Muy lejos quedó ese mexican moment, que con todo y sus faltantes, atrajo la Inversión Extranjera Directa. En el 2013 la reforma energética abrió el petróleo y la electricidad, pero también hubo las reformas en telecomunicaciones y competencia, que traían reglas claras para competir y de largo plazo. Eso quedó atrás.
DOS AÑOS FUERA DEL RADAR DE INVERSIONES
Ahora, en cambio, por segundo año consecutivo, la consultora Kearney nos deja fuera del ranking de los principales 25 destinos más atractivos para invertir en el mundo. Estamos fuera del radar de los inversionistas internacionales.
Todavía en el 2019 los empresarios foráneos nos mantuvieron en la rayita del último lugar, la posición 25, del ranking. Pero en el 2020 y en el 2021 nos quedamos fuera. No aparecemos en el Índice de Confianza para la IED. Cuando en el año 2015, muy neoliberales y fifís, pero estábamos en el lugar 9º.
En México traemos un clima poco propicio para la inversión, nacional y extranjera. Además de haber cancelado proyectos público-privados millonarios, con supuestas consultas populares, como sucedió con el aeropuerto de Texcoco, ahora han venido una serie de iniciativas anticompetencia, que alejan todavía más las inversiones.
La reforma eléctrica es un claro ejemplo. Una reforma que relega la competencia y las energías renovables. Que regresa a la Comisión Federal de Electricidad a ser monopolio estatal, para que se le compre su energía, aunque sea más costosa y más contaminante. Por esta iniciativa hay un alud de amparos privados. Los extranjeros refrendarán su trato nacional en acuerdos comerciales. Y la Comisión Federal de Competencia Económica, desde luego pedirá la inconstitucionalidad.
REFORMA DE PEMEX Y SUBCONTRATACIÓN
Y vienen otras iniciativas antinversión.
Una de ellas va a ser la petrolera, donde se regresará a Pemex al nivel de monopolio de Estado. Petróleos Mexicanos lleva dos años perdiendo cantidades muy fuertes (el último año perdió más de 20 mil millones de dólares). Sigue siendo capitalizado por el gobierno. Hacienda se hace cargo de amortizar su deuda. Paga menos por Derechos de Utilidad Compartida. Y… produce menos.
Se congelarán las rondas energéticas. Pemex seguirá viendo al pasado siglo XX, con inversiones en refinerías y combustóleo.
La otra iniciativa antinversión puede ser la de subcontratación. Es cierto, como dice el presidente López Obrador y Luisa María Alcalde (secretaria del Trabajo), que hubo una subcontratación para dejarles de pagar a los trabajadores sus prestaciones sociales. Pero la figura de subcontratación debe seguir para dar flexibilidad laboral. Y todos los ojos están puestos en ver cómo van a terminar con el famoso reparto de utilidades, porque si es muy elevado, simplemente será un incentivo para que las empresas se vayan a la economía informal.
Esperemos que estas iniciativas anticompetencia, que se están proponiendo, una tras otra, vayan desapareciendo. Y que el gobierno ayude a mejorar el alicaído clima de inversión, pensando que es el principal mecanismo para generar empleos, riqueza y crecimiento.