Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que “amor con amor se paga”, pero con el gobierno de Joe Biden eso no reditúa. A casi tres semanas de la detención de Ismael El Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán López, sigue el vacío de información de EU y el gobierno mexicano sólo da palos de ciego al querer desenmarañar cómo fue la captura de ambos narcotraficantes.

Zambada, es un hecho, será enjuiciado en Nueva York y ya soltó mucha información, en tanto el gobierno del presidente López Obrador ya entró en crisis, al carecer de información oficial. La desconfianza de Biden al gobierno de López Obrador es evidente. El Presidente tiene culpa al censurar a las agencias de investigación estadunidenses, principalmente la DEA, además de criticar a EU por la forma en la que operan sus agentes en México. Aunado a ello, está su negativa de colaborar de forma decidida para combatir a los cárteles y contener el cruce de fentanilo, que ha provocado la muerte de miles de adictos estadunidenses. Y si algo faltaba, hizo una declaración abierta del por qué en México no se persigue a los jefes de los cárteles: “es para no generar más violencia”, justificó.

El hombre más informado del país, hoy no sabe nada. Desconoce a detalle si la captura de El Mayo obedeció a una traición, una entrega pactada o a una sustracción desde México. Su estado de ánimo delata su enfado. Pero no solo él está furioso. Tanto el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval como el de Marina, almirante Rafael Ojeda, están molestos con los servicios de inteligencia del país, léase el CNI y las secciones del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional. Las fallas han sido terribles para detectar los operativos del gobierno de EU y de los narcotraficantes. A esto se suma la incapacidad o corrupción de otras dependencias, como la SCT, que no controla los aeropuertos. Lo he mencionado antes, es increíble que no se haya registrado el vuelo del avión que trasladó a El Mayo y al Chapito ¿Y si despegó de una pista clandestina, por qué no lo detectó ningún radar?

Por eso cobra mayor fuerza la teoría de que fueron sacados del país por carretera, que cruzaron la frontera norte y que allá los esperaba el avión que los llevaría a Nuevo México.

Por lo pronto, el pasado miércoles, Rosa Ícela Rodríguez hablaría del tema, pero el Presidente le tapó la boca. ¿Qué iba a decir o qué no estaba autorizada a decir? En lo poco que alcanzó a mencionar es que “según la información recabada”, que no la oficial, la captura de El Mayo fue producto de un acuerdo entre los hermanos Joaquín y Ovidio Guzmán con autoridades norteamericanas. López Obrador debe entender que dar información no confirmada, como la que está proporcionando junto con Rosa Ícela, puede ocasionar que EU lo desmienta y eso sólo profundizaría más su crisis.

Sumado a ello, el Presidente ha querido promover también el rumor de que sí sabía cómo fue la captura, pero que el hecho de solicitar información a EU es para evitar una reacción violenta del Cártel de Sinaloa y de los demás grupos ante el vacío que deja Zambada.

* López Obrador se reunió en privado con Omar García Harfuch, futuro secretario de SPC con Claudia Sheinbaum. El extitular de la SSC de la CDMX ofreció hace poco, diseñar una nueva estrategia de combate a la delincuencia, en pocas palabras, mandar a la basura los abrazos, no balazos, pero el Presidente insistió ayer en que se debe de continuar con dicha estrategia, bajo el principio de que la paz es el fruto de la justicia y que primero hay que atender las causas de la delincuencia. Esperamos que no lo haya convencido, porque esos abrazos han dejado más de 193 mil asesinatos dolosos, 200 mil desaparecidos y miles de feminicidios.

DE IMAGINARIA

Claudia Sheinbaum dará a conocer en los próximos días los nombres de los secretarios de la Defensa, Marina y el comandante de la GN. La tarea no ha sido fácil, en el caso de la Sedena, la designación saldrá de entre los candidatos: Ricardo Trevilla, Gabriel García, Celestino Ávila y Fernando Aguirre O. Sunza, sin embargo, todos los generales de División tienen la misma oportunidad de ocupar el cargo.