Terminaron 90 días de campañas oficiales y muchos meses más de precampañas. Por fin se abre una tregua en el bombardeo publicitario, la contaminación visual y la demagogia que las caracteriza.
Pero viene lo bueno. Los mexicanos nos daremos 72 horas de reflexión antes de acudir a las urnas para renovar la Presidencia, el Congreso federal , nueve gubernaturas y más de 20 mil cargos locales.
A lo largo de su campaña, los candidatos(as) se han comprometido, como siempre, a llevarnos al paraíso.
Ofrecen más seguridad, educación, empleo, crecimiento económico, control de la inflación, salud, abasto de medicinas, carreteras, agua potable e internet, pero, al final, fallan.
Las encuestas, que son un negocio que deja buen dinero, dicen que la mayoría de los mexicanos están dispuestos a votar por más de lo mismo.
Ponen a Claudia Sheinbaum como puntera (algunas le dan hasta 30 puntos de ventaja) a pesar de sus costosas ocurrencias y de las promesas incumplidas de su padrino López Obrador.
¿Cuáles? Bajar la gasolina a 10 pesos el litro, tener un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, regresar los militares a sus cuarteles, eliminar la corrupción, respetar la división de Poderes y el Estado de derecho, y acabar con la delincuencia organizada, vía abrazos, no balazos.
El fracaso de la permisiva estrategia de seguridad lo reflejan las estadísticas: 186 mil homicidios en lo que va del sexenio, 50 mil desaparecidos, 12 mil niños asesinados. Nos quieren engañar con el discurso de que “disminuyó la tendencia” y no son pocos los que se lo creen.
* Claudia Sheinbaum, candidata presidencial del oficialismo, cerró su campaña en el Zócalo capitalino como favorita en la mayoría de las encuestas.
En su discurso se comprometió a “guardar el legado” de López Obrador, a quien llamó “el mejor Presidente de la historia”.
Y a pesar de que al inicio de su intervención dijo que la disyuntiva en las elecciones era “que siga la transformación o regrese la corrupción”, les guiñó el ojo a los adversarios del régimen. “No habrá discriminación a quienes piensan distinto”, aseguró.
¿Es un compromiso dar carpetazo a la apuesta de la polarización tan afín al Presidente? Es pregunta.
* Xóchitl Gálvez tuvo dos cierres. Uno en Los Reyes, La Paz, Estado de México, y otro en Monterrey.
En la capital de Nuevo León destacó que lo más grave que hizo López Obrador fue dividir al país.
Agregó: “¡Ningún país dividido sale adelante! Por eso todos vamos a trabajar de la mano. Vamos a sacar juntos a México para que podamos atender todas las demandas”.
La candidata presidencial de la coalición PAN, PRI y PRD considera que tres valores están en juego en estas elecciones: vida, verdad y libertad.
“Vamos a traer vida donde hoy se pasea la muerte. Vamos a traer verdad donde reinan las mentiras y vamos a traer libertad donde hoy un gobierno autoritario quiere imponer sus decisiones. Vamos a defender juntos la democracia”, prometió.
Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, hizo su cierre en el auditorio BlackBerry de la CDMX con un festival de rock y rap dedicado a los jóvenes.
* Sigue la matanza de candidatos en lo que López Obrador considera las elecciones “más limpias, libres y pacíficas” que haya habido en México. Ahora le tocó a Alfredo Cabrera, abanderado del PAN, PRI y PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, Guerrero.
Un sicario le dio dos tiros en la cabeza cuando se subía al templete para encabezar un mitin instalado en la comunidad de Las Lomas de ese municipio guerrerense. La Guardia Nacional mató al agresor.
Horas antes, Ricardo Arizmendi Reynoso, candidato suplente de la coalición opositora a la alcaldía de Cuautla, Morelos, fue ejecutado por dos sujetos cuando se encontraba en su negocio de la central de abasto.
La violencia electoral fue tema en la sesión del Consejo General del INE. El diputado Gerardo Fernández Noroña, representante del PT en la “Herradura de la Democracia”, admitió que ha habido 17 candidatos de Morena que han sido asesinados en este proceso electoral.
Ángel Ávila, representante del PRD ante el Consejo General del INE, aprovechó el viaje e hizo una pregunta con jiribilla: “¿Y no han sido capaces de exigir seguridad al gobierno federal?”. El mismo perredista respondió: “Son abyectos, sumisos con el Presidente, no alzan la voz”.
Ávila, por cierto, nos comentó que Integralia Consultores presentó ayer su reporte sobre la violencia político-electoral: 231 personas han sido asesinadas desde que arrancó el proceso en septiembre de 2023. 34 de ellas eran candidatos a algún cargo de elección popular. Ocho de ellos del PRD.