrar compré las entradas y al dar el boleto recibí una pulsera que solo ellos pueden quitar para reconocer a los que sí pagaron, después de esto fui a la primera sala que trataba de la tecnología, había una computadora donde se podía programar, un Xbox One con Kinect que tenía un juego de baile (era más para los niños pero si un adulto se aventuraba a jugarlo y poner en riesgo su imagen podía hacerlo), 4 carros a control remoto hecho con Legos, 2 mini robots con movimiento también hechos con Legos (originalmente eran 3 pero uno estaba en mantenimiento) y como atracción principal un brazo mecánico que se podría definir como robot que servía para un juego que consistía en oprimir botones antes que el robot, y eso fue toda la primera sala.
En la segunda sala el tema era la ciencia, lo primero que se ve es una pared con descripciones sobre enfermedades con una respectiva foto, más adelante había dos microscopios que te mostraban como se veían las arterias sin colesterol, con poco colesterol y con mucho colesterol, también había otros objetos para que los mires de cerca; después se ve una clase de mesa giratoria que mostraba un mapa del mundo que podías explorar girando y volteando la imagen, atrás estaba un juego que hablaba sobre las buenas y malas emociones y la mecánica era pisar las buenas emociones y las malas ignorarlas, en otra parte había un video sobre las drogas y adicciones además de una encuesta que iba al final, delante de eso había información sobre las consecuencias de probar distintas drogas y también hubo otras cosas de importancia menor que no tuve la oportunidad de probar ya que estuvieron ocupadas por otras personas.
Para ir a la siguiente sala tuve que salir al jardín del museo donde tristemente el mal olor permanecía arruinando el ambiente, pero en estética el jardín era muy bonito y ordenado, lo primero que se ve al salir al jardín son corrientes de agua con las que se pueden jugar controlando por donde pasarían y tapando salidas para el agua, a la derecha había un lugar para eventos especiales al aire libre con asientos, más adelante estaba la segunda sala que era sobre juegos mecánicos, al entrar vi una computadora con la que podías ver la distancia y longitud de objetos a escala (como por ejemplo, la distancia de la tierra a la luna o la longitud de un tren), a la derecha había figuras que representaban el ADN humano, después encontré una cama de clavos que subían y bajaban a control, al acostarme note que poco a poco el dolor incrementa mientras sigas acostado, fue más o menos como un experimento, a la izquierda encontré la atracción extrañamente más divertida de la sala, era un juego para hacer burbujas de diferentes tamaños con la que podías experimentar diferentes maneras de hacerlas, podías meter a casi una persona completa en una burbuja, hacer una cortina de una burbuja, o hacer una burbuja clásica pero de tamaño más grande que el normal, era divertido experimentar con distintas formas de burbujas. A la izquierda encontré otro juego más que consistía en una polea que debe ser empujada por dos personas de diferentes lados, la persona de un lado debe evitar que la del otro lado empuje la polea lo más que pueda, es un juego simple pero se puede tomar como un desafío de fuerza, atrás de esto encontré a una persona que te explicaba cómo funcionaba el cerebro y te daba una figura donde tenías que armarlo, esto servía para reforzar el conocimiento de cómo es y para qué sirve cada parte del cerebro, en otra parte estaba un juego de balance donde se tenía que hacer el mayor record aguantando todo el tiempo que puedas en una plataforma que se tambalea, en esa misma sala pero en otro cuarto había otra plataforma que daba vueltas de forma manual, ya que tenías que ponerte en una posición específica y luego cambiarte a otra para hacer que de muchas vueltas de forma muy rápida, esto fue hecho específicamente para ver quién podía resistir lo suficiente y ver cuánto te mareabas, algo divertido especialmente para los niños, eso fue en resumen toda la segunda sala. Por cierto, el mal olor seguía al salir.
