Jueves, Noviembre 28, 2024
A- A A+

Banner superior a un lado de logo

Anuncio Museo 400px

Ubicacion de Anuncios, debajo de destacados, banner todo ancho

¡Aguas!

 

 

Yuriria SierraYuriria Sierra                     
 
Nudo gordiano
 
 
  • Es inconcebible que, con el antecedente que tenemos fuera de nuestras fronteras, nuestro país no esté apostando aún a políticas clave y precisas para asegurar el abasto de agua. 
 
exp-player-logo
 
 
 
 
Ver Más
 

 

Protestas por falta de agua por todos lados y en todas regiones del país. Hace unos meses fue la zona norte, cuando Nuevo León fue el foco de la crisis por desabasto de agua, pero en otros momentos, puntos distintos del territorio nacional se han colocado al frente del debate. México se aproxima a su día cero, como ya lo han hecho otras naciones en el planeta. No nos hemos preocupado nunca de manera seria por resolver ese pendiente, que nunca dejó de ser una realidad para millones de personas, ésas que no han tenido el privilegio de abrir una llave para ver caer un chorro de este recurso.

 
 
 
  • “De acuerdo con datos del Banco Mundial, en el país, la disponibilidad promedio anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos en 1960 a 4 mil en 2012. Se estima que, para 2030, esta disponibilidad en México descienda debajo de los 3 mil m3 por habitante al año (...) Para garantizar la demanda futura, el Estado mexicano requiere actualizar los marcos legales y regulatorios que rigen el manejo del agua, así como modernizar la infraestructura hidráulica del país. Es necesario tomar en consideración las distintas características técnicas –en particular las geofísicas– y desafíos que presenta actualmente el país en materia hídrica, tales como el aumento poblacional, el crecimiento de la mancha urbana, la evolución de las sequías, así como la variación en las precipitaciones…”, son parte de los puntos que el Instituto Mexicano de la Competitividad señala en su análisis Aguas en México, ¿escasez o mala gestión?

Es inconcebible que a estas alturas, con el antecedente que tenemos fuera de nuestras fronteras, nuestro país no esté apostando aún a políticas clave y precisas para asegurar el abasto de agua. Vaya, para llevar el líquido esencial a personas que no la han tenido al alcance de un grifo nunca.

Hoy nos encontramos en un punto en que los sectores en que está dividido el uso de agua, no tienen clara la ruta de avance. El IMCO señala que en México existen cuatro grupos consumidores de las concesiones de agua: agropecuario, que representa 76%; abastecimiento público, que ocupa 15%; industria autoabastecida, que es de 5%, y las centrales termoeléctricas, el 4% restante. Pero cubrir esas ventanas, implica un esfuerzo importantísimo cuando se toman los causales varios para el desabasto. No es sólo el manejo del recurso a través de las cadenas de suministro, también son los factores naturales que han agravan la distribución: no sólo la ubicación de los mantos acuíferos (superficiales o subterráneos), también la llegada de fenómenos climatológicos, como las lluvias o su contraparte, las sequías.

  • Nuestro país, como el resto en el globo, tiene un enorme pendiente. Esta administración tiene la obligación de escuchar a quienes conocen de los temas y sugieren vías para abordar las problemáticas. Los datos y la evidencia no son elementos a desdeñar por razones ideológicas, porque es el futuro de todos el que está en juego. Ese futuro al que no le importa quién esté al frente, porque nos va a alcanzar a todos.