Por Enrique Briceño León.
En "Milenio Laguna" veo un artículo de Sergio Gómez, un colaborador de ese periódico, y no salgo de mi incredulidad al ver que haya uno como él que escriba en un medio de comunicación masiva, con tanta ignorancia, tanto sarcasmo, tanta inconformidad social y tanta fobia personal hacia la vida del ser humano en Sociedad.
En síntesis habla de que en México las escuelas no nos educan, nos adiestran como a los animales, a ser obedientes a las reglas que imponen los poderosos, por ello los que no siguen esas normas de conducta son disidentes y se tornan peligrosos, y son castigados, por eso los maestros oaxaqueños ponen en peligro al sistema, por eso los maestros oaxaqueños son tan peligrosos, concluye.
Después de leer sus comentarios, me pregunto:¿Qué es lo que desea esta persona? ¿Vivir en la Anarquía total, en donde NO haya orden en absoluto y cada quien haga lo que mejor le parezca?.
Desde que el ser humano decidió vivir en Sociedad, vio la NECESIDAD de hacerlo bajo ciertas normas , reglas y leyes que aseguraran la pacífica convivencia entre sus integrantes; y por ello estableció las Obligaciones para todos sus integrantes. También se establecieron los Derechos para ellos, ya que hay que recordar que todo derecho implica Obligación(es).
Las organizaciones más antiguas : Ejércitos, Iglesias, familias; son aquellas que han impuesto NORMAS a sus integrantes.
Creo que NO hay que confundir Orden, Disciplina, etc. con imposición intransigente o limitativa de nuestro potencial creativo personal. También creo que este articulista está muy confundido respecto a este tema. Si los alumnos NO quieren cumplir con las Normas y Reglamentos de una Institución educativa, tienen toda la libertad para NO inscribirse en ella; y a su vez, la Institución tiene todo el derecho para expulsarles si no las cumplen. Así de sencillo.
Si un trabajador no quiere cumplir con lo establecido por la empresa, tiene todo el derecho para renunciar y buscar otro trabajo,en donde es seguro que encontrará otras obligaciones que tal vez tampoco sean de su agrado, pero que si se compromete a cumplir, después NO debe andar quejándose de ellas.
Lo más triste es que esos "maestros" oaxaqueños cobran por un trabajo que se supone deben realizar; y dicho trabajo brilla por ausencia, pero aún así tienen el descaro de cobrar y de exigir que se les pague.
Saquen sus propias conclusiones, ........pero: "Por eso estamos como estamos". Confundimos la magnesia con la gimnasia.
¿Usted, qué opina?
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