Francisco Garfias
Arsenal
A los sicarios que asesinaron brutalmente a 20 personas en San Miguel Totolapan, Guerrero, les importó un comino la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública.
Con o sin el Ejército en las calles hacen lo que se les da la gana, cuando les da la gana y como se les da la gana. La impunidad los ampara. La indiferencia de la sociedad ante estas atrocidades, también.
Los delincuentes no merecen los abrazos que promueve la estrategia de la 4T para combatir el crimen. Lo dijo Jesús, al que tanto dice admirar López Obrador: “El que a hierro mata a hierro muere” (Evangelio según San Mateo, capítulo 25, versículos 51-52).
El Presidente repite que la violencia no se combate con violencia. Todavía ayer reiteró que su estrategia de “abrazos, no balazos” no va a cambiar. “Da resultados”, asevera. ¿En serio?
T-Research, empresa líder en investigación de asuntos públicos, contabiliza 135 mil 581 los homicidios dolosos cometidos durante el gobierno de AMLO. Con esos números ya rebasó a los sexenios de Felipe Calderón y a Enrique Peña en el mismo lapso.
Pero el tabasqueño no lo acepta ni aunque tenga las cifras en las narices. Lo vimos el día que el periodista Jorge Ramos fue a la mañanera con cifras oficiales a la mano.
Calculó que al ritmo de asesinatos que tiene México —84 diarios, según datos oficiales— el número de muertos en octubre de 2024 va a ser de 191 mil.
El tabasqueño lleva tres años, 10 meses y una semana en el poder, pero dice que la violenta realidad en el México de 2022 es culpa del pasado. En la mañanera de ayer lo reiteró: “Son los rezagos de más de 30 años de abandono al pueblo”.
Y más: “Tenemos que seguir con lo mismo, porque da resultados. En qué cabeza cabe que hay que enfrentar el mal con el mal. Todo lo quieren enfrentar con los robocops”.
*Al guerrerense Manuel Añorve, uno de los nueve senadores del PRI que votaron a favor de la permanencia de soldados y marinos en tareas de seguridad pública hasta 2028, le hicimos notar que la carnicería en San Miguel Totolapan sucedió con el Ejército en la calle.