Historia… memoria
Por Jesús Alberto Rubio.
María Isabel García Alegría, responsable del Área de Investigación y Difusión del Fondo Reservado de la Universidad de Sonora, nos ha hecho llegar unos acervos de una enorme calidad histórica que ni contarle. Y de esas imágenes, le seleccioné dos que valen más que el oro.
Una fue captada alrededor de 1908 donde se constata que la afición el rey de los deportes llegó a Hermosillo cuando el beisbol era todavía muy joven. Ahí aparecen jugadores, muy probablemente aficionados cuyos nombres y apellidos eran Eduardo Tonella, Gustavo Aguilar y A. Monteverde. En ese caso, los créditos de las fotografías corresponden a los Hermanos Lily y Luis Guillermo Romo, en tanto la digitalización a Fernando Herrera G.
La otra fue realizada desde el Cerro de la Campana en 1881 por el fotógrafo de origen francés, Alfredo Laurent residente de Guaymas. La calle que se aprecia al lado izquierdo es la No reelección, que en ese tiempo se llamaba del Carmen y, en segundo término la Capilla del Carmen, unos 20 años antes de su ampliación y remodelación.
Al fondo la Alameda, que posteriormente se convirtió en parque Ramón Corral y que finalmente se le asignó el nombre que lleva hasta nuestros días, parque Ignacio I. Madero.
Ahí también se ve el solar donde se iba a construir, en la primera parte de la década de los años 30, el parque de béisbol --Casa del Pueblo— que 1955 sería bautizado como Fernando M. Ortiz… y que pasó “a mejor vida” en febrero de 1972.
De Beisbol Verde a…
Quizá ya se lo dije algún día que mi primera columna de béisbol se llamó “Beisbol Verde”.
Ocurrió entre 1972 y 1973 cuando Eduardo Gómez Torres era nuestro editor deportivo en El Imparcial.
Estudiaba entonces el segundo año de preparatoria (Unison) y ya jugaba con los Búhos invitado como nueva “sangre” por el profesor Gustavo Hodgers Rico, su entrenador y mánager, de modo que ni me pregunte si me gustaba el deporte y en especial la pelota que comencé a practicar desde mi niñez en Guaymas luego aquí en Hermosillo y más tarde en el quinto y sexto de la escuela primaria Gabino Barreda ubicada en la Colonia Independencia de Tijuana.
También me daba por meterme de lleno al atletismo, específicamente en competencias de saltos de longitud, altura, la prueba de 600 metros planos y los lanzamientos de baja, disco y martillo… cual tal ¡todo un All Star, imagínese!
Seguí en Hermosillo jugando béisbol juvenil –con la selección municipal, incluso—y tras terminar la prepa y cursar casi un semestre en la carrera de Letras de la Unison y seguía de reportero deportivo en el Impar, en enero de 1974 decidí irme a estudiar la carrera de Ciencias y Técnicas de la Comunicación a la Universidad Veracruzana –el ciclo escolar empezaba en ese mes-- y a la vez que me incorporaba a la sección Deportes de El Dictamen, donde de pronto me surgió la idea de llamarle a mi columna como “Spikes”.
Sin embargo pronto cambié de idea respecto al nombre de mi columna, la que a mediados de ese mismo año de 1974 decidí bautizarla como Al Bat ilustrándola con la atractiva figura (dibujo ilustrado) de un simpático niño en posición de bateador.
De ahí en adelante, al paso del tiempo, ésta se ha sostenido, con mucho orgullo y satisfacción, ahora con los últimos años con un enfoque caracterizado por establecer una rica retroalimentación con lectores y colegas, como usted mix.
Andrés Telemaco
Reporte luctuoso de Ernesto Mendiondo García:
Andrés Telemaco, destacado ex pelotero, gloria del deporte cubano y único campeón mundial de béisbol de la provincia de Guantánamo, falleció el pasado jueves a los 76 años de edad en la ciudad capital del territorio más oriental de la Isla.
Su hoja de servicio incluye que fue el único jugador de su territorio que participó en la I Serie Nacional de 1962, así como el primero que integró un equipo Cuba en esa etapa del béisbol post-profesional cubano. Descanse en paz.
ANTONIO ELIZARRARÁS CORONA:
Jesús. Lamentable el fallecimiento de Luis Rodríguez Olmo y te diré que tuve la fortuna de verlo jugar con los Diablos Rojos del México, cuando mi padre me llevaba al entonces Parque Delta, (después del Seguro Social) y formaba parte un dueto de gran poder con el tolete, al lado de Roberto Ortiz. Elegante en su juego, con una personalidad muy fuerte. La clase la lucía sin proponérselo y su sencillez era otro de los atributos que le dio mucho cariño con la fanaticada. Descanse en paz un pelotero enorme, surgido en Puerto Rico.
Y sobre el abandono y robos a la estatua de Héctor Espino, también el colega nos dice:
Jesús. Comparto tu coraje por el bat que, otra vez, le robaron a la estatua de Espino pero, ¿qué quieres?... la delincuencia está desatada en nuestro país, en todos los niveles y en todas las esferas. Y para mí, créeme, lo más extraño es que ninguna autoridad hace su chamba para que estos delitos se acaben.
¿Qué político de altos vuelos está metido en el ajo?
Y digo político porque un hijo de vecino, tú o yo, que nos robáramos un tornillo de alguna estatua, ya tuviéramos una sentencia de 2 a 5 años de cárcel. Ni duda.