Por Jesús Alberto Rubio.
Una vez más “Mad Max”, o sea Max Scherzer (6-3), demostró el por qué está ubicado como uno de los grandes lanzadores de la época moderna del beisbol de Ligas Mayores.
Acaba de lanzar su primer juego completo de la temporada para ganarle 3-1 a Frisco con pitcheo de 5 H, 11 K y cero bases y con ello los Nats lograron la barrida en el l AT & T Park, además de llegar a ocho triunfos en sus últimas diez salidas.
Sólo cedió una carrera luego de que en la cuarta, cuando lleva juego sin hit, los jardineros Michael Taylor (central) y Jayson Werth (izquierdo) perdieron encandilados por las luces un elevado de Buster Posey. El fly lo tenía mucho más seguro el primero, pero cayó entre ambos. Enseguida, un doblete de Eduardo Núñez trajo la carrera.
Fue su primer juego completo desde el 11 de mayo de 2016, cuando igualó un récord de Grandes Ligas con 20 ponches contra los Tigres de Detroit.
En su trabajo utilizó 100 lanzamientos, la menor cifra que ha lanzado en un juego completo de nueve entradas en su carrera. El mínimo anterior fue de 105.
Scherzer apenas perdió un partido completo en su última salida contra los Padres, cuando tuvo que ser jalado con dos outs en la novena entrada y 13 ponches.
Por demás notable
Max fue Premio Cy Young de la Liga Americana en 2013 con Detroit; esa vez logró el triunfo en sus primeras once decisiones, quebrando la marca de la franquicia establecida por George Mullin en 1909 con 10.
Ese año terminó 21-3, siendo el único en superar las 20 victorias en el circuito; fue quinto con 2.90 de ERA, y segundo con 240 K detrás de los 277 de Yu Darvish de los Rangers.
En el 2015 tiró dos juegos sin hit ni carrera, con uno de ellos que casi era perfecto y que se le fue en el último out. Estuvo ¡a un lanzamiento de lograrlo…!
Veamos:
El primero fue el 20 junio en el que se quedó a un strike del juego perfecto cuando golpeó al venezolano José Tábata en el noveno, lo que no impidió ganara 6-0 a Pittsburgh. Esa ocasión casi conseguía el 22 juego de esa naturaleza en la historia de MLB, desde 1900.
El segundo ocurrió el 3 de octubre ante los Mets en NY, con 17 K, record para él, los Nats y el total más alto para un juego sin hits ni carreras desde la misma cantidad de Nolan Ryan, el 15 de julio del 73.
Segundo Cy Young
No todo quedó ahí: el año pasado Scherzer se convirtió en el sexto pitcher que ganó el premio Cy Young en ambos circuitos al llevarse el galardón de la Liga Nacional, producto de ser el No. 1 en ponches (284) y victorias (20-7).
Emuló a Pedro Martínez, Roger Clemens, Randy Johnson, Gaylord Perry y Roy Halladay como ganadores del premio en ambos circuitos.
Sus 20 K
No olvidemos: cuando sus 20 K del año pasado ante Detroit, se sumó a Roger Clemens (en dos ocasiones), Kerry Wood y Randy Johnson como los únicos lanzadores de las Mayores en lograr esa cifra en nueve innings.
Clemens hizo el truco lanzando con Boston el 29 de abril de 1986 contra Seattle y luego lo repitió el 18 de septiembre de 1996 en Detroit.
Por su parte, Kerry Wood, de los Cachorros de Chicago, lo hizo el 6 de mayo de 1998 contra Houston.
Y en el caso de Randy Johnson, con D-Backs, la hazaña ocurrió el 8 de mayo de 2001 contra Cincinnati en juego de 11 entradas y donde él lanzó nueve episodios.
Retos:
Además de tirar un perfecto, a Scherzer le falta abanicar a 21 para empatar la marca de los años 60´s, aunque esa hazaña se hizo en entradas extras.
Exactamente: Tom Cheney posee el record de Grandes Ligas con 21 ponches, lanzando los 16 innings que los entonces Senadores de Washington requirieron para vencer 2-1 a Baltimore el 12 de septiembre de 1962.
Veremos.
Erick Young Jr.
A ver: Erick Young Jr. llegó a Anaheim y demuestra que es pelotero de alta calidad, tal y como lo demostró el año pasado en la LMP: acaba de pegar su primer jonrón –en la octava-- para ayudar al triunfo de 2-1 con lo que los Angelinos barrieron a los Bravos de Atlanta.
Al momento, va de 11-5, para porcentaje de .455. Además de su primer obús, tiene dos empujadas, igual cifra de anotadas y estafas.
Ojalá y retorne el próximo invierno a Naranjeros, tal y como ya adelantó la franquicia.
Pujols & Jaime García
En el juego, donde todos las cámaras estaban puestas en Albert Pujols en espera de su jonrón 600 –será el noveno en la historia de MLB con esa cifra--, Jaime García tiró siete entradas para 5 H, 2K y 3B y una carrera sucia, saliendo sin decisión.
Jaime va 2-3 con 3.18 y 40 K en su primer año con Atlanta. Ha lucido muy bien, pero desafortunadamente no ha tenido apoyo ofensivo en sus últimos juegos. Así las cosas con el nativo de Reynosa, Tamaulipas, en las diez salidas que ha tenido este año.
En su novena temporada en MLB va 64-48 con 3.54 y 763 K.
Con Cardenales, su único equipo anterior en la Gran Carpa partir del 2010, dejó registro de 62-45, 3.57 y 723 K.
CESÁREO SUÁREZ NARANJO:
Recordando "esos" Juegos de Estrellas, de 1934 y 1986 - teniendo como personajes centrales a Carl Hubbell y Fernando Valenzuela - es muy significativo que cuando el "Rey Carl" ponchó a cinco bateadores consecutivamente, no solamente esos jugadores ingresaron al Salón de la Fama, sino que de los 18 que formaron los line-ups iniciales, todos excepto uno - Wally Bergier - están en el recinto de los consagrados. Por el contrario (sin que ello sea demérito para el Toro) de los cinco que abanicó únicamente Cal Ripken Jr. ha sido inmortalizado.
Ron Necciai
Respecto a la historia de Ron Necciai, quien nos presentó el profesor Héctor Barrios Fernández a través de la redbeisbol que nos compartes, sin duda que es por demás simpática, sobre todo en el juego en que ponchó a 27 bateadores, pues aunque no aceptó imparables, se le embalsaron cuatro enemigos, por diferentes motivos.
Me hizo recordar a aquel George (Jorge, por ser cubano) Lauzerique, una gran promesa de los Atléticos de Oakland allá por 1967. Había tirado juegos tremendos - uno, que llevaba sin hit ni carrera, pero no lo terminó porque el mánager lo sacó, al ya llevar los lanzamientos reglamentarios.
Días más tarde, lanzó un perfecto (de 7 entradas), y la organización lo subió al equipo "grande", pero fue una decepción. Y, no sólo allá, pues se vino a refugiar a la Liga Mexicana, con los Diablos Rojos... durando muy poco tiempo.