Uno pensaría que con todos los avances que tuvo el país en materia electoral a partir de 1996 —con la ciudadanización del IFE (hoy INE) y de los órganos equivalentes en los estados—, la comisión de fraudes mediante la alteración burda de los resultados de las votaciones era práctica del pasado.

Resulta que no.

Una cosa es que el conteo de los sufragios en las casillas se haga correctamente y luego se llene, como debe ser, el acta de escrutinio —todo lo anterior por mesas de casilla integradas por ciudadanos insaculados—, y otra es que el cómputo en el consejo respectivo —que realiza el personal de los órganos electorales— se apegue a los números asentados en las actas.

En el Consejo Municipal Electoral de Puebla sucedieron cosas raras luego de los comicios del 2 de junio. El acta circunstanciada del cómputo de la elección de ayuntamiento presenta diferencias respecto de las actas de las dos mil 270 casillas instaladas en el municipio. 

El documento no cambia el sentido de la votación —ganada por el morenista José Chedraui Budib y su planilla—, pero sí transfiere una cantidad importante de votos emitidos a favor de Morena a Fuerza por México (FxM), uno de los partidos de la coalición oficialista.

La irregularidad fue descubierta por el equipo de Mario Riestra Piña, quien contendió por la alianza PAN, PRI y PRD, y no tendría mayores consecuencias de no ser porque dota a FxM de los votos que le faltaban para no perder el registro como partido estatal.

Dicha organización obtuvo su registro nacional para participar en las elecciones de 2021, pero, al no alcanzar 3% de la votación, lo perdió. Pudo mantenerlo a nivel local en algunos estados —entre ellos, Puebla— para competir en 2024.

El equipo de Riestra debió interponer, ante instancias federales, un juicio de revisión constitucional para que el Consejo Municipal, a cargo de Isela Mejía Ávalos, le entregara el acta circunstanciada del cómputo, cuya expedición ya se había retrasado 15 días respecto del plazo legal.

En una exploración exhaustiva del documento, que consta de más de tres mil fojas, los revisores detectaron que se infló la votación de FxM, y también del partido Nueva Alianza, otro socio de la misma coalición. En el caso de FxM, los cinco mil 825 sufragios que obtuvo el 2 de junio —de acuerdo con las actas de escrutinio— se transformaron en 33 mil 575, una diferencia de más de 27 mil votos, mismos que fueron restados a los obtenidos por Morena, PT y Verde.

La información sobre este fraude apareció por primera vez el lunes en el diario La Jornada de Oriente, bajo la firma de la reportera Mónica Camacho. Ahora será parte del recurso de nulidad de la elección que presentará Riestra Piña.

Un ejemplo del desaseo es la manera en que el cómputo recogió la votación de la casilla 950 C2, ubicada en la calle República de Colombia 33, colonia Villa Olímpica. Allí, según el acta de escrutinio, Morena obtuvo 159 votos; Fuerza por México, seis, y Nueva Alianza, uno. Sin embargo, en el acta del cómputo aparece que Morena recibió dos votos; Fuerza por México, 156, y Nueva Alianza, ocho. Como se ve, el total (166) se mantuvo inalterado.

Parece que hemos vuelto a los tiempos de la burda manipulación de la voluntad popular. Si eso sucedió en un consejo municipal, vaya usted a saber qué más se hizo en el resto del país. La reforma electoral que impulsa el oficialismo, por orden del Presidente, sólo debilitará más a los órganos electorales, incrementando su dependencia de los gobiernos en turno.

Corremos el riesgo de que todos los avances de los últimos 30 años, que permitieron la llegada al poder de Morena, se desmoronen y volvamos a tener un sistema electoral sometido al capricho del oficialismo, como sucedía antes de 1996.

BUSCAPIÉS

Ayer asesinaron en Matamoros a Julio Almanza, líder de los comerciantes organizados en Tamaulipas y miembro del comité nacional de la Concanaco. Apenas la víspera, había denunciado las extorsiones que padecen las empresas en este estado, como las que obligaron a FEMSA a paralizar la actividad de las tiendas OXXO en Nuevo Laredo.