Yuriria Sierra Nudo gordiano
“Desde hace dos semanas oímos en las pantallas de nuestros televisores que hay que abrir los silos nucleares. Y también oímos que estas horribles armas deberían ser utilizadas en caso de que continúen los suministros de armas a Ucrania (...) Es una gran tragedia, si se toma una decisión así nadie podrá pararlo, ni el Parlamento ni la sociedad civil, frente a un poder absoluto y sin límites…”, estas palabras fueron expresadas por Dmitri Murátov, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2021, en el marco del Día Internacional de la Libertad de Prensa, celebrado cada 3 de mayo. Murátov, por cierto, subastó la medalla que otorga el comité noruego, logró venderla en 103 millones de dólares, recursos que destinó para la ayuda de refugiados ucranianos. Su advertencia viene de años de ejercer el periodismo y de entender la narrativa del régimen liderado por Vladimir Putin.
Han pasado casi 160 días desde que inició la invasión a Ucrania. Y en ese mismo tiempo se han mantenido encendidas las alertas sobre la escalada en el combate. Murátov subraya que el presidente ruso no se ha limitado en enviar amenazas entre líneas sobre lo que es capaz de ejecutar con tal de “ganar”. Lo volvió a hacer este lunes: “Partimos del hecho de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y que ésta nunca debe desencadenarse, y defendemos una seguridad igual e indivisible para todos los miembros de la comunidad mundial…”, haciendo referencia a los años de Guerra Fría en los 80, pero esto llega a manera de advertencia, una manera de inhibir el apoyo que Ucrania podría adherir a su causa, porque, precisamente, después de expresar esto, Putin recordó que su país es una de las potencias más fuertes en materia de armamento nuclear y que cualquier injerencia provocaría “consecuencias nunca vistas”.
No muy lejos de Rusia, el mismo continente: “Su categoría como la funcionaria estadunidense número tres significa que un viaje sería muy delicado…”, afirmó el gobierno chino ante la posible visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Una afrenta para el gobierno de Xi Jinping, que considera a la isla autónoma parte de su territorio. Y la anterior, más que una declaración, fue el prefacio a una advertencia: “El Ejército Popular de Liberación no se quedará de brazos cruzados…”, agregó el ministro de Relaciones Exteriores de China, en un segundo acto que llega tras expresiones similares de otros integrantes del gobierno de ese país y que comenzaron a escucharse desde que tomaron fuerza los rumores de la inclusión de Taiwán a la gira por Asia que realizará la líder demócrata de EU. Visita aún no confirmada, pero que, de ser cierta, se vería materializada en las próximas horas.
Y aún más cerca, hace unos días: “Reconfirmo que Corea está completamente lista para responder a todos los enfrentamientos militares con Estados Unidos…”, afirmó Kim Jong-un, líder en Corea del Norte, durante la celebración del llamado Día de la Victoria. Precisamente ayer, mientras EU confirmaba que abatió a Ayman al-Zawahiri, sucesor de Bin Laden en Al-Qaeda, durante una operación militar en Kabul, el secretario general de la ONU sentenció: “La humanidad está a sólo un malentendido, un error de cálculo, de la aniquilación nuclear…”. Un error que podría costar la vida de millones.