Enrique Aranda
De naturaleza política
Nada de purgas… no somos estalinistas. ¡Ajááá!...
Bastó un simple “jalón de orejas” del secretario de Gobernación y operador del trabajo político “sucio”, Adán Augusto López, para evidenciar la falta de autonomía y de vergüenza del impresentable Partido Verde Ecologista de México (PVEM) —y sus pares del Partido del Trabajo— que, tras forzar el miércoles en el Senado la inclusión de una cláusula que les garantizaba “vida eterna”, reclamaron ayer ya en la Cámara de Diputados que la misma fuera retirada para evitar el enojo del inquilino de Palacio…
Iniciado apenas el debate de la “tramposa” propuesta de reforma electoral modificada horas antes por el Senado, en efecto, la sesión en San Lázaro debió dar paso a un receso de hasta cinco horas hasta que, tras visitar “voluntariamente” las instalaciones de Bucareli para reunirse con su titular, el moreno Ignacio Mier, el verde-verde Carlos Puente y el insignificante petista Alberto Anaya volvieron a San Lázaro para formalizar el abandono del cuestionado agregado.
Horas antes, en la Cámara alta, dirigentes de los partidos parásitos del oficialismo habían forzado la inclusión de la cláusula según la cual “los partidos podrán postular candidatos bajo la figura de candidatura común. En este caso, aparecerá en un mismo recuadro de la boleta el logo o emblemas de los partidos que decidan participar en esta modalidad. Los partidos deberán celebrar un convenio de distribución de los votos emitidos”, interpretada por propios y extraños como una suerte de “seguro de vida eterna” para sus promotores y de “seguridad de sumisión” para el partido del gobierno.
Luego de que, interrogado sobre el punto, Andrés Manuel López Obrador se pronunciara en contra (sólo) de tal disposición claramente inconstitucional y advirtiera que vetaría incluso el referido plan B en caso de que éste se aprobara incluyendo la misma, las cosas se complicaron en San Lázaro, a grado tal que hubo que reactivar negociaciones que se daban por concluidas y, en el fondo, exhibir, otra vez, que, “en asuntos de votos y dinero”, para el PVEM y PT “el miedo no anda en burro”…
