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El gatillo fácil de un policía y las bocas mentirosas de funcionarios provocan crisis en Guerrero

 Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

 

Violencia, extorsiones, crimen organizado, tortura, impunidad, ausencia de Estado, asesinatos, es el pan nuestro de cada día en Guerrero. En ese turbulento clima ocurrió el asesinato del normalista de Ayotzinapa, Yanqui Khotan Gómez, 23 años, por policías estatales de gatillo fácil y boca mentirosa.Las autoridades locales intentaron disfrazar la ejecución para proteger a los homicidas, pero se les cayó el teatro. El policía que disparó se dio cuenta de la bronca en la que se había metido y se fugó en las narices de los mandos de la policía estatal y de la fiscalía local.El presidente López Obrador se apresuró a reconocer el asesinato, para evitar que la tragedia se volviera en su contra, como le ocurrió a Peña Nieto en septiembre de 2014 con los 43 normalistas desaparecidos. En la mañanera denunció el asesinato de Yanqui por la policía estatal e informó de la fuga del asesino. La resolución del conflicto es la “prueba de fuego de López Obrador, antes de que vaya”, dijo el padre Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello. (Fuente: El Sur de Guerrero).Los otros dos policías que acompañaban a su colega fugado ya fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales, pero es insuficiente para calmar los ánimos. En un intento por relajar la tensión que amenaza con desbordar, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anunció la renuncia del secretario general de Gobierno, Ludwig Reynoso Núñez, y del secretario de Seguridad Pública, Rolando Solano y de la fiscal, Sandra Valdovinos. Pero ésta última se rehúsa a ser removida, de acuerdo con un comunicado que dio a conocer ayer.

 
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“El despido de los funcionarios y de la fiscal es absolutamente necesaria”, nos dijo el coordinador de los senadores del PRI, Manuel Añorve, quien fuera alcalde de Acapulco de 2009 a 2012. El legislador señaló al secretario de Seguridad estatal como el autor de la “falsa versión” de que los normalistas venían armados y que hubo un enfrentamiento. Se congratuló de que la gobernadora haya tomado esa decisión. “Creo que hasta se tardaron. Esto significa que empiezan a atender varias voces, entre ellas la mía, que piden llegar al fondo del asunto”. Dijo más: “Es necesario que se aplique todo el peso de la ley a los responsables, incluyendo los que salieron, si tienen alguna responsabilidad de omisión o confusión”.* Hablamos con Añorve fuera de las instalaciones de la FGR en la colonia Doctores, donde acudió a poner una denuncia contra el candidato de MC a la Presidencia, Jorge Álvarez Máynez. Pero también al senador Dante Delgado, hombre fuerte del partido naranja, y a Mario Moreno Arcos, candidato de ese partido al Senado, a quienes acusa de daño moral.El motivo de la denuncia es un promocional de Máynez, donde afirma que, mientras él luchaba contra la corrupción, “el PRI de Peña Nieto y Añorve saquearon Guerrero y lo entregaron al crimen organizado”.  El INE ya ordenó que bajaran ese spot, pero de todas maneras Añorve los denunció por difamación y amenazas derivadas de esos señalamientos. Al salir de la FGR declaró: “Se hacen señalamientos muy graves en mi contra con injurias, difamaciones, calumnias, que, incluso, ponen en riesgo la vida de mi esposa Julieta, de mis hijos, de mis colaboradores, de mis amigos y la mía. Ellos están haciéndole el trabajo sucio a Morena y al oficialismo. Son esquiroles del oficialismo. Y es muy grave que hagan este tipo de calumnias en un Estado que está encrespado”, sintetizó.* Ricardo Monreal empieza a recuperar su rol de “constructor de acuerdos” y “hacedor de diálogos” —el de “golpeador” no le queda— con el que se ganó el respeto de la oposición, que, en tiempos difíciles para el zacatecano, lo quiso hacer presidente de la Mesa Directiva en el Senado. Ayer, se reunió con padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y colectivos que los acompañan. En su pliego petitorio, los padres piden interlocución con la Sedena, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Relaciones Exteriores, sobre todo, quieren hablar con López Obrador, que no los recibe desde septiembre pasado. Demandan también la comparecencia del gabinete de seguridad o un exhorto del Senado.“Ellos quieren que el Senado trate o intente recomponer el diálogo y una relación que sienten que está rota en este momento. Que ellos hayan acudido a esta Cámara con un servidor, para buscar puentes, caminos de entendimiento, recuperación de diálogo, me parece muy bueno”, dijo Monreal.La pelota está en la cancha del Presidente.