24 de Diciembre de 2015

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, sabe que el porvenir de México no es negociable. Por eso ha dejado bien claro que “cualquier maestro o grupo de cualquier tipo que quiera violentar el derecho de los maestros a la evaluación, que quiera seguir protegiendo a los líderes que no quieren perder sus privilegios y que no les importa la educación de los niños y que quieran evitar por la fuerza que se lleve a cabo la evaluación se van a enfrentar a la fuerza pública, no permitiré que eso suceda y garantizaré el derecho de los maestros a evaluarse”. Así lo dijo y lo ha cumplido. Tiene talento, agallas y equipo.

La segunda jornada de evaluación al desempeño docente del 21 y 22 de noviembre alcanzó una participación de 94.3% en 28 entidades del país, entre ellas Michoacán, que por primera vez aplicó este tipo de examen al magisterio, luego de la entrada en vigor de la Reforma Educativa, en septiembre de 2013, informó Javier Treviño Cantú, subsecretario de Educación Básica de la SEP, sin duda, uno de los cuadros más sólidos y competentes con que cuenta el secretarioNuño Mayer para acometer con éxito las trascendentales tareas que tiene encomendadas por Enrique Peña Nieto.

Javier Treviño trae en la médula la destreza para optimizar la aplicación de los recursos disponibles con austera eficacia y alcanzar metas ambiciosas con precisión y sin alardes. Adquirió una visión cosmopolita de los retos que confronta México a su paso por Harvard y en altas responsabilidades en Cemex, al lado de un titán de las dimensiones y talento de Lorenzo Zambrano, muerto demasiado temprano por desgracia. La política, obra siempre de las circunstancias, según dicho certero de Adolfo Ruiz Cortines, que algo entendía de estas cosas, lo privó, por ahora, de la oportunidad temprana de ser gobernador de Nuevo León.

Pero esas mismas circunstancias lo han situado en la posición estratégica que ahora ocupa y ante el reto de entregar sin reservas sus talentos para ayudar a queNuño Mayer culmine con éxito pleno el ambicioso proyecto de la Reforma Educativa que, con valentía poco común, ha puesto en marcha.

La Reforma Educativa, que apenas comienza, es el proyecto de cuya cabal concreción depende, como de ningún otro factor, el despegue de México hacia el desarrollo democrático que hará de la nuestra una nación prospera y un día poderosa. Se equivocan los enemigos de la educación pública que quieren achacar las fallas de la educación mexicana a los maestros que son el mejor aliado con el que cuenta la autoridad educativa. Entre los maestros destaca la postura progresista y patriótica del Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE) que, con talento y visión de futuro, dirige Carlos Jonguitud Carrillo.

La Reforma Educativa devolverá a México la fe en su destino de grandeza y restaurará las vías de movilidad social acorde a lo requerido para el crecimiento de la economía nacional y la prosperidad de los mexicanos. Es de la más alta prioridad. México se juega su porvenir como nación soberana en las heroicas trincheras de la educación. Esta batalla apenas empieza.