30 AGO, 2022
Activo empresarial
JOSÉ YUSTE
Si Bill Gates o Steve Jobs hubieran nacido en México, seguirían en sus garajes. Estos empresarios tuvieron las enormes aportaciones de crear un lenguaje fácil para comunicarse con las máquinas, como fue Word en el caso de Gates, o de haber revolucionado los usos digitales con el mundo Apple, como fue el caso de Steve Jobs. Pero salieron de sus garajes, crearon empresas, se ampliaron, tomaron riesgos, adquirieron equipo y personal, gracias al financiamiento.
La diferencia en el desarrollo empresarial son las ideas, sin duda, pero también el acceso al financiamiento para poderlas hacer realidad.
En México, las empresas no tienen financiamiento.
El dato es demoledor: el 53.4% de las empresas mexicanas en su vida han tomado un financiamiento, por lo menos formal. La Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin 2021), levantada por el Inegi y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, arrojó el dato revelador, donde las empresas mexicanas no podrán salir adelante sin financiamiento. O bien se quedarán en tamaños muy reducidos.
TASAS Y TRÁMITES, LOS OBSTÁCULOS
Y claro que el tamaño sí importa. El 53.4% de las empresas grandes, con mayor acceso a los créditos, pero también a las asesorías, tomó financiamiento.
En cambio, apenas el 24.5% de las microempresas tomó un financiamiento. Para las empresas hay claros limitantes para el financiamiento. En primer lugar, con un enorme 61.8% de las empresas encuestadas, su principal obstáculo para tomar financiamiento es la tasa de interés, demasiado elevada en créditos empresariales.
En segundo lugar, otro fuerte limitante son los muchos requisitos exigidos por los bancos. Los muchos requisitos representan el 39.25% de los obstáculos para tomar un crédito.
Y se pueden sumar a los muchos trámites, que son el principal obstáculo para el 33.4% de las empresas. O los términos de pago no accesibles, que representan el 30.4% de los obstáculos. Por cierto, los limitantes para tomar financiamiento son varios y las empresas respondieron más de uno, por ello no suman el 100 por ciento.
¿Y LA BANCA DE DESARROLLO? O BANCOS COMERCIALES
En la presentación de la Enafin 2021 estuvo Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, y desde luego, quien la hizo: Gabriela Márquez, presidenta del Inegi, y Jesús de la Fuente, presidente de la CNBV. Es el momento de que la banca de desarrollo llene esos vacíos de crédito que los bancos comerciales no pueden llenar. O bien, que los bancos comerciales vean que el financiamiento empresarial es todavía un reto mayúsculo. Que el 53.4% de las empresas mexicanas no tomen financiamiento es grave. Limita su crecimiento, su desarrollo, les impide acceder a tecnologías y siguen dependiendo del crédito de proveedores, si no es que de círculos informales de crédito.
CERVECERAS, DE SER ESTRELLA EXPORTADORA A…
¿Cómo fue posible que de ser el principal producto exportador, uno de los campeones del T-MEC, ahora el presidente López Obrador sugiere que las cerveceras pudieron especular con el agua? En uno de sus 13 spots por el IV Informe de Gobierno, el mandatario mete en el saco de la especulación del agua a los cerveceros. Y, sinceramente, no se lo merecen.
Se les podrá recriminar un mayor esfuerzo para ahorrar agua. O que paguen bien impuestos. O que busquen cómo instalarse en el sureste (claro, si hay infraestructura, sobre todo gas y electricidad). Pero no se les puede tildar de especuladores.
Heineken, Grupo Modelo, Constellation Brand; Minerva, entre muchas otras compañías, no han respondido. Quizá porque temen una respuesta del gobierno todavía peor. Vaya, ni siquiera en este caso Cerveceros de México. Es una lástima: tienen con qué.
Cerveceros de México recuerda que aportan el 1.5% del PIB; 715 empleos en total; el IEPS a cerveza contribuye al fisco con 37,500 millones de pesos. Y son los principales exportadores del mundo.