La cuarta sala y la última fue de prácticamente cosas al azar, no hubo ningún tema en específico, pero tal vez podría decir que es la sala infantil pero había cosas que no se veían del interés de los niños (como por ejemplo cuadros con una imagen e información de la ciudad), para entrar se tenían que subir unas escaleras, al abrir la puerta se veía un pasillo angosto donde había diferentes objetos que mencionare más adelante, a la derecha estaba el primer cuarto, que se veían muchos espejos que cambiaban el reflejo, por desgracia estos espejos no me llegaban ni a los hombros ya que eran para niños, más adelante entre a otro cuarto que estaba conectado al anterior donde había dos mecanismos que trataban de girar un objeto que elevaba a unas pelotas de golf para tirarlas a una plataforma donde las regresara hacia ti (es algo difícil de explicar), uno de ellos estaba en mantenimiento pero funcionaban exactamente igual, después entré a otro cuarto que al igual que el anterior estaba conectado con una puerta hacia adelante, ese cuarto tenía una representación de un avión por dentro en cuanto a los asientos con todo y hasta una pantalla para los pasajeros donde podías ver información de distintas cosas, atrás de eso vi una turbina que empujaba unos papeles hasta el techo de la habitación, a la izquierda de la turbina había otra cosa que no pude probar porque estuvo ocupada por otras personas, al salir al pasillo vi un cuarto que era como un estudio de televisión que transmitía a una pantalla del pasillo simulando un noticiero, al otro lado de la habitación había otra simulación de estudio pero esta vez era de una persona en una tabla de surf en la playa mientras se mantenía en una ola, también pude notar que había objetos como ropa y micrófonos para apoyar la simulación, más adelante en el pasillo encontré lo mejor de la habitación: Varios complejos sistemas de tubos que empujaban por aire objetos ligeros para tirarlos por arriba de las personas, para que esto funcionara tenías que tomar un trozo de tela que se encontraba al lado y meterlo por una entrada hacia los tubos, después de hacer esto podías ver a través de los tubos transparentes como el trozo de tela iba recorriendo todo el mecanismo hasta salir disparado arriba de la gente, fue mi objeto favorito de la sala por lo complejo que era a comparación de todo lo demás (cuando dije varios me refería a que eran mecanismos diferentes pero que servían para lo mismo), atrás de eso había una pared con paneles que al tocarlos encendían una luz donde los tocaste, y como último de la sala vi un cuarto dedicado a mi ciudad: Los Mochis, Sinaloa; este cuarto tenía en el suelo todo un mapa de Los Mochis incluyendo a ejidos y la zona de agricultura, el mapa estaba tan bien detallado que incluso podías encontrar tu casa si sabías guiarte, en las paredes vi juegos para niños relacionados con cómo se trabajaba en la agricultura, por ejemplo, regar plantas y plantar semillas. Esto fue el final de este cuarto y la sala.
Al salir de la última sala del museo tristemente el mal olor seguía después de dos horas de recorrido y como siempre esto siguió arruinando un poco mi estadía y el ambiente, y aunque terminé de ver todas las salas aún podía ir a una función en 3D sobre la era de hielo (no confundir con la película) donde se nos explicaría en qué consistía, como sucedió, que especies habitaban en esta era y como terminó, por falta de tiempo no pude visitar esta parte y fue una lástima porque se veía como una de las mejores cosas del museo y además duraba 45 minutos, pero apuesto que se lo podría recomendar a cualquiera y no equivocarme en mi decisión.
En conclusión: El museo infantil e interactivo Trapiche es un lugar que puede resultar atractivo para los niños y por lo menos entretenido para los más grandes, no es de lo mejor que haya visto en cuanto a museos infantiles se refiere pero eso no quita el hecho de que es un buen lugar para que los niños lo visiten en especial si van acompañados de un adulto.
Los únicos problemas que tuve es que hubo algunas cosas en mantenimiento, el mal olor que hubiera podido evitar yendo otro día y, que es algo chico, fácilmente se puede recorrer en dos horas o menos, pero esto no hubiera sido así en mi caso si hubiera menos cosas en mantenimiento y hubiera entrado a la función e 3D, por todo lo demás, es muy buen museo que recomiendo que visites si vives en la ciudad de Los Mochis, Guasave, Guamúchil, El Fuerte, y Ahome, y por supuesto los ejidos cercanos a las ciudades mencionadas.