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Historia y Cultura

Incongruencia contagiosa

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

 

Falta mucho por aclarar sobre los hechos del 25 de julio en Sinaloa. Ese día fue asesinado Héctor Melesio Cuén, diputado federal electo, exalcalde de Culiacán y exrector de la Universidad Autónoma del estado. También desaparecieron al menos dos personas, una de las cuales era un policía ministerial que estaba en la nómina del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, quien, en la misma fecha, fue capturado por autoridades estadunidenses, luego de aterrizar en Nuevo México en un avión en el que también viajaba Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán.

Sin embargo, lo poco que se sabe de modo fehaciente sobre lo sucedido ese día ha dejado un aroma de podredumbre en el oficialismo de la entidad.

Ya se ha reconocido que José Rosario Heras López, comandante de la Policía Ministerial del estado, a cargo de la Fiscalía de Sinaloa, trabajaba para Zambada, cosa de la que dicen no haber estado enterados la titular de la dependencia, Sara Bruna Quiñonez, el gobernador Rubén Rocha Moya, y el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por otro lado, la fiscal, que defendió hasta el lunes la versión de que Cuén había sido asesinado en un asalto, tuvo que rectificar luego de ser obligada a presentar un video grabado por la cámara de seguridad de una gasolinería, en la que supuestamente ocurrió la agresión contra el también fundador del Partido Sinaloense. Aunque la grabación prácticamente desmiente que haya ocurrido un asalto, los hechos demostrarían, según ella, que un pistolero se acercó a la camioneta de Cuén, que cargaba combustible –¡con el motor encendido!– y le disparó por el lado del copiloto.

 

Sin embargo, del video no puede deducirse que la camioneta haya sido de Cuén ni que éste viajaba en ella y tampoco se alcanzan a percibir con claridad los disparos. Llama asimismo la atención que los trabajadores de la estación no reaccionan como lo haría alguien que acaba de presenciar un atentado, pues casi no se inmutan.

Para ser la principal prueba de la investigación sobre el homicidio realizada por la dependencia sinaloense –que será relevada del caso por la Fiscalía General de la República–, resulta muy endeble y no alcanza para descartar la versión de Zambada, quien, en un escrito difundido por su abogado, sostiene que a Cuén no lo asesinaron en la gasolinería, sino en otro sitio, distante de allí, donde, horas antes, el narcotraficante dice haber acudido para reunirse con Guzmán López, Rocha Moya y el propio Cuén.

Tampoco deja bien parada a la autodenominada Cuarta Transformación el que el mandatario estatal haya viajado a Los Ángeles –justo ese día– a bordo de un avión privado que le prestó un importante empresario local. ¿Pues no que los machuchones y los privilegios ya no tenían lugar en el gobierno? ¿Así opera la “austeridad republicana”?  

Pero, eso sí, de inmediato salió el resto de los gobernadores del oficialismo a respaldar a su homólogo sinaloense en un desplegado. Y de la renuncia de la fiscal ni hablemos, aunque por mucho menos que eso tuvo que dejar el cargo la titular de la Fiscalía de Guerrero.

¿No habíamos quedado en que la hipocresía era “la doctrina del conservadurismo”? ¿No que esas cosas no pasaban en la Cuatroté? ¿No decían que bastaba el ejemplo del Presidente para evitarlas? Parece que la incongruencia es contagiosa y trasciende sexenios.

Buscapiés

*Williams Dávila Barrios, exgobernador del estado de Mérida y exdiputado a la Asamblea Nacional de Venezuela, se convirtió en uno de los cerca de mil 300 desaparecidos por parte del chavismo desde las elecciones del pasado 28 de julio. Ayer, en entrevista con Imagen Radio, su hijo me dijo que la autoridad ha negado cualquier información sobre el paradero del político, quien fue secuestrado el jueves 8 luego de participar en una vigilia para demandar la presentación de los detenidos-desaparecidos. El miedo a ser echado del poder ha llevado a la dictadura de Nicolás Maduro a no publicar sus actas de la elección, desatar la represión contra opositores y periodistas y prohibir que los venezolanos descarguen la aplicación WhatsApp en sus celulares.

 

Salvando al gobernador Rocha

Razones

Jorge Fernández Menéndez

 

No tengo elementos para afirmar que existe una relación del gobernador con Los Chapitos, pero se suman las dudas sobre la misma. No desde ahora, sino desde tiempo atrás.

Jorge Fernández Menéndez

 

Todavía estamos lejos de saber qué ocurrió el pasado 25 de julio con la operación que terminó con la detención en Estados Unidos de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, el hijo de El Chapo y uno de los jefes de Los Chapitos.

Tampoco con la muerte de Héctor Melesio Cuén, el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, diputado electo por el PRI en alianza con el PAS, un viejo amigo (por lo que se sabe ahora) de El Mayo Zambada y asesinado ese mismo 25 de julio. El video que exhibió la Fiscalía de Sinaloa no demuestra nada ni se puede ver nada más que a un joven disparando contra una camioneta: nadie sabe si ahí iba Cuén o no, si siquiera había un coconductor. Lo cierto es que pasaron casi 12 horas desde la cita en la que fue supuestamente secuestrado El Mayo (en la carta que divulgó su abogado dice que ahí mismo asesinaron a Cuén) y el intento de asalto que la Fiscalía de Sinaloa asegura que terminó con la muerte de Cuén a las diez de la noche.

Porque el punto central es que con todo y video, la fiscalía, el mismo 25 de julio dijo que Cuén fue asesinado en un intento de robo. Según el video que divulgó la propia fiscalía 18 días después, fue un ajusticiamiento. De acuerdo con El Mayo, murió en la cita de la mañana. En realidad, sería sencillo saber si alguien vio o no a Cuén en ese lapso de 12 horas transcurrido entre las dos versiones.

El problema con la Fiscalía de Sinaloa es que no tiene legitimidad para encabezar esta investigación cuando el propio Mayo asegura que eran comandantes de su policía judicial quienes lo cuidaban y cuando tardó más de dos semanas en descubrir que un video que tenía en su poder exhibía un supuesto ajusticiamiento en lugar de un asalto. 

Lo que sí se hizo con rapidez fue la operación “salvando al soldado Rocha”. Todos los gobernadores de Morena salieron en defensa del gobernador, así como el presidente López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. El primer mandatario dice que Rocha “mostró valentía” al negar cualquier relación con El Mayo Zambada, pero la verdad es que esa negativa no dice absolutamente nada. Tampoco que el gobernador muestre que ese jueves casualmente voló, a la misma hora en que, supuestamente, ocurrían los hechos en la capital el estado, a Los Ángeles con su familia. Nadie dice que estuvo en ese lugar, sino que ahí lo habían convocado. No se