José Buendía Hegewisch
Número cero
La “Cumbre” de líderes de América del Norte fue un escaparate de la visión global de la región de EU y Canadá frente a la vieja idea de la “Patria Grande” latinoamericana de López Obrador. Pero, más allá de sus perspectivas distintas, la potencia mundial logró traducir en acuerdos sus prioridades para una mayor integración regional en un momento de transformación en que necesita afirmar el peso de Norteamérica en la geopolítica mundial. Los mandatarios, con tal objetivo, no escatimaron en revestir de simbolismo el encuentro trilateral de los “tres amigos”, de abrazos apretados y cercanía en las fotos, para conectar con sus agendas y electorados. Sin embargo, no pudieron ocultar la distancia de lo que representa la integración para cada uno, como constató el reclamó de López Obrador a Biden por el desdén de EU hacia América Latina y la respuesta puntual de éste sobre los intereses globales de su país y sus inversiones millonarias en la región.
Los símbolos sirven para reforzar su imagen y repeler críticas internas, contar y calcular su fuerza por la hegemonía mundial y trazar líneas amarillas del bloque en dirección al norte. También para delinear lo que se queda fuera del T-MEC, los migrantes o el resto de Latinoamérica. A todos les sirven los símbolos, pero EU logró impulsar su agenda en los compromisos y la dirección de la integración.
En los acuerdos es más fácil reconocer el realismo de Biden y Trudeau que las posiciones soberanistas o el “sueño de Bolívar” que defiende López Obrador. Las cosas van muy bien entre los socios de América del Norte, apostilló el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, al finalizar el conclave. Difícilmente podría haber dicho otra cosa si México, en los hechos, aceptó las fronteras al comercio, economía, migración y seguridad que dibujaron sus socios, a pesar de choques de discursos. Unos acuerdos de líneas rojas que confinan a la retórica la utopía de integración continental defendida por México. Y en los que lo más importante es lo que no se dijo sobre la operación de los acuerdos de migración o la solución del litigio energético, aunque eso puede esperar.
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