Por Manuel de Atocha Rodríguez Larios
VUELO AMBIENTALISTA.- Quien escribe esta columna no es un científico dedicado a estudiar el medio ambiente y mucho menos un ambientalista en el sentido que le atribuyen los grupos extremistas; sin embargo estoy consciente de la necesidad mundial de preservar la vida en nuestro planeta por todos los medios que estén a nuestro alcance.
Pero utilizarlos honestamente, es decir sin ningún deseo de sacar provecho personal de esa actividad. Declaro enfáticamente que estoy completamente seguro que impedir la contaminación de nuestros ríos y masas de agua dulce es una prioridad urgente, impostergable y absoluta. Sin embargo, el explosivo aumento de la población de la Tierra ha provocado que las fuentes naturales de alimentos sean insuficientes: tanto que centenares de especies marinas y terrestres se han extinguido o están en peligro de extinción por la carga tan terrible de mantener a los seres humanos sin tiempo de reponerse. Por eso es necesario sacrificar flora autóctona para cultivar alimentos. VUELO ALERTANTE.- La civilización está cobrando un precio muy alto a la Madre Naturaleza. Desde hace años (Vuelos #13, Oct. 2008, #054 Oct. 2009; etc.) he denunciado la devastación de fauna silvestre de nuestro valle causada por cebos envenenados contra la ratas de campo. Por cierto que ninguna asociación ambientalista ha “tuiteado” un solo mugre mensaje de 140 caracteres denunciando este ecocidio. Además la introducción de tilapia (un predador) ha infestado nuestras corrientes y embalses poniendo en peligro de extinción total la fauna acuática aborigen (mollinesia, limia y gambusia) cuya capacidad de alimentarse de larvas de los mosquitos aedes egypty y anopheles mantenía a raya al paludismo, dengue y demás enfermedades transmitidas por moscos. ¿Dónde están los ambientalistas, tan mediáticos ellos? ¿Saben cuántas hectáreas tienen los manglares de Nichupté? Más de 417,000 hectáreas. El malecón Tajamar de Cancún afecta ¡55 hectáreas! Algo así como el 0.00012% de la superficie de manglares de Quintana Roo.
VUELO MAL PENSANDO.- Por favor no crean que soy un desalmado ecocida; pensemos en los miles de empleos que ese desarrollo urbano llevará al sureste y sospechemos de los otros hoteleros y negociantes de la ciudad con miedo a la competencia. ¿No huelen algo feo en tanta propaganda, teatro y alharaca “ambientalista” contra la urbanización? Recordemos que antes del desarrollo de Cancún y la Riviera Maya había grandes problemas de miseria y salud en aquella región de nuestro País.
VUELO RECICLADO.- Desde hace muchos años he escrito que los gobiernos estatal o federal deberían darse cuenta que el desarrollo de la isla del Macapule como zona de alto perfil turístico acabaría con todos los problemas de los poblados misérrimos que gravitan alrededor de la bahía de Navachiste y viven de la pesca en el mar abierto aledaño a esta zona. El establecimiento de hoteles de diversa categoría en la preciosa isla acabaría con la pobreza de estos asentamientos pues habría trabajo bien remunerado para todos ellos… y muchos más. Estamos en el último año de gobierno estatal. Luchemos porque el próximo apoye el potencial económico y social de Guasave.