Por la acción de la #SociedadHorizontal
La noticia sobre el secuestro de 31 migrantes, de un autobús que fue interceptado por cinco camionetas con personas armadas, en el tramo de la ruta de Reynosa a Matamoros, cobró altísima relevancia. En su mayoría se trató de familias venezolanas, las cuales habrían salido de Monterrey rumbo a aquella ciudad fronteriza para su cita de asilo humanitario en Estados Unidos. El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, confirmó el secuestro masivo. Días después se supo que fueron rescatados con vida.
El episodio recordó, una vez más, la tragedia que se vive en esta materia. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró 686 personas migrantes fallecidas o desaparecidas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México durante 2022, lo cual la ha convertido en la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo. El tráfico migratorio ha escalado de forma impactante. México está desbordado por las más de ocho mil personas que llegan cada día a la frontera norte del país. CNN publicó que, las autoridades fronterizas registraron más de 225 mil migrantes a lo largo de la frontera México-Estados Unidos en diciembre de 2023, lo que representa el total mensual más alto registrado desde 2000, según estadísticas preliminares de Seguridad Nacional.
De acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza estadunidense, el número de migrantes detenidos en los cruces fronterizos con Estados Unidos se ha elevado dramáticamente. Tan sólo decir que la media de “encuentros”, eufemismo que esconde el número de detenciones de inmigrantes para esta institución, alcanzó los nueve mil 600 de media semana a principios de diciembre. El dato que muestra la magnitud del fenómeno es que para el año fiscal de 2023 (que va hasta septiembre, desde el octubre anterior) ha dejado más de 3.2 millones de “encuentros”, cifra que rompió el anterior récord de 2.7 millones de aprehensiones.
La principal tragedia no sólo consiste en las condiciones de pobreza, carencias y agresiones que enfrentan estas personas, sino también las fallas institucionales que hoy impiden atender el problema correctamente.
Del lado mexicano, las instituciones se ven rebasadas. Tan sólo escuchar lo dicho por Andrés Ramírez Silva, titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), quien comentó que en un año se batió el récord histórico de solicitudes de refugio, al llegar a 136 mil 934 hasta noviembre. El funcionario aseguró que la dependencia a su cargo se encuentra al borde del colapso. El Instituto Nacional de Migración informó que, durante 2023, recibió a 211 mil 980 mexicanos que fueron deportados o repatriados desde Estados Unidos; que ingresaron a México de manera irregular 106 mil 778 niños migrantes y que recuperaron más de 60 cuerpos de migrantes que intentaron cruzar a EU.
Del lado de EU, los escenarios cruzan las líneas de la elección presidencial estadunidense. Los republicanos han decidido tomar esta bandera para golpear y exhibir a la administración de Joe Biden. El demócrata prometió “humanizar” la gestión de la frontera cuando llegó al cargo y aún no lo logra. Sus adversarios han conseguido atar el destino del apoyo a Ucrania a que se endurezcan las medidas en la frontera con México. De esta forma, los republicanos han logrado ratificar su discurso de firmeza contra la migración y han explotado favorablemente el miedo que ésta genera en amplios sectores votantes.
Sirvan estos datos para entender que se requieren cambios profundos, decisión y liderazgo para atender y resolver la crisis humanitaria aquí descrita. La coyuntura político-electoral que hoy coincide en ambos lados de la frontera, deberá servir para revisar propuestas y generar nuevos consensos. Sirva como muestra lo propuesto por el Migration Policy Institute (MPI), que hace unos años planteó la construcción de un sistema migratorio regional, que privilegiara la movilidad humana segura, ordenada y legal. Dado que en los últimos años nuestro país pasó de ser un país expulsor de migrantes a uno de tránsito, será necesario “realizar importantes inversiones en el fortalecimiento de procesos de asilo, la profesionalización de las agencias gubernamentales encargadas de la aplicación de la ley y el control migratorio”.
Este es el tipo de propuestas que deben servir como base para la agenda de la #SociedadHorizontal. Promovamos la acción de organizaciones de activistas, políticos sensibles y ciudadanos comprometidos con una nueva realidad de convivencia humana, mediante su análisis, difusión y concertación.
Más de Armando Ríos Piter
-
La transformación participativa
08-02-2021 -
La seguridad en México
01-02-2021 -
Infodemia
Comparte en Redes Sociales