Carlos Valencia & Clipper Montemayor
Por Jesús Alberto Rubio.
Carlos Valencia con seis producidas y dos cuadrangulares apuntaló un gran primer triunfo de los Yaquis al iniciar su playoff ante los Cañeros de los Mochis al son de 7-4.
Lo que ocurrió al cierre del décimo, de película:
Primero, Leo Heras negoció base; luego, Christian Villanueva lo avanzó con toque de sacrificio, llegando Dustin Martin con hit al derecho para el dramático empate a cuatro. Enseguida, Max Ramírez también pegó hit.
Acto seguido “El Chapis” se iba a vestir de héroe: ¡jonrón de tres carreras al izquierdo! y así marcar la diferencia en medio del júbilo de la afición cajemense en el Tomás Oroz Gaytán.
Y, todo, frente a Andrés Ávila, el guaymense que empató este año el record de salves (23) en una campaña.
“Chapis” Valencia tuvo otros dos instantes de oro: en la segunda, cuadrangular para empate a dos; luego en la sexta, sencillo productor también emparejar el cartón a tres.
O sea, que ¡más que caliente su bat!
En los otros frentes, Venados pasó 4-1 sobre Mayos y Mexicali 2-1 ante Charros, refrendando también –como los Yaquis de Obregón—su calidad de favoritos en esta primer ronda del playoff del circuito.
“Clipper” Montemayor
“El Clipper” no olvida su estancia con Obregón en los años 60´s:
Y es que en la campaña 1962-63 en la Liga Invernal de Sonora, dirigido por Luis "Molinero" Montes de Oca, demostró su clase bateadora:
Fue el campeón jonronero, ganándole la carrera ni más ni menos que a Héctor Espino (14 por 13), que por cierto fue el campeón bat.
Con él jugaron Rubén "Cangurito" Amaro, Pancho García (marcó récord con 21 estafas); Jesús "Chuy" Bustamante, Jaime Corella, Jaime Favela, Willie, Ramón Arano, Baldemar Carmona, entre otros.
En esa campaña casi empataba la marca de juegos consecutivos pegando de hit de Bustamante (23) al quedarse con 22, detenido por César "Oloroso" Gutiérrez.
En su segunda campaña con los Yaquis, estuvo en funciones de mánager; sin embargo, en entreviste que le hice hace unos años, recordó que había sido operado de un menisco y a los dos meses tuvo que dejar al equipo porque la cirugía no había quedado bien.
Esa vez, le pregunté sobre el significado de su arribo a Ligas Mayores en 1953 y dijo que para cualquier pelotero y más el latino, es algo por demás grande:
Citó que ese año sólo estaban Beto Ávila, Vinicio García y él:
“Todavía había racismo, había pocos latinos y era difícil competir; además, la Liga Nacional tenía sólo ocho equipos y no 30 como ahora. Por supuesto, la preferencia era para los norteamericanos”.
En su estadía de dos años conectó par de cuadrangulares en un mismo día (1955) ante los Cardenales de San Luis.
“El primero lo dí en 1953 a los Gigantes, sólo que para la cuarta entrada llovió ese batazo ya no contó”.
Mexicali y Pelícanos
Antes de que debutara en la Gran Carpa, Montemayor estuvo con Mexicali en la Liga Sunset, Clase “C”, (1950) donde a sus 22 años bateó .319, 20 jonrones, 30 dobles, trece triples (161 hits). Mejor debut no pudo haber tenido en el beisbol de EU.
Luego, también con la organización de Pittsburgh, del 51 al 54 jugó como jardinero con los Pelícanos de Nueva Orleans, Clase “AA” de la Southern Asociation.
En 1953 fue subido al equipo bucanero para debutar en MLB y jugó únicamente 28 partidos (cuatro dobles, dos impulsadas y sólo .109). Recibió cuatro bases y abanicó en trece ocasiones.
A sus 25 años se convertía en el sexto pelotero mexicano en alcanzar ese sueño.
El pionero había sido Melo Almada (1933, Boston Red Sox), seguido de José Luis “Chile” Gómez (1935, Filis; Jesús “Jesse” Flores (1942, Chicago Cubs; Beto Avila (1949, Indios) y Procopio Herrera (1951, Cafés de SL).
Volvió en 1954 a los Pelícanos y otra vez estuvo en plan grande con 24 cuadrangulares y .309 de bateo, con 30 dobletes y seis triples.
En el 55 regresó a los Piratas y en 36 juegos bateó .211, ocho producidas, dos jonrones, un doble y tres triples.
Jugó con Cienfuegos en Cuba
También recordó su incursión en la Liga Invernal de Cuba, lo cual calificó de excepcional (1952-1953) porque fueron contados los peloteros de aquella época que llegaron a ese fuerte beisbol. “Eso me sirvió de escalón para llegar a Ligas Mayores”.
Ahí estableció récord con dos grand slams en dos juegos seguidos (28 y 30 de diciembre de 1952) ante los Azules de Almendares.
“El Clipper” concluyó con .258, convirtiéndose en el líder del circuito en triples (5), además de que conectó siete cuadrangulares.
Al término de campaña se quedó en La Habana para unirse a los Piratas de Pittsburgh que iban a tener ahí sus entrenamientos primaverales.
Citó que también jugó en Nicaragua donde impuso la marca de jonrones (21) “y hasta gané un juego como pítcher. Grandes recuerdos, muchos amigos en ese país”.
¿Roberto Clemente?:
“Cuando llegó en 1955 no era el estrellón que luego fue; un gran amigo, muy profesional que se ganó a pulso el ser lo grande que le conocimos a pesar de haber sido subestimado por la presencia de gente como Duke Snider, Mickey Mantle y Willie Mayos. ¡No lo tomaban en cuenta!”.
Clemente, reiteró, fue un extraordinario jugador y gran amigo.
¿La Liga de la Costa?
“Creo que sin subestimar al actual, era de muy alto nivel a pesar de las condiciones en que se jugaba, como eran los parques de pelota, que no eran propiamente para un beisbol profesional; perdonando el calificativo, pero era casi primitivos”.
Además, añadió, se enfrentaban a gran cantidad de peloteros que luego fueron estrellas en Ligas Mayores, como Eddie Ford, Mike García, Don Larsen, Bob Lemon… “era un mejor beisbol comparativamente hablando”.
¿Por qué Clipper?
Claro que sabíamos la razón, pero era otra gran oportunidad para preguntárselo:
“Humildemente lo digo, ya que quizá alguno de los cronistas de aquellos años, me compararon con Joe DiMaggio, el “Yankee Clipper”, por mi forma de jugar, batear, correr o fildear… te digo, ser comprado con un señorón de esos, en verdad, mucho orgullo”.
ENTREVISTA AL CLIPPER:
http://pelotapimienta.mx/la-leyenda-del-clipper-el-reg…/3488
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