Jueves, Noviembre 28, 2024
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La clase media y el 2024

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Pascal Beltrán del RíoPascal Beltrán del Río
 
Bitácora del director
 
 
 
 
 

Pese a la precarización laboral que ha caracterizado al actual periodo de gobierno, la clase media sigue siendo un sector que impulsa el consumo e incide en la formación de opinión pública mediante el uso de las tecnologías de la información.

A pesar de ello, ninguno de los aspirantes a la candidatura presidencial del oficialismo tiene un mensaje específicamente dirigido a ese grupo.

Quizá sea porque las llamadas corcholatas no han tenido la libertad de desarrollar un discurso propio —por no salirse de las prioridades marcadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador— y se han limitado a procurar que su nombre sea reconocido por el mayor número posible de mexicanos.

Como los destapables de Morena se sienten obligados a seguir la línea trazada desde Palacio Nacional, en el sentido de que el próximo gobierno será un continuador automático de la autodenominada Cuarta Transformación, sería un contrasentido lanzar un guiño a la clase media, sobre todo después de que ésta ha sido demonizada por López Obrador, quien ha tildado a sus integrantes de “conservadores” y “aspiracionistas”.

Ese ninguneo es una oportunidad que ha comenzado a percibir el tímido pelotón de aspirantes opositores, que hasta ahora ha marchado a la zaga de los potenciales sucesores escogidos por el Presidente.

Entre ellos está el gobernador queretano Mauricio Kuri, quien sostiene que, en su estado, la apuesta es meter en la clase media a las personas que están en situación de pobreza. Es decir, conseguir lo opuesto de lo que ocurre en la mayoría del país, donde ese sector se ha estado desangrando.

Kuri, quien se resiste a decir que buscará competir por la Presidencia en 2024, tiene claro que el país debe aprovechar las oportunidades creadas por el enfrentamiento comercial y político entre Estados Unidos y China, y por ello ha estado promoviendo intensamente la inversión en el estado.

“Hay que apostarle al empleo formal”, me dijo ayer en entrevista con Imagen Radio. “El mejor programa social es el empleo. En Querétaro apoyamos a los negocios familiares, a las empresas. Antes de entrar en la política, yo era vendedor. A mí me encanta vender y ahora tengo la oportunidad de promover el mejor producto que existe en México, que es Querétaro y los queretanos”.

-¿Por qué le está costando tanto trabajo a México aprovechar las ventajas económicas que vienen asociadas con la actual situación internacional? –le pregunté.

 
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-A Querétaro, no. Nosotros lo estamos haciendo. Querétaro es el mejor lugar para hacer negocios. Es la diferencia entre un estado que quiere sacar adelante a su gente creando empleo y otros que sólo están buscando el clientelismo electoral.

“En mi estado le apostamos a la clase media. Es la que quiere que sus hijos estén mejor que ellos y sacar adelante a su familia con base en el esfuerzo. Nos proponemos sacar de la pobreza, cuanto antes, a quienes están en ella y meterlos en la clase media”.

Aceptó que hay personas que requieren de subsidios, pero que éstos deben ser temporales, medibles y focalizados. “Nuestra meta, para final del sexenio, es sacar de la pobreza extrema a los 40 mil queretanos que están en ella”, agregó.

Su discurso contrasta con la visión del gobierno federal de ir ampliando el número de mexicanos cubiertos por los programas sociales, a pesar de que su política económica —dicho por el Coneval— sólo ha logrado crear millones de pobres más, muchos de ellos salidos de las filas de la clase media.

Vean o no esa realidad, las corcholatas están impedidas de hablar de alternativas y tender la mano a la clase media. Por seguir el guion de la lealtad con el Presidente, han dejado que la clase media pueda ser atraída por discursos como el de Kuri.

En 2018, el candidato López Obrador fue el claro ganador en ese grupo de la sociedad, como lo fue en prácticamente todos. Pero, ¿dará la clase media su apoyo automático al candidato o candidata del oficialismo dentro de dos años?