Francisco Garfias
Raúl Flores, expresidente del PRD-DF, hurga en su memoria. Se ubica a principios de 2010. Eran sus primeros meses como jefe delegacional en Coyoacán. No recuerda con exactitud la fecha, pero sí lo que ocurrió, que nada tiene que ver con la honestidad valiente.
Andrés Manuel López Obrador lo llamó a las oficinas de la calle San Luis Potosí, hoy sede de Morena, para pedirle respaldo económico para el periódico Regeneración.
Pero también un apoyo de 50 mil pesos mensuales —cada uno— para Claudia Sheinbaum, hoy jefa de Gobierno de la CDMX; José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, y Javier Lamarque, presidente municipal de Cajeme, Sonora.
El ya para entonces exjefe de Gobierno capitalino había asistido en un par de ocasiones a sus mítines de campaña. “Había que retribuir el apoyo”, justifica Raúl, antes de pedir un segundo café en el restaurante La Buena Fe de San Ángel.
Le preguntamos si ese dinero salía de las arcas públicas. “No, yo no lo habría permitido. Hacíamos una vaquita entre todos los que trabajábamos en la delegación”, respondió.
En su relato recuerda que en las oficinas de Andrés Manuel se topó con Víctor Hugo Lobo, en ese entonces delegado en la Gustavo A. Madero. ¿También le pasó factura por el “apoyo”?
Buscamos a Raúl Flores después de que el 11 de octubre publicara en Twitter “pruebas” de las aportaciones de gobernantes del PRD a las “causas” de AMLO, acompañadas de un diploma, una medalla de reconocimiento por sus aportaciones al “gobierno legítimo”. Lo hizo en apoyo de Elena Chávez y su muy vendido libro El Rey del Cash.
Recordó lo que le dijo AMLO: “Me encargó mantener a tres entenados y pagar las primeras ediciones de Regeneración”. Ahora ya sabemos quiénes eran los tres entenados.
*Por enésima vez el Presidente dice que nunca le ha interesado el dinero:
“Tengo una especie de religión, para mí el amor y el poder tienen que ser puros. El poder tiene que ser puro para que se convierta en virtud y se ponga al servicio de los demás.
“No me ha interesado nunca el dinero, nunca. Llevo décadas sin tener una cuenta de cheques. No sé llenar un cheque o una tarjeta de crédito… quien administra mis ingresos es Beatriz, y antes Rocío, y me daban para mis gastos, para lo elemental”, asegura.
Contó anécdotas para apuntalar la idea de que tampoco carga con efectivo, que no es el rey del cash del que habla la periodista Elena Chávez en su muy vendido libro. Una vez no traía para el taxi, otra, con Chema Pérez Gay, ni para pagar un café. Ni efectivo ni tarjetas. El taxi lo pagó un amigo que tiene en La Jornada. El café con un “billetito doblado” que traía en su cartera, dijo.
Eso nos lleva por enésima vez a preguntarnos. Si no trae efectivo, no maneja chequera ni tarjetas, ¿cómo le hizo para vivir todos los años que estuvo fuera del presupuesto? Raúl Flores nos da una idea de cómo financiaba actividades de su movimiento y a sus leales. ¿Y él, cómo le hacía? ¿Donativos del pueblo? ¿En serio?
*Poco le duró el gusto a Ricardo Monreal de que lo incluyeran entre las corcholatas. El Presidente dijo que Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard son sus “hermanos”.
Al senador de Zacatecas no lo incluyó en la familia.
“¿Qué es lo que nos une con Marcelo, con Adán, con Claudia?”, se preguntó AMLO en la mañanera. El mismo respondió: “Es una lealtad a un proyecto, eso está por encima de lo personal”.
Los reporteros le hicieron notar a Ricardo Monreal que el Presidente no lo incluyó en la parentela. Le pidieron una opinión.
El senador comentó: “Yo soy como el hermano no reconocido. Siempre en las familias hay eso, el papá deja por ahí a algún entenado; el papá, sin darse cuenta los hermanos, deja por ahí a alguna gente, un hijo que no reconocen. Y soy como el arma secreta del Presidente, por eso no me menciona mucho.
“Pero ya me incluyó y eso ya es una garantía, por eso el otro día cantaba y le decía aquí a mi hermano, a mi hermano, poco a poco me voy acercando a ti. Poco a poco la distancia se va haciendo menos...”.
A ver si con el dedazo que se prepara en las encuestas para definir al candidato presidencial de Morena no acaba cantando Las golondrinas.