Los omnis de AMLO
22 de Noviembre de 2015
Nuevamente lo hizo, Andrés Manuel López Obrador acaparó la atención mediática cuando fue ungido como líder nacional de Movimiento Regeneración Nacional convirtiéndose así en su guía, profeta y gurú.
Para su partido es como un ser divino con características de deidad. López Obrador es un político omnipresente, porque está en todas partes. No se encuentra limitado por el tiempo ni por el espacio ni las reglas electorales. Puede estar haciendo campaña y, al mismo tiempo, aparecer en miles de hogares mexicanos gracias a los spots en los que promueve, supuestamente, a su partido, pero cuya única figura es él.
Pero, además, todo mundo lo tiene, por lo menos, en la cabeza. El líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, lo critica por utilizar los tiempos oficiales para promocionarse; Miguel Barbosa, coordinador parlamentario del PRD en el Senado, lo defiende. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, quiere hacer alianzas con él y a Jaime Rodríguez, El Bronco, gobernador de Nuevo León, le incomoda la popularidad de El Peje y lo acusa de gastar el dinero público para promoverse. La ubicuidad del tabasqueño le permite estar en boca de todos.
El exjefe de Gobierno del Distrito Federal es omnipotente. Tiene un poder que lo abarca todo, por lo menos, en su partido. Por eso, el viernes fue designado por aclamación y sin haber pasado por la molesta votación de las urnas, como presidente de Morena para el periodo 2015-2018. El poder de El Peje en su partido es omnímodo, absoluto y total. Nadie fue capaz de competir con él por el liderazgo del partido. ¿Quién sería capaz de enfrentarse al supremo creador?
Esto lo convierte en líder, estratega, vocero, figura y, próximamente, candidato presidencial. Los militantes de Morena tienen la última palabra en todas las decisiones del partido: “Lo que quiera Andrés Manuel”.
Si esto no fuera suficiente, el examigo del carnal Marcelo tiene el don de la omnisciencia, porque lo sabe y conoce todo. Él decide quiénes son los abanderados de su partido y cuáles son las reglas de la elección: dedazo o tómbola. Fue con este último método como Morena eligió a sus candidatos plurinominales a diputados para la elección del 7 de junio próximo. Los mejores lugares, por supuesto, fueron reservados para cercanos.
Es capaz de romper mitos como el que Morena siempre vota en contra de todo. Con la elección del viernes se comprobó que puede votar a favor y en positivo a favor de alguien, aunque sea de López Obrador.
El expriista y experredista es, además, omnívoro porque tiene la capacidad de alimentarse de todo. Los escándalos y la polémica son sus platillos favoritos. Cada ataque que recibe lo aprovecha a su favor. Si el presidente Enrique Peña Nietohabla de populismo en Nueva York, él de inmediato se pone la camiseta y dice que: “Si por ser honesto, por actuar con responsabilidad social y luchar por la vía pacífica me acusan de populista, que me apunten en la lista”.
Si se habla de una reforma electoral para regular la equidad en el uso de los tiempos oficiales, él sube a su página de Facebook que acudirá a organismos internacionales de justicia y de derechos humanos para denunciar la reforma electoral en su contra.
El Peje ha vivido, está provisto de un mecanismo omnidireccional capaz de lanzar sus ataques y sus críticas a quien se le pare enfrente sin importar color partidista. Por todas estas características, López Obrador se ha vuelto el omnipolítico a vencer; en los diferentes partidos políticos ya sienten omnipasos en la azotea