Alinear el INE a la voluntad presidencial
* Es un axioma decir que la prioridad del tabasqueño es el “séptimo año”. La continuidad de la 4T cuando deje la Presidencia. Se lo dijo en un cónclave a los gobernadores de Morena, a las corcholatas 2024, según integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia. El objetivo es ganar, cueste lo que cueste. Eso implica autoridades electorales a modo, el respaldo de los subordinados mandatarios de Morena a sus consignas; la compra del voto a través de los programas sociales o lo que ya sabemos que ocurrió el año pasado en el corredor del Pacífico.
* Claudia Sheinbaum y la CNDH pusieron de inmediato manos a la obra. La jefa de Gobierno dijo en Puebla: “Lo que se quiere ahora es una verdadera democracia, lo que se quiere ahora es sustituir al Instituto Nacional Electoral por un Instituto de Elecciones y de Consultas”. Preguntas obligadas: ¿no había democracia cuando ella y AMLO ganaron en el 2018?, ¿se le olvidó que el INE y la autoridad electoral local reconocieron sin demora los triunfos? Más bien se trata de cambiar para controlar. La CNDH de Rosario Piedra, que no atiende cabalmente sus responsabilidades de cuidar los derechos humanos, se sumó de lleno a los ataques contra el INE.
En la recomendación 46/2022 dice, textual: “Tienen únicamente el nombre (el INE y el TEPJF) y son instrumentos parciales de sabotaje de la voluntad del pueblo. Sólo han servido para el mantenimiento de vicios que por años han manchado los procesos…”. El despiste de la CNDH le atrajo una avalancha de críticas: desde el morenista Ricardo Monreal hasta los distintos partidos y bancadas de la oposición en las cámaras.
“A la presidenta de Derechos Humanos le debe dar vergüenza estar regresando al árbitro electoral dentro del Gobierno, lo contrario que hizo su madre, la gran Rosario Ibarra de Piedra, y Manuel Clouthier y Cuauhtémoc Cárdenas, ellos sacaron al gobierno del árbitro electoral”, destacó el senador Germán Martínez en un video que subió a redes sociales.
* La Iglesia ya se metió en el debate a favor del INE. Un duro comunicado del Episcopado Mexicano dice, textual: “Ningún ciudadano y menos los gobernantes que juraron hacer guardar la Constitución tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las instituciones que son soporte del Estado mexicano, como es el caso del INE y del TEPJF. “La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, concluyen los obispos.