Es verdad: Si los Yankees pueden llegar al séptimo inning con la ventaja, tendrán buenas posibilidades de ganar la mayor parte de sus juegos.
Un bullpen con Dellin Betances, Andrew Miller y Chapman ofrece la mayor esperanza de ver béisbol en el Yankee Stadium en octubre.
Sería un deleite, claro.
Pero, mejor esperemos.
Ayer, citamos su pitcheo; hoy, hablemos de su ofensiva:
Tiene a los experimentados veteranos Carlos Beltrán, Alex Rodríguez, Brian McCann, Mark Teixeira, Jacoby Ellsbury y Brett Gardner, además de los nuevos estelares Starlin Castro y a Aaron Hicks, que llegan para este año, así como Didi Gregorius quien viene por su segunda temporada ya como titular del campo corto.
Aaron Judge, Gary Sánchez y Jorge Mateo, son las “nuevas caras” de los NYY.
En el caso de otro nuevo talento, Greg Bird, quien debutó el año pasado (pegó once jonrones), se someterá a una operación para reparar un desgarre en un tendón del hombro derecho que lo mantendrá fuera de acción por todo el 2016.
Bird vio acción en la primera base luego de que Mark Teixeira se perdió el último mes de la temporada por una fractura en la pierna derecha.
El pelotazo inolvidable a Ronnie
A Ronnie no se le olvida uno de los “grandes” pelotazos que le dieron en su carrera.
Considera que el más peligroso fue el que le propinó en la temporada de 1961 Juan Suby, quien luego fuese compañero y amigo con los “Tigres”.
Así lo cuenta:
“Esa noche jugábamos en Puebla y yo estaba con el “México” de segunda base. ¿Mi mánager?, Héctor “Chero” Mayer.
Había dos en base.
Ese año, Suby debutaba como jugador profesional; había dejado los rings de boxeo, tal vez por no convenir a sus intereses. Bueno, el caso fue que me tiró una recta con velocidad que yo no pude esquivar y me golpeó con fuerza debajo de mi oreja izquierda.
Caí fulminado y me llevaron al sanatorio donde me tuvieron en observación toda la noche. Al otro día despierto con un dolor de cabeza insoportable; tenía náuseas, el ojo izquierdo morado, por el derrame causado, pues el impacto fue terrible.
Eran como las dos de la tarde, cuando llega Suby y me dice: “Cabeza, siento lo que pasó, se me soltó”. “No te preocupes Suby, así es esto”, le dije, entonces no recuerdo quién fue el que le expresó: “Oye Suby, o eres muy amigo de él o eres muy buen actor’.
No recuerdo quien fue, pero me sonreí y le di la mano, total, no me había matado, gracias a Dios, ni me había dejado “menso”.
Becerril y Cesáreo
Cesáreo Suárez Naranjo:
“No sabemos a partir de qué momento Miguel “Becerril” Fernández comenzó a embarnecer.
Y es que el apodo de "Becerril" dio margen a que se dieran versiones erróneas, pues muchos dieron por sentado que el muchacho de Las Choapas siempre fue un "fortachón". Cosa menos cierta.
Cuando llegó al equipo de Alejo Peralta - de eso ya hacen 60 años (¡cómo pasa el tiempo, ca...rambas!) - tenía un físico bastante delgado, que se hacía más notorio por su estatura.
Bien recuerdo esos años: los ejercicios con pesas comenzaron a tomar bastante auge (aunque ya existía el método que recomendaba Charles Atlas). Fue, entonces, que me compré la primera revista "Strenght & Health", que traía en la portada al más reciente Mr. América", Ron Lacy (aunque yo tomé como "modelo" a John C. Grimek).
Para no hacerla muy cansada: ya había jugadores de Ligas Mayores que practicaban el levantamiento de pesas. Gus Zernial (al que llamaban Ozark Ike), Al Zarilla; y el más notable de todos: Ted Kluszewski quien, en razón de que no cabían bien sus brazos, le cortaba las mangas a su camisola. Miguel lo copiaría, pero algunos años después.
Mickey Mantle reconoció (Abril de1974 Baseball Digest) que antes de llegar a los Yankees "estaba tan flaco, como un gusano".
Hank Aaron declaró, a "Mayor League Baseball 2000" que: "Entonces no hacíamos pesas; teníamos que confiar más en nuestras habilidades naturales". ¡En fin!