Por Jesús Alberto Rubio.
Con su efectiva recta cortada, Kenley Jansen representa la poderosa arma en el bullpen de los Dodgers.
En esta postemporada, el de Curazao lleva tres salvados, una victoria y 10 ponches en seis innings, con apariciones en todos los cinco partidos con apenas una carreras sucia permitida.
Y si hablamos del bullpen azul, mire: no ha permitido un hit en sus últimos 8 2/3 innings de labor.
Obviamente, el cerrador non Jansen es el as de oro en esa función.
Y fíjese: Kenley, quien se distingue por su proeza en la lomita como por la buena disposición a la hora de trabajar más de una entrada, desea ser como Mariano Rivera.
Ya se le compara con quien se convirtió en una leyenda vestido de NYY, el futuro Salón de la Fama, el panameño Mariano Rivera.
Jansen no ha tenido la oportunidad de conocerlo personalmente, pero espera que eso suceda este invierno y anhela recibir consejos del líder en salvados de por vida.
Detalles…
Kenley es políglota: inglés, español, francés, holandés y el papiamento, el idioma oficial de Aruba.
Sabrá usted que antes de ser pitcher, jugó varias posiciones, incluyendo la de receptor.
Sobre ese capítulo, anote lo que dijo, en especial la razón del por qué en el cambio de catcher a lanzador:
“Sí, definitivamente fue el brazo. Recuerdo en el Clásico Mundial de Béisbol en Puerto Rico agarré a Willy Taveras de out en tercera. Ahí mostré cómo podía tirar de rodillas, agarrando de out a Ryan Braun de rodillas. Me vieron hacer eso. Había estado haciéndolo más en las ligas menores. Eso fue lo que hizo que los Dodgers tomaran esa decisión de ponerme en el montículo”.
No, pues sí.
Alex Cora
El boricua Alex Cora tiene a la mano dos opciones para ser mánager: Red Sox y Mets de NY.
Cora, es el coach de banca de los Astros.
Jugó 14 temporadas como infielder en la Gran Carpa y más reciente ha sido analista en la cadena ESPN, manager y gerente general de los Criollos de Caguas.
También fue el gerente general de la selección de Puerto Rico en el IV Clásico Mundial de Béisbol, team que cayó 8-0 en la final ante el campeón Estados Unidos.
Ya veremos en este invierno.
Tips:
1.- Vienen con todo: Los mejores equipos hasta hoy en la temporada actual de la LMP: Tomateros y Charros, con 5-0, además de Naranjeros de Hermosillo (4-1). Esto apenas empieza, pero vale más asegurar triunfos y puntos por aquello de lo que te truje más delante. Y los más “malitos: Mochis y Obregón… ¡con 05! Navojoa también no hace malos quesos: 1-4. ¿Qué pasa…?
2.- Sí, sí: el tablazo decisivo de Justin Turner evocó –mismo día pero de 1988-- el que dio a Dennis Eckersley hace 29 años Kirk Gibson –como emergente-- en el Juego 1 de la Serie Mundial contra Oakland. Turner, el Barba roja”.
3.- Expectativa: La serie Dodgers/Cubs continuará este martes en el histórico Wrigley Field de Chicago: suben a la loma, Kyle Hendricks vs Yu Darvish. Veremos. Se supone que debe ganar Yu.
4.- Terrible: Hasta antes del tercer juego de lunes, Aaron Judge bateaba de 31-4 (.129) en la postemporada, con 19 ponches. Por su parte, Gary Sánchez ha dado un par de cuadrangulares, pero su promedio en estos playoffs es de .176 (34-6), con 15 ponches. Como equipo, Nueva York ha abanicado 96 veces en un total de 270 turnos oficiales. Dios mío.
5.- ¿Desea conocer quiénes son los hombres de azul (umpires/ampayers) de la actual campaña de la LMP?: Ok: aquí los tiene: https://www.lmp.mx/umpires
6.- Gente grande de beisbol: Arturo Rey (Cd. Camargo, Chihuahua); Jaime López (Empalme) y Ernesto Munro Palacio (Puerto Peñasco), felices por una gran razón: ¡su cumpleaños! Por supuesto, mis felicitaciones y abrazos desde esta trinchera. ¡Estamos, amigos!
7.- Va que vuela: Esto apenas inicia, pero ya Alex Flores Carrillo, el receptor de Naranjeros despunta como líder bat de la campaña: .722.
8.- Yasiel: En la postemporada, Puig ha conectado 7 hits en 16 turnos con cinco boletos y seis impulsados. Ya excedió su total de impulsadas en los playoffs, algo coronado con su primer cuadrangular de postemporada en el primer juego ante Chicago… ¡Viva Cuba!
Héctor Barrios en Redesbeisbol:
Las excepcionales características del béisbol en los 1990s fueron los récords de ponches, de cuadrangulares, los lanzadores de relevo y los nuevos estadios.
El juego fue esencialmente definido por bateadores usando bats con mango muy delgado y tirándole a la pelota tan rápido como les fuera posible, teniendo como resultado un hit de extra base o un ponche.
En 1967 hubo 11.98 ponches por cada juego de Grandes Ligas (5.99) por equipo. Algunas medidas se tomaron para cambiar esa tendencia.
El número de ponches en 1981 fue de 9.5 por juego. Ha habido un resurgimiento histórico hacia una tendencia de más ponches por partido, que data de los 1920s. El índice de ponches fue en aumento cada década en aproximadamente el 10%.
