Miguel Ángel Godínez García
Alto mando
La recaptura de Ovidio “N”, hijo de El Chapo Guzmán, ocurrida la madrugada de ayer en el poblado de Jesús María, a unos kilómetros de Culiacán, mediante un mega operativo del Ejército, Fuerza Aérea, Guardia Nacional y la Fiscalía de Sinaloa, con el apoyo del CNI, representa, sin duda, la acción más importante de este gobierno en materia de combate al narcotráfico.
Sin embargo, y pese al resultado, se especula que la detención del líder del Cártel del Pacífico, ocurre a unos días de que arribe al país el presidente Joe Biden, por cierto, en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde hubo primero una negativa, pero tras el operativo lo reconsideró y usará este aeropuerto, al igual que Justin Trudeau, ello, en el marco de la reunión cumbre de América del Norte.
En días recientes, Biden anunció que previo a la cumbre, se reuniría con López Obrador para hablar del tráfico de drogas, en particular de los cárteles que introducen fentanilo a su país.
Coincidentemente, el Cártel del Pacífico es considerado como el mayor introductor de ese precursor a EU. Tan sólo en 2022, autoridades de los dos países aseguraron más de 379 millones de dosis, siendo Ovidio “N” el principal traficante de la droga sintética.
Asimismo, informes de las FA, reportan que el Cártel del Pacífico ha enfocado sus operaciones en la distribución y tráfico de fentanilo por los grandes ingresos que obtienen de los precursores químicos provenientes de China e India.
Más allá de la especulación, la operación diseñada por nuestras FA fue ejecutada quirúrgicamente; con la máxima eficacia y estrategia. El secretario de la Defensa, Gral. Luis Cresencio Sandoval, lo reconoció, pero cedió el honor a la GN, del Gral. Luis Rodríguez Bucio, lo que viene a representar un gran golpe en contra del crimen organizado.
Hay que recordar que, en octubre de 2019, Ovidio “N” fue detenido por primera vez, pero a las pocas horas fue liberado por órdenes de López Obrador, lo que generó un malestar generalizado. Esta vez, las FA debieron emplear personal de élite y helicópteros artillados, como lo muestran los videos que circulan en las redes. Los militares dispararon balas trazadoras hacia los objetivos, incluso, se percibe la respuesta de los delincuentes desde tierra, tratando de derribar a las aeronaves.
El terror se extendió por todo Sinaloa, hasta el Aeropuerto Internacional de Culiacán, donde sicarios dispararon contra aviones civiles y de la GN, con la intención de evitar el traslado del detenido. Una de las aeronaves afectadas fue de Aeroméxico, matrícula XAVSU y con destino a la CDMX. Pasajeros del vuelo 165 circularon imágenes donde se aprecian rostros de pánico.
Por seguridad y ante las decenas de bloqueos, Ovidio “N” fue trasladado desde el punto de su detención a la Fiscalía Especializada de Delincuencia Organizada, en aeronaves de la FAM.
Con la captura de Ovidio “N”, la escalada de violencia no se hizo esperar y los ataques del cártel alcanzaron al Ejército. Se menciona que fue emboscado personal del 43/o. B.I., en las mediaciones de Escuinapa, donde fallecieron el Cor. Inf D.E.M. Juan José Moreno Orzúa, y cuatro elementos de su escolta.
También se espera que en los próximos días repunte la violencia por la disputa del liderazgo en la organización criminal y por el mercado de drogas estadunidense.
* Escapó de la cárcel para morir en un enfrentamiento. Ernesto Alberto Piñón de la Cruz, El Neto, uno de los 30 reos fugados el pasado domingo del Cereso Número 3, de Ciudad Juárez, murió en una refriega con militares y la GN antes de llegar a la Fiscalía de Justicia de Chihuahua. El control de los penales en México, por el crimen organizado es increíble. La complicidad de autoridades estatales y federales es evidente. El Neto se hallaba en una celda VIP y contaba con una caja fuerte y millones de pesos para pagar favores.
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DE IMAGINARIA