El Presidente perdió la brújula. Su poder no va más allá del río Bravo. No es con amenazas que va a resolverse la crisis bilateral que provocó la ejecución de dos ciudadanos estadunidenses en Matamoros, Tamaulipas, por el Cártel del Golfo.
Y es que López Obrador, envuelto en la bandera nacional, advirtió en la mañanera que “desde hoy” comienza una campaña informativa en EU, para que en las próximas elecciones los republicanos no ganen ni un voto de ciudadanos mexicoamericanos. Dijo textual: “Que todos los mexicanos, nuestros paisanos, sepan de esta alevosía, de esta agresión de los republicanos a México. Y si continúan con esa actitud, vamos a estar insistiendo que no haya ni un voto de mexicanos, de hispanos, de los que quieren su patria”.
Lejos de amedrentar a los legisladores republicanos, la amenaza hizo reír al congresista texano, Dan Crenshaw, coautor del proyecto que busca que los cárteles de la droga mexicanos sean declarados objetivo militar. El republicano subió un tuit en el que se refiere a la advertencia del mandatario mexicano. Dice que López Obrador no sólo está en contra de él, sino de cualquiera que ponga en la mira a los cárteles de la droga. En su mensaje incluyó un burlón “jajaja”.
“Usted —agrega el texano— debería hacer campaña contra los cárteles que están asesinando a su propia gente, y no contra estadunidenses que quieren ayudar a erradicarlos”. En otro tuit que puso 48 horas antes, Crenshaw recordó que dos de los cuatro estadunidenses secuestrados fueron asesinados “y aún no los hemos declarado como objetivo militar”.
* Estoy de acuerdo con López Obrador que hay mucho de “propaganda” con fines electorales en la postura de los republicanos. La construcción del muro en la frontera entre ambos países fue eje de la campaña que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca. El tema de los narcos y los 70 mil estadunidenses muertos anualmente por consumir fentanilo, lo utilizan los correligionarios de Trump para ganar simpatizantes. El secuestro de los cuatro U.S. Citizens —dos de ellos asesinados— colocó de lleno el tema en el centro de la atención de los gringos.
* Declarar a los cárteles de la droga como objetivo militar no es una idea que respalde el presidente Biden. La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, la descartó el pasado miércoles. “No nos daría una autoridad adicional”, dijo.
Por ahora sólo son “declaraciones injerencistas”, como señaló ayer el jefe de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, quien llamó a cerrar filas con el presidente López Obrador. “Hay que dar la espalda a quienes, desde la retórica preelectoral, están promoviendo este tipo de circunstancias que hacen de México una piñata electoral, con el propósito de ganar votos”, dijo.
En el otro extremo del tablero político, el panista Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, manifestó que López Obrador debe asumir su responsabilidad en el combate al crimen organizado. “El que debe dar una explicación es el Presidente; el que debe comunicarse con el gobierno de Estados Unidos es él. Son las buenas relaciones las que deben prevalecer y no los desplantes”, subrayó.
A Santiago Creel le hicimos una pregunta que toca un punto toral: ¿Cómo evitar que la soberanía termine como manto protector del crimen organizado y los cárteles sigan haciendo de las suyas en el territorio nacional, a muy alto costo para los mexicanos? “Si el Presidente está utilizando la retórica nacionalista, intervencionista, en aras de defender la soberanía, es una salida falsa porque el problema está en nuestro territorio”, respondió.
* Va una buena: una comitiva de la Asociación de Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF) sostuvo reuniones en Washington con las más importantes asociaciones homólogas de EU (PhRma y AAM); funcionarios del Departamento de Estado, Salud y Comercio y con ejecutivos de la United States Pharmacopeia (USP).
AMELAF dice que uno de los logros destacados de la visita es el reconocimiento que, en forma unánime, asociaciones y funcionarios de EU hicieron a la “calidad, eficacia y seguridad” de los medicamentos fabricados por laboratorios mexicanos. Pero también del potencial que existe para la producción y exportación de materias primas de medicamentos (APi) al mercado estadunidense, el más grande del mundo.
“La exportación de productos farmacéuticos mexicanos complementará, en el largo plazo, la oferta de medicamentos del mercado estadunidense, cuyo valor representa casi el 50% del valor de los medicamentos a nivel mundial”, asegura la AMELAF en un comunicado. Lo anterior no deja de ser una ironía. En México vivimos una escasez de medicamentos como no lo habíamos visto en años, producto de decisiones cupulares que sacaron del mercado a laboratorios mexicanos bajo pretexto de corrupción que nunca probaron. Que no les extrañe. Así se las gastan en la Cuarta Transformación.