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Abre el oficialismo una rendija al diálogo con la oposición

 

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

 

Es la mejor noticia política emanada del gobierno federal. Los integrantes de la Junta de Coordinación Política, jefes de las bancadas de oposición incluidos, fueron invitados a dialogar en la Secretaría de Gobernación por primera vez en lo que va del sexenio. Luisa María Alcalde, titular de la secretaría, los convocó a una comida en sus oficinas de Bucareli para abordar un tema que preocupa al general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval. Allí estaba también la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez.

Y es que el 1 de enero vence el plazo para que los militares asignados a la Guardia Nacional regresen a las Fuerzas Armadas o permanezcan en ese cuerpo que depende administrativamente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. El general secretario ha expresado en diversos foros su temor de que en esa fecha se produzca una desbandada de elementos de origen militar reasignados a la GN, a partir de la idea de que, si no regresan al Ejército o a la Marina, pierden sus derechos laborales (antigüedad, grado, pensión, derecho a atenderse en hospitales militares…). El tema no es menor. El 80% de los efectivos de la GN provienen de las FA. De eso se trató la reunión de los coordinadores parlamentarios con los mencionados integrantes del gabinete de seguridad.

Julen Rementería, jefe de la bancada del PAN, nos confiesa que él tenía la idea de que en la reunión les iban a plantear dar un paso adelante en la militarización de la GN.

Pero sólo les pidieron dejar muy claro en la legislación que los elementos de origen militar que permanezcan en la GN no pierden sus derechos y prestaciones. “Alguien sembró la idea de que (los guardias de origen militar) estaban desprotegidos. Lo que se pidió es aclararlo. Ser más explícitos para que no haya dudas. Aunque no era cierto, porque sí estaban protegidos con el tercero transitorio, accedimos a dejarlo clarito”, dijo el panista. Ayer mismo, después de la comida, sesionaron las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado. Aprobaron en forma casi unánime un dictamen que reafirma lo que ya estaba en la Carta Magna: los derechos laborales y prestaciones de los multicitados elementos no se tocan. Hoy lo debate y aprueba el pleno del Senado.

Manuel Añorve, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara alta, nos dio también sus impresiones sobre la comida en Gobernación. “Habló el secretario, habló la secretaria de Seguridad, la secretaria de Gobernación moderó. La mayoría les dimos las gracias por este diálogo. Nunca se había dado una reunión de este tipo con la Jucopo, incluidas las fuerzas políticas distintas al oficialismo”, celebró el senador priista.

* Antes de trasladarse a Gobernación, los coordinadores de las bancadas de oposición, menos MC, se reunieron en las oficinas del PAN para coordinar posturas sobre diversos temas. Germán Martínez fue invitado a la reunión, pero declinó. El senador del Grupo Plural ofreció una rueda de prensa en la que habló sobre la propuesta de AMLO de desaparecer los órganos autónomos que estorban a sus proyectos. 

“El Presidente quiere controlar el poder para no hacer nada. Y si no que le pregunten al Estado de México, a Celaya, a San José de Gracia, a Lagos de Moreno, a Sinaloa. Quiere un control gubernamental absoluto y unipersonal. No le gustan las autonomías, la del INE, la de la CRE, la del Inai, la de los jueces. Las autonomías de pensamiento y de saber académico tampoco le gustan. No le gusta la FIL ni la UDG ni la UNAM ni el CIDE ni el Conacyt. Tiene un tic autoritario. Le gusta más seguir a Maximiliano de Habsburgo que a Benito Juárez de Guelatao”.

 

 

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Le preguntamos sobre la sentencia de la SCJN que emplaza al Senado a elegir a los comisionados del Inai antes del 15 de diciembre. Dijo Germán: “No pueden quedar sin consecuencias las sentencias del Poder Judicial porque, si no, vivimos en un país de risa y no de Estado de derecho. Yo espero que haya un manotazo sobre la mesa del Poder Judicial que implique sanciones. Un samuelazo quiero desde la Corte para que haya sanciones a quienes no cumplen.

-El ministro Pérez Dayán ya advirtió en la FIL que, de no acatarse la sentencia de la Corte en el Senado, los responsables podrían ser destituidos —le recordamos.

-Estoy absolutamente de acuerdo con el ministro Pérez Dayán, que se deduzca en qué grado cada quien no cumplió. Hay senadores machuchones y senadores de infantería; hay quienes deciden el orden del día y convocan. Si no lo hacen, no se celebran sesiones del pleno.

“Hay quien tiene mayor responsabilidad en esa negativa a arrastrar los pies y sigo sosteniendo que esa atribución de integrar al Inai es de cumplimiento obligatorio, no es de cumplimiento optativo. No hay precedentes de senadores cesados por no acatar una sentencia de la Corte. Pero los precedentes sirven para romperse. Para eso sirve la Corte. Espero vivir en un país donde las sentencias se cumplan. No son llamados a misa”, puntualizó.