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Movilidad... con ciencia

Movilidad... con ciencia

Todos los problemas complejos se resuelven con soluciones similares, y es una falacia pensar que una sola medida será suficiente, como la aplicación de un reglamento de tránsito.

 

 

30 de Diciembre de 2015

Por Enrique García y García*

Han pasado casi tres semanas de la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Tránsito para la Ciudad de México y lo único que ha ocurrido son las innumerables protestas de los ciudadanos obligados a cumplirlo. El tema se ha abordado desde diferentes ángulos y destacan las críticas jurídicas emitidas y publicadas en el periódico Excélsior por algunos  profesionistas1  que dan pie a la elaboración de juicios de amparo para combatir el ordenamiento en cuestión.

Los defensores esgrimen que se trata de educar a los ciudadanos en aspectos de movilidad, pero desde mi perspectiva el método utilizado es coercitivo, es decir, “o te educas o te multo”, claro está que el efecto paralelo es recaudatorio de ingresos para la ciudad, pero está lejos de atender el problema fundamental y espíritu del legislador al elaborar la norma, que es, o debería ser, el de mejorar la movilidad vehicular citadina.

Sin embargo, poco se habla del origen del problema, que es la saturación de vehículos en calles, avenidas y vías rápidas a toda hora y día de la semana. Por más que se tengan conductores educados la circulación no mejorará, pues lo que sobran son coches y camiones, o en su defecto vialidades que descongestionen el tráfico; en el primer caso el programa Hoy No Circula está rebasado y, en el segundo, la habilitación de “segundos pisos” también.

Cualquier estrategia de acción debe contemplar múltiples acciones no técnicas, como lo son las campañas de educación vial a diferentes niveles, y otras más que son de corte político-gubernamental, como la implantación de un plan de desconcentración de la administración pública y empresarial, que a largo plazo incidirá en una disminución del número de vehículos. Éstas son palabras mayores y a largo plazo que causarán pánico en muchas personas aferradas a la ciudad porque consideran que allí se decide todo. No obstante es necesario empezar a romper ese creciente círculo vicioso y en el ínterin a actuar con conciencia ciudadana, pero también con ciencia. Abundo.

Todos los problemas complejos se resuelven con soluciones similares y es una falacia pensar que una sola medida será suficiente, como la aplicación de un reglamento o la construcción de un nuevo Periférico.

Es necesaria la elaboración de una estrategia que atienda todas las facetas que tiene la situación actual, empezando por identificar la génesis del problema y la serie de acciones para su solución a corto, mediano y largo plazos. Lo anterior requiere la participación de especialistas en el tema, sean nacionales o extranjeros, y estoy seguro de que los hay.

Es necesario darle un toque científico al asunto haciendo simulaciones virtuales  con todas las variables y parámetros, como por ejemplo: caudal vehicular (número de autos y camiones), dimensiones de ductos (calles y avenidas), densidad del medio (zonas urbanas conflictivas), viscosidad del medio (movilidad puntual), presión en el ducto (taponamientos), velocidad del flujo (tráfico variable) y otras más que se deben incluir en las ecuaciones correspondientes, para después obtener las soluciones. Como ven, el problema no es sencillo, pero el tráfico de la ciudad así es, complicado, pero se puede atender con el concurso de ingenieros expertos que resuelvan la problemática situación.

Así las cosas, se deberán elaborar diferentes escenarios y analizar el efecto de aplicar ciertas medidas, algunas de ellas drásticas como las que ya se aplican en Italia2, como puede ser la restricción de circulación a vehículos con placas pares y nones en algunas zonas, el establecimiento de varios horarios de entrada de escuelas y centros de trabajo, y otras más que son costosas, como la construcción de distribuidores viales. Lo anterior deberá estar suficientemente respaldado con un eficiente sistema de transporte colectivo que dé congruencia a las ecuaciones viales elaboradas.

Una mejor movilidad vehicular se logra poco a poco a partir de una conciencia ciudadana en educación vial, y a corto plazo se puede alcanzar con ciencia. Juego de palabras que, sumadas, hacen una acción más efectiva.

Agradezco su lectura y comentarios y aprovecho la ocasión para desearles un feliz y próspero Año Nuevo.

 

1 “Cultura vial” .J.L. Vargas Valadez, Excélsior, diciembre de 2015http://www.excelsior.com.mx/opinion/jose-luis-vargas-valdez/2015/12/25/1...

2 “Declaran contingencia en varias ciudades italianas…” Excélsior, diciembre de 2015 http://www.excelsior.com.mx/global/2015/12/28/1065660#imagen-2

28 de diciembre de 2015

 

Cualquier comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo electrónico:   Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla. y también en twitter @fisicogarcia

 

* Físico nuclear, egresado de la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de  tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.