Viernes, Noviembre 29, 2024
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López-Gatell, ¿homofobia?

 

Yuriria SierraYuriria Sierra           
Nudo gordiano
 
  

Otra vez, de nuevo la falsa promesa, la soberbia de prometer lo que saben que no les es posible. Ahí está el pasado más inmediato como garantía. Andrés Manuel López Obrador afirmó que pronto tendremos un sistema de salud de primera, como los mejores del mundo. Un sistema universal y de calidad en 2023, sentenció también hace una semana. 

Sin embargo, justo los últimos 30 meses nos hablan de lo ineficiente que ha resultado esta administración para la prevención, para el atajo y tratamiento de emergencias sanitarias, por decir lo menos. Más de 330 mil fallecimientos por SARS-CoV-2, según la Secretaría de Salud, más del medio millón si sumamos los datos del Inegi y ni hablar del subregistro, hoy aún incalculable.

Y los encargados de la contención y la rendición de cuentas no han querido aprender nada de este episodio, porque de lo contrario otra sería la historia y la actuación frente a otra alerta sanitaria, la que apareció en mayo pasado: los primeros contagios de viruela del mono comenzaron en África, pero que al cabo de algunas semanas llegaron a Europa y América. Si bien, la velocidad de transmisión no es comparable a la del coronavirus, porque la vía de transmisión es distinta, esto no ha evitado que en cinco meses ya se hayan diagnosticado casos en los 32 estados del país. Según el último reporte oficial, en México hay 2 mil 469 casos de viruela símica, en la última semana se sumaron 321 contagios. Sin embargo, tal como ocurrió con covid-19, ni las cifras son precisas ni el actuar de las autoridades van acorde con la emergencia.

“Estamos frente a un problema muchísimo muy grande, los números oficiales se dan a conocer cada martes, pero en el subregistro podemos llegar hasta los 12 mil casos. Organizaciones de la sociedad civil, sobre todo LGBT+ y de lucha contra el VIH, hemos estado recibiendo casos desde junio, desde el mes del orgullo. En ese momento teníamos entre seis y 10 casos a la semana, en este momento estamos recibiendo hasta 42 casos. Es una situación que se está saliendo de control muy rápido y de las autoridades de salud no vemos una clara respuesta, sobre todo respecto a la prevención, porque la única forma de prevención contra la viruela del mono es la vacuna y no vemos absolutamente interés de las autoridades de salud, sobre todo del subsecretario Hugo López-Gatell…”, me dijo en Imagen Radio, Alaín Pinzón, activista y director de VIHveLibre, quien, desde que inició esta alerta, no ha cesado en su labor en demandar respuestas y actuación de quienes tendrían que ser los primeros en movilizarse ante un escenario de riesgo en términos sanitarios.

La propagación de la viruela símica inició también acompañada por una espesa bruma de prejuicios y discriminación y en nuestro país este sesgo no ha estado ausente dentro de las oficinas responsables: “Creemos que tiene un sentido homofóbico esta decisión de no comprar la vacuna contra la viruela, porque países de la región (Chile, Perú Está, Brasil, Canadá y Estados Unidos) tienen la vacuna que científicamente tiene comprobada su eficacia (...) Es una lógica bastante homofóbica, porque la epidemia se está concentrando en hombres que tenemos sexo con otros hombres (...) López-Gatell dijo que estaban analizando la eficacia de la vacuna y es la misma vacuna que están usando en otras regiones, además lanza acusaciones respecto a la industria farmacéutica (...) El INDRE, que es el único laboratorio hasta este momento que está oficialmente registrado para notificar diagnósticos, se está retrasando hasta 10 días en entregar un resultado…”, por decir algo de la respuesta institucional que estas organizaciones tienen documentada.   

“Esta es una situación de la que no quiere tomar el control la Secretaría de Salud y la homofobia que se está instalando al respecto de esta decisión que implícitamente tiene que ver con un juicio moral al respecto de las prácticas sexuales de los hombres que tenemos sexo con otros hombres…”, sentenció Pinzón. 

López-Gatell ha demostrado ser no solamente la persona menos sensible que hay en este gobierno, sino que también el más sobrado, soberbio y, como ya lo escribió Laurie Ann Ximénez-Fyvie en su libro donde documenta las fallas en el manejo de la pandemia, su actuar es criminal: “Muchas de las personas con las que hemos hablado de la Secretaría de Salud y otras dependencias, apuntan a que es el subsecretario López-Gatell el que no quiere autorizar que la vacuna entra a México, el cual está atorando también los trámites en Cofepris (...) Tenemos dos realidades que no hay que perder de vista, la realidad científica que nos dice que a cualquier persona le puede dar viruela símica, no importa quien sea, no importa su orientación, y la realidad estadística, que nos dice que 98%, a nivel global y a nivel nacional, somos los hombres que tenemos sexo con otros hombres la población mayormente afectada. Por medio de esas dos realidades, es increíble que la Secretaría de Salud no pueda tomar una decisión para prevenir los contagios, pero sobre todo para que esta epidemia pueda ser contenida…”, finalizó.

Y es deber del Estado mexicano proteger la vida de todas las personas, todas. Mientras colectivos buscan que los ojos institucionales estén sobre esta alerta, estos tienen la mira puesta en otras causas, como en el riesgo de los vapeadores, tema al que sí le dan espacio en Palacio Nacional.