Francisco Garfias
Arsenal
Anda desatado Adán Augusto López Hernández. Ya es todo un precandidato en campaña por la Presidencia de la República para 2024, pero el país se quedó sin un secretario de Gobernación que haga la tarea de fomentar la convivencia armónica con los otros Poderes y los gobiernos regionales.
En su innecesario recorrido por todo el país, dizque para promover la reforma que prolonga la permanencia del Ejército en las calles hasta 2028 —Morena y aliados controlan 22 congresos locales—, ha repartido leña a los opositores. Está convertido en un golpeador. Ya les tocó a los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro; Nuevo León, Samuel García —ambos del MC—, al panista de Guanajuato, Diego Sinhue.
Llegó al absurdo de afirmar que los tabasqueños trabajan menos que los regios, porque son “más inteligentes” que los norteños. Una metida de pata para alguien que busca ser el candidato de Morena a la Presidencia de México.
Ayer tocó turno al expresidente Calderón. Llamó al panista Felipe, El Pequeño. Le dio trato de “traficante de armas”, y hasta dijo que hay una investigación internacional en su contra, derivada de la famosa operación Rápido y Furioso.
Calderón no tardó en responder. A la rudeza respondió con rudeza: “Ahora sí el secretario anda muy perdido: no hay ninguna ‘investigación internacional’ sobre ‘tráfico de armas’ en mi contra. @adan _augusto no atinaría siquiera a decir qué agencia la encabeza. Es un esfuerzo burdo y desesperado para desviar la atención de dos temas”. Lo dos temas mencionados son: el intento por desaparecer al @INEMexico y las filtraciones de #Guacamayaleaks.
El número dos de la 4T se molestó porque un diputado panista del Congreso de Michoacán, Oscar Escobar Ledesma, le dijo que no tenía autoridad moral para hablar de seguridad.
Ya encarrerado, citó una intervención del senador Germán Martínez que cuestiona al secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval:
“Al Ejército, en estos casi cuatro años, le han ordenado construir un aeropuerto, le han ordenado construir un tren, hacer cuarteles y ellos obedecen y, como diría el senador Germán Martínez, ¿si a ellos se les ordena liquidar al adversario electoral, lo van a hacer?”.
La reacción de Adán fue de rudeza innecesaria: “Cada quien tiene los ídolos y los referentes que quiere. Imagínese tener como referente a un fascista senador de la República, por cierto, michoacano. Pero no se le olvide —agregó— esas recetas se las debió haber usted recomendado que la aplicaran a Felipe, El Pequeño, y a otros presidentes de la República, que son los que bañaron de sangre a este país”.
Buscamos un comentario de Germán. Vía WhatsApp nos mandó una foto de Benito Mussolini y de Adolfo Hitler, acompañada de una definición de lo que es “fascismo”, según Wikipedia. “El término fascismo proviene del italiano fascio y, éste, a su vez, del latín fasces (plural de fascis) que alude a los signos de autoridad de los magistrados romanos. Entre los rasgos del fascismo se encuentra la exaltación de valores como la patria o la raza”.
En una línea nos mandó su conclusión de lo que piensa de Adán Augusto: “No sabe hablar español”.
* La democracia está en riesgo si el Congreso aprueba la reforma electoral. Lo dicen opositores, lo ratifican expertos, lo advierten autoridades electorales.