A 254 años de la brutal ejecución de Jacinto Caán Ek, me senté en la plaza principal de Hó un 14 de diciembre de 2015 a contemplar el ir y venir de la gente.
Niños corriendo, parejas conversando, palomas volando, uno que otro pichón pisando a una inocente palomita que de ser de ser ultrajada brevemente se queda tal vez “pensativa” con ese rojo color que cubren sus ojos en la descendencia que pudiera traer al parque principal de Mérida siempre y cuando no barran nuevamente con las aves en ese control que el hombre quiere tener para que no crezca tanto su número; era una tarde calurosa como casi todas en nuestras tierras; el rostro de preocupación de algunos, de angustia otros; algunos pocos de alegría, muchos de preocupación en su mirada.
Calle 61
Bueno, la Plaza principal de Hó ha sido mudo testigo de muchas cosas, más el sigiloso silencio de quienes han escrito la historia. Mi bella abuelita me contaba que ahí, en épocas de Salvador Alvarado colgaban a los que robaban, pero no a cualquier ladrón, sino aquellos militares que se aprovechaban de la gente y del pueblo. Hoy en México un delito de menor importancia es perseguido como si transportaras toneladas de mercancías recreativas y, de la misma forma, maiceados a los que imparten justicia se hacen de la vista gorda en delitos que en verdad pudren a la sociedad.
Calle 60
Aunque Usted no lo crea, en el mundo es mucho más fácil aprovecharse y abusar de 300 niños como lo hicieran en el Coro del hermano del Papa Benedicto II y que salgas librado. Por el contrario, en este mundo si trates de difundir nuestra propia cultura te estarán jodiendo con artimañas. Pero seamos claro, el mundo se rige por el poder y a veces “dios” es tan poderoso que salva a los “hijos de puta” y a los “vástagos” no.
Punto cero la 60 x 61
Siguiendo con el tema de la plaza principal de Hó, según narran los propios conquistadores, los mismos escritores de la historia, Ixcanzinhó se encontraba habitada por unas “mil personas”, desde luego, muchísimas más, como sucede en la actual Siria en el que se desplazaron sus pobladores a Europa por cientos miles, los Mayas no fueron ajenos a este fenómeno de la migración por guerra o conquista, se habían alejado y huido hacia el oriente de lo que hoy es nuestro estado de Yucatán, hacia zonas de la igual ya existente Zac’í, hoy Valladolid. Entonces los mayas habían escapado de los españoles y la despiadada conquista, como toda conquista, pero Ixcanzinhó ya existía, ya estaba habitada y tenía aquel nombre que quieren borrar: Hó o Ixcanzinhó.
Ese 14 de diciembre en el que me encontraba sentado y contemplando a mi alrededor de la plaza grande. Mirando la catedral cuya ubicación se encuentra en la 60, el antiguo Palacio de Gobierno, que coincidentemente se encuentra en la calle 61 y el Palacio Municipal, ahora si de Mérida que se encuentra también paradójicamente en la calle 62*. Todas ellas, solamente cambia un pequeño número al final, pero las tres lo inician un número en común, el 6, por lo que forman el 666 que, para los creyentes dice mucho, para los no creyentes no dice nada, para los esotéricos dice otras cosas, para los fanáticos se encerrarán en su propia burbuja y dejarán de leer, pero es real, los tres forman el 666.
Sacrificio de Jacintp Can Ek
Estaba yo analizando lo anterior, cuando se sentó a mi lado un hombre cuya impresión me daba de un ser humano con mucho conocimiento y que en Maya se conoce como Caán, un hombre cuya estrella la ves en su rostro como cuando distingues la estrella más grande en la oscura noche y, recordemos, que estrella en maya se dice Ek, después de saludarnos le pregunté su nombre por lo que me respondió que le llaman Galileo .
Tenía la piel parecida a la piel de mis brazos, los ojos negros como los míos, se veía fuerte, seguro de sí mismo y daba la impresión de que era de aquellas personas que luchan más por sus semejantes que por ellos mismos, o más bien, se ven ellos mismos en el rostro de sus semejantes.
Acto de ™fe™ de Maní. Donde todo pasó.
Las calles en Mérida según dicen los conocedores fue una copia de las calles de Nueva York en que en el siglo XVIII alguien viajó y “trajo la idea” de ponerle números a las calles. En la actualidad solo falta que un “ingenioso” viaje de nuevo a dicha ciudad EEUU y traiga como “su idea” de ponerle el nombre de Parque Central a algún parque céntrico de la ciudad en alusión al “Central Park” de aquella ciudad que alguna vez me impresionara mirar al cielo y ver que no acababan sus edificios.
