Adrián Rueda
Capital político
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En la 4T existe una real preocupación por la división interna que se está dando.
A través de WhatsApp, los candidatos de Morena a alcaldes de la Ciudad de México están siendo convocados para que el próximo jueves acudan a tomarse la foto de la unidad con Clara Brugada, aspirante a la Jefatura de Gobierno.
En la 4T existe una real preocupación por la división interna que se está dando en el partido a raíz de un mal procesamiento de las candidaturas, que incluso provocó ayer una marcha de protesta para pedir la salida de Sebastián El Sebas Ramírez de la dirigencia local.
Si bien es cierto que en cada proceso electoral hay inconformidades, lo que ocurre en estos momentos al interior del partido oficial es serio, sobre todo por lo sucedido en la Gustavo A. Madero.
Y es que el alcalde Francisco Chíguil se niega a aceptar la imposición de Janecarlo Lozano como el candidato a ocupar su lugar, y ha entrado en franca rebeldía contra la dirigencia de su partido, lo cual tiene a todos observando cómo se resuelven las cosas en ese territorio.
Quienes conocen los procesos internos de Morena, aseguran que no hay forma legal de bajar al diputado, pues, así haya sido cuchareada, la encuesta de su partido la ganó él y, si lo quieren bajar, tendría que ser por acuerdo cupular, pero, de cualquier forma, la división persistiría.
Al interior del morenismo señalan a los hermanos Carlos Augusto y Efraín Morales como los principales operadores de la candidatura de Janecarlo, a pesar de que la indicación inicial de Claudia Sheinbaum era postular a la diputada Yuriri Ayala.
Aunque oficialmente los hermanos Morales, exalumnos de René Arce cuando estaban en el PRD, están bajo las órdenes de Sheinbaum —Carlos es su particular—, muchos dicen que habrá que jalar un poco el hilo para ver a quién más le reportan en el gabinete presidencial.
Hay que ver cómo se solucionará este enredo, pues, si Lozano se queda, con toda seguridad Chíguil hará campaña de brazos caídos e, incluso, podría hacer acuerdos con líderes opositores de la GAM para que la alcaldía se pierda.
Pero, si se pierde ese territorio, sin duda Brugada no sería jefa de Gobierno y la propia Claudia sufriría una merma importante de votos, aunque el alcalde estaría en condiciones de diferenciar el voto, a fin de que sólo pierda Janecarlo.
Tendrán que compensar muy bien a Chíguil para que se trague su coraje, aunque eso implicaría quitarle posiciones a quienes ya se las habían asignado, lo que, sin duda, ahondaría el divisionismo, pues sólo quedan por definir las cotizadas plurinominales.
Esos lugares los reservan para figuras prominentes o para pagar compromisos, por lo que hacer cambios a estas alturas sería alborotar de nuevo el avispero, que ya se había empezado a calmar, pero poquito.
Todo por la falta de habilidades de El Sebas, que se suma a su soberbia, según dicen quienes han tratado con él.
CENTAVITOS
Por cierto, casualmente, en las redes revivieron unos videos donde Janecarlo aseguraba que votar por los candidatos de Morena en GAM sería una grosería y un atentado en contra de la dignidad. Decía que lo peor del PRD ya estaba en Morena y festejaba que se hubieran ido, porque era gente sin ideales, que van de cargo en cargo. ¿Por qué se van?, se preguntaba, porque sólo buscan el dinero; cambian de partido para ir por la lana y lo que menos les importa es la gente. Y, para rematar, en otro video, el entonces presidente de Morena, Martí Batres, acusa a Lozano de haber orquestado una agresión contra ellos y lo califica de siniestro y mafioso… ¿Y así se lo llevan?
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