Educación y salud, blancos de la opacidad (II)

Ayer le contaba cómo la Junta de Gobierno del Inegi resolvió eliminar de la categoría de Información de Interés Nacional (IIN) al indicador sobre la proporción de la población portadora de VIH con infección avanzada que tiene acceso a medicamentos antirretrovirales, así como al Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED).     

Le decía también que es imposible aislar dicha situación del contexto de la deserción escolar provocada por la pandemia y del desabasto de medicamentos. Asimismo, que pudiera ser parte de la tendencia de que existe en el gobierno de renunciar a la transparencia, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador afirme a cada rato que su administración nada tiene que ocultar y que siempre informa sobre todo lo que hace.

En un portal del gobierno federal se dice que el SIGED “tiene por objeto dotar al Sistema Educativo Nacional de una sola plataforma tecnológica de información que permita a la Autoridad Educativa Federal llevar a cabo su planeación, operación, administración y evaluación, facilitando la transparencia y la rendición de cuentas”.

Relata que derivado de la contrarreforma educativa aprobada en la actual administración “se modificaron las fuentes de información que conformaban el SIGED: se eliminó el Servicio Profesional Docente; se suspendió el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes; se descontinuó el Registro Nacional de Emisión, Validación e Inscripción de Documentos Académicos, y se inició el proceso de liquidación del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa”.

Añade que en sesión del Comité Técnico Especializado de Información Educativa, realizada el 23 de noviembre de 2022, los integrantes de este organismo “tomaron conocimiento de la propuesta de revocación de la determinación de Información de Interés Nacional del SIGED” y la sometieron a consideración del Comité Ejecutivo del Subsistema Nacional de Información Demográfica y Social, el cual la aprobó el 13 de diciembre siguiente, “debido a modificaciones sustantivas en el marco legal del Sistema Educativo Nacional”.

Ayer, en Imagen Radio, entrevisté sobre a Marco Fernández, profesor-investigador del Tec de Monterrey y especialista en educación de México Evalúa. Se dijo sorprendido por los argumentos que se esgrimen en el acuerdo para eliminar al SIGED como parte de la Información del Interés Nacional.  

“Es cierto que la reforma educativa que se aprobó en 2019 implicó diversos cambios al marco jurídico y que algunos de los indicadores que se recogían en el Sistema –como, por ejemplo, la evaluación magisterial– dejaron de existir, pero el resto de ellos –como los de la nómina magisterial, la matrícula y otros– sigue siendo parte del SIGED, y esa información fluye a través de un formato estadístico que cada director de escuela debe llenar”.

Hasta ayer, añade, “esa información tenía que recogerla el Inegi y generar una serie de indicadores, para que éstos pudieran servir para evaluar y diseñar políticas públicas. De hecho, de acuerdo con la propia ley, esos indicadores se usan para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo.

“Me parece que, en aras de la transparencia, el Inegi tendría que informar 1) quién hizo la petición; 2) que la mayoría de los indicadores que forman parte del SIGED siguen existiendo, y 3) qué información los sustituye y cómo estamos haciendo la evaluación para dar seguimiento al Plan Nacional de Desarrollo.

“No hemos recolectado por años dichos datos sólo por curiosidad intelectual, sino para para planear mejor la política educativa. Entiendo que hoy hay un gobierno que no cree en la evidencia y por eso le ha recortado el presupuesto al SIGED, pero sorprende que el Inegi se preste a que esa información deje de ser considerada de interés nacional y ni siquiera explique a la sociedad, de forma transparente, por qué se tomó dicha determinación”.