'Probablemente dejaremos de comprar petróleo a Venezuela', dice Trump

El presidente estadunidense Donald Trump dijo este lunes que Estados Unidos no está interesado en el petróleo de Venezuela y que "probablemente" dejará de comprarlo.

El republicano afirmó que observan de cerca a Venezuela, un país que afirma conocer "muy bien por muchas razones". "Era un gran país hace 20 años y ahora es un desastre", declaró. Sobre si tomará medidas para presionar al mandatario Nicolás Maduro afirmó: "Probablemente dejaremos de comprar petróleo a Venezuela". 

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido tensas durante décadas, especialmente desde la llegada al poder de Hugo Chávez y, posteriormente, Nicolás Maduro. Estas tensiones se han agudizado debido a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, dirigidas principalmente al sector petrolero, el principal sustento de la economía venezolana.

Recientemente, el presidente estadounidense Donald Trump reiteró su postura firme hacia el gobierno de Nicolás Maduro, asegurando que Estados Unidos no está interesado en el petróleo venezolano y que "probablemente" dejará de comprarlo. Estas declaraciones reflejan una intención clara de aumentar la presión sobre el régimen de Maduro, considerado por muchos en Washington como un obstáculo para la democracia en la región.

Trump también describió a Venezuela como un "desastre" en comparación con su situación hace dos décadas, lo que refuerza su compromiso de mantener una política de sanciones estrictas. En este contexto, la designación de Marco Rubio como Secretario de Estado en su nueva administración sugiere un endurecimiento de la postura hacia los regímenes de Venezuela y Cuba, con énfasis en medidas más contundentes para debilitar a Maduro.  

No obstante, dentro de Estados Unidos existen opiniones divergentes sobre cómo abordar la crisis venezolana. Algunos sectores consideran que sería más pragmático establecer un acuerdo con Maduro que permita aumentar las importaciones de petróleo venezolano a cambio de reducir el flujo migratorio hacia territorio estadounidense. Esta propuesta busca equilibrar los intereses energéticos y migratorios, aunque enfrenta resistencia entre quienes defienden la necesidad de mantener la presión para fomentar un cambio democrático en Venezuela.

La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países. Mientras la administración de Trump se inclina por una política de máxima presión, la crisis humanitaria y económica en Venezuela sigue escalando, afectando tanto a su población como a la estabilidad de la región. 

Con información de Agence France-Presse.