Jueves, Noviembre 28, 2024
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Sí hay de qué avergonzarse

 

Yuriria SierraYuriria Sierra                       
Nudo gordiano
 
 
Hecho: Guillermo Sheridan, académico y periodista, reveló en diciembre que la entonces estudiante de derecho en la FES Aragón, Yasmín Esquivel Mossa, plagió su tesis de otra presentada un año antes, en 1986, por un estudiante de la Facultad de Derecho, Édgar Ulises Báez. Hecho: el contenido de las tesis se convirtió en instrumento al alcance de un clic, la comparación entre un trabajo y otro fue tarea sencilla y sumamente reveladora. Ahí estaba, página a página, la prueba de que ambos documentos eran idénticos casi en su totalidad.

Hecho: la ministra, que buscaba presidir la SCJN, intentó atajar la denuncia a través de cartas firmadas por académicos, en los que jamás se negó el plagio, sólo se argumentaba que había cumplido con los requisitos para su titulación, en la que tuvo una “actitud destacada”.

 

Hecho: quien fungió como asesora de la tesis de Esquivel Mossa envió otro documento en el que subrayó, luego de recordar sus 45 años de experiencia y que había dirigido al menos a 500 estudiantes, que el trabajo presentado en 1986 era original. Martha Rodríguez Ortiz, además, acusó que tanto ella como la ministra eran víctimas de violencia de género.

Hecho: la también esposa del ingeniero favorito de la 4T, José María Riobóo, publicó otro comunicado en el que acusaba una campaña en su contra. Hecho: la UNAM precisó que había presentado “un sinfín” de pruebas con las que demostraba que era la autora original de la tesis. También que, incluso, tenía una declaración notariada firmada por el alumno implicado, en la que reconocía que él había tomado el trabajo que la entonces estudiante inició en 1985, que peritos informáticos documentaron también que la tesis había sido alterada.

Hecho: todos sus argumentos comenzaron a caer. Ella insistió en que nada era verdad. Tanto la FES como las autoridades de la UNAM concluyeron que, en efecto, lo publicado por Sheridan estaba en lo cierto, lo dijo así el rector, Enrique Graue: “La entonces alumna de la FES Aragón, Yasmín Esquivel Mossa, copió parte sustancial del contenido de la tesis presentada un año atrás…”. Hecho: la UNAM también señaló que carece de instrumentos jurídicos para retirarle el título profesional “aun y cuando el plagio de una tesis esté documentado…”. Hecho: el notario del que habló Esquivel en la víspera de Año Nuevo se deslindó del documento en la forma en como fue presentado, él sólo avaló que la firma correspondía a la persona que la plasmó; pero también el abogado de Báez rechazó haber tenido contacto con la ministra o con su gente.

… Y la ministra insistió mientras pudo que todo era mentira, que no plagió, que todo se trató de una campaña en su contra. Las autoridades universitarias pasaron el tema a la SEP, pero ayer la secretaría regresó el asunto a Rectoría: “En tanto que el título expedido por el rector de la UNAM a la C. Yasmín Esquivel Mossa no sea declarado inválido por autoridad jurisdiccional competente, la Dirección General de Profesiones carece de facultad para intervenir de forma alguna…”, se lee en una carta difundida por la SEP, firmada por su titular, Leticia Ramírez. Se echan la pelota, hoy no sabemos quién ni cómo sancionarán esto. Y mientras se vulnera a cada segundo el valor de uno de los brazos institucionales más valiosos del país: mientras Esquivel Mossa siga en el cargo, a pesar de que su alma mater la señala como una estudiante que plagió… Mientras porte toga y sesione, se vulnera a la Corte. Y ya lo advirtió ayer, luego de que el presidente López Obrador se negó otra vez a condenar el plagio, incluso ha repetido los señalamientos contra la UNAM y su rector, Esquivel Mossa dijo a Milenio: “No tengo nada de qué avergonzarme…”. Ni del plagio ni de las mentiras. No tiene nada de qué avergonzarse, asegura. 

 
 
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Debió separarse del cargo. En su insistencia, se lleva entre los pies el prestigio de la máxima casa de estudios, incluso el del Presidente, que fue quien la propuso para llegar a la SCJN. Su caso se ha convertido en uno de los ejemplos más tristes para un Estado que suplica por el fortalecimiento de sus instituciones, porque sí hay de qué avergonzarse.

 

ADDENDUM

Dicen que en política no hay coincidencias y, justamente después del anuncio de que el PAN lleva mano en las candidaturas presidenciales, las principales figuras de todos los partidos y cámaras empresariales van al informe de Mauricio Vila.