El kilómetro cero para establecer las distancias se encuentra precisamente en la calle 60 x 61, a unos 6 pasos de ese punto, del punto cero, inicia la primera marca.
LOS SIGNOS
Bueno, aquel personaje que se me acercó me dijo, “se en que estás pensando, qué estás viendo y qué estás analizando; y es correcta tu apreciación”, añadiendo “si, desde aquella óptica que muy pocos conocen ves todo y cada uno de los elementos y puedes descubrir muchas cosas y las puedes ver desde un punto específico de aquella zona” menos seres humanos que los dedos de mis manos las pueden ver”, me dijo.
EL SACRIFICIO
Aquel mismo día, por la mañana, había yo sacrificado un animal, una paloma en honor a Adonaí, los motivos eran muchos, atribuciones que quería sacar de mí siempre auditores oídos que perciben voces, a veces de lo que va a pasar en gran escala como la caída de las gemelas, u otras, como no muy lejanas, en las que llegará a nevar en Hó. Otras más terribles como las setenta y siete mil veces 7 sobre aquellas personas que conspirarán y tendrán algo que ver sobre un mal en mí. Bueno, como ya había señalado, ese día sacrifique a una paloma, Usted podría decir que estaba loco o que practico la brujería o, tantas cosas más que sobre mi persona Usted puede que: “Soy todo lo que digan y un poco más” Galileo Caán Ek, después de saber su nombre, y yo, en la plaza de Hó estábamos charlando precisamente sobre ese tema, el tema de los Sacrificios, que si los mayas lo hacían o que si no lo hacían. Que si otras culturas la practicaban o que si dios le pidió a Abraham, ¡sacrifica a tu hijo! ¿Se imagina Usted lo más divino, lo más lindo, lo más hermoso que hoy en día, en pleno siglo XXI en lugar de Sacrificar a esa Paloma que yo sacrifique a mi hijo?, ¿Qué pensaría Usted de mí? Sea honesto. Lo cierto es que nuestra Cultura, la Cultura Maya hoy en día, la Cultura que trajeron los Conquistadores y la Cultura de una tercera parte de la población mundial, América y la Europa occidental, adora y ve en el sacrificio humano la expresión más “divina”, sobre todo el Sacrificio de un hijo a través del sacrificio plasmado en el simbolismo cristiano. Los trazos son bien pensados, bien estudiados, bien analizados, no de un día o de unos meses, de años o incluso de siglos. Fíjese que 300 años después del “sacrificio” lograron quitarse las cadenas, lograron afianzarse en el imperio y lograron establecer su poderío en el imperio romano. En uno de ese edificio lo ves “sacrificado” debajo de la Corona, bajo de todos los demás símbolos. Pero en pleno siglo XXI el “sacrificio” animal o humano ya no es bien visto. Incluso pensarían, como Usted lo pensó, que es producto de un psicópata, y si lo pensó de mí también lo pensó de aquel, pero hay una diferencia, yo no tengo poder e ilusamente pensará Usted que estuvo bien lo que aquel hiso, que fue lo mejor para la humanidad, sacrificar a su hijo.
EL BUENO PUEDE SER MALO Y EL MALO PUEDE SER BUENO
En fin, como en la novela de Dan Brown, me comentaba Galileo Caán Ek, “las culturas y las sociedades tienen sus propios ángeles o demonios; el problema aquí es identificar en cual ‘cree’ la persona, porque a veces, puede Usted caer en la propia y estructurada psicopatía humana. Mi antepasado Jacinto, fue inmolado en esta plaza, le arrancaron las extremidades, fue salvajemente sacrificado de la forma más cruel, –comentaba Galileo Caán Ek- y los que fueron títeres de dicho sacrificio, hoy son esclavos de quienes en el pasado y en el presente ostentan el poder, el poder sobre nuestro propio pueblo que quise defender, y como yo, miles y miles de humanos han sido sacrificados de diversas formas y por diversos motivos, la mayoría con inspiraciones parecidas y, en aquel otro lugar, donde todo pasó, en Maní, aunque ‘fue sin derramamiento de sangre’, también fue salvajemente ahorcada la gente, las personas, los seres humanos, los hijos de ‘dios´, la inocencia de mi pueblo, rompieron la soga de la vida, la rompieron con sacrificios humanos”.