Jefe Seattle, ecologista
• ¿Pelotas autografiadas?
• ¡Felicidades, "Chanate"!
* El gran Minnie Miñoso
Por Jesús Alberto Rubio.
Si le digo que tengo pelotas autografiadas por Mickey Mantle, Jackie Robinson, Joe DiMaggio, Willie Mays y Babe Ruth… ¿me lo creería?
¿O bien, que presumo que en mi vitrina pelotas con las firmas de Beto Ávila, Héctor Espino, Vinicio Castilla y Ronnie Camacho?
A ver…
De las primeras, obviamente, ¡no es verdad!; en cambio, de las segundas en mención, ¡ahí sí que tengo ese privilegio y orgullo!
Incluso, traigo perdida entre mis acervos la que un día me firmó Fernando Valenzuela, imagine eso.
¿Y a qué viene este tema?
Fácil: porque el cumpleañero de este día 7 de junio, el amigo empresario Rodolfo Eugenio Ontiveros Chávez, fue quien hace unos años amablemente me regaló la pelota autografiada por Beto Ávila y pues ya se imaginará como quedé con ese noble gesto de su parte.
Mis felicitaciones y abrazos al gran “Chanate” Ontiveros, sí señor.
Abrazos, amigo.
Minnie” Miñoso
Mire usted: Vaquero Train, quien trabajó 36 años como maquinista del ferrocarril Chihuahua-Pacífico (“El Chepe”), desde Ciudad Juárez, me preguntó si Orestes Miñoso jugó con los Naranjeros de Hermosillo.
Rápido le contesté que sí y le conté esa historia de cómo llegó al equipo Naranja.
Aquel capítulo, inolvidable quedó registrado de la siguiente forma:
Higinio Reynoso, siendo gerente de los Naranjeros, fue quien firmó en 1966 a Orestes “Minnie” Miñoso.
Arcadio Valenzuela era el presidente del Club.
“El Cayo” se había sacado “la lotería” al conseguir los servicios del cubano.
Miñoso llegó procedente de Chicago, estacionándose en Nogales, Arizona, donde estuvo alrededor de una semana arreglando los papeles migratorios para entrar al país, por lo que Higinio se trasladó hacia esa ciudad para lograr ahí mismo la firma de su contrato para que fuera el mánager y bateador designado.
¿Y cómo era Orestes cuando estuvo aquí en esa época?, le pregunté una vez?
“Educado, decente, caballero, “y un alma de Dios”. Incluso, pregúntame si le gustaba el baile. Llegó con su señora, muy guapa y cuando la llevaba al “Fernando M. Ortiz” “alborotaba toda la gallera” en el graderío”.
También acudió a su memoria para decirnos que cuando se lesionaron Sergio Robles y Juan Antonio Chan, dos o tres veces jugó en la receptoría.
“Imagínate recibirle a Felipe Leal, quien tiraba “lumbre”… y pues ahí también demostró su valentía como pelotero. Y es que catcharle a Felipe, no cualquiera, pero Miñoso lo hizo y muy bien”.
Esa temporada Orestes Miñoso fue el campeón bat con .344 quitándole la racha de seis títulos consecutivos a Espino, quien se quedó con .338.
Hermosillo tuvo a su mejor pitcher en Alfredo Ortiz (12-6 y 2.70), quien también jugó como jardinero y bateador emergente. Jay Carden también tuvo buenos números (11-6 y 2.53).
El colega Jesús Arturo Llanes Camacho (+) una vez me dijo que cuando el “Minnie” llegó a Hermosillo, en su presentación en una rueda de prensa, expresó con su característico tono cubano una frase que se volvió famosa en aquella época: “Señores, yo tengo el mejor barco de la compañía”.
También recordó que esa vez se ubicó como el único pelotero extranjero que en la historia del equipo Naranja ha pegado 100 o más hits en temporada (104).
Sin duda, excelentísimo bateador.
En 1969-70 también logró ser el campeón bat con los Venados de Mazatlán (.359).
En general, de “Minnie” cuánto no hemos escrito, inclusive lamentándonos el por qué no ocupa un nicho en el Salón de la Fama del béisbol de Ligas Mayores.
En el de México, está desde 1996.
También ha sido exaltado al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe (2015) y un año antes en el Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
Florentino Duarte Ahumada:
El gran “Minnie" Miñoso: tuve la dicha de compartir a su lado como Mánager Campeón con León, sucursal de los Charros de Jalisco (circuito de novatos); Delfines de Puerto Vallarta, en la Liga del Noroeste, y Mineros de Cananea, en la Norte de Sonora.
Seattle ecologista:
Seattle es considerado en la actualidad uno de los mayores referentes del movimiento ecologista gracias a la carta que en 1855 envío a Franklin Pierce, presidente de los Estados Unidos, en la que, entre otras cosas, ponía de manifiesto la importancia de cuidar de los recursos naturales, resumiendo su pensamiento con esta frase: "Todo lo que le ocurra a la Tierra, le ocurrirá a los hijos de la Tierra".
http://www.editorialalaire.es/…/mensaje-ecologista-del-jef…/
https://www.sostenibilidad.com/…/seattle-y-los-hijos-de-la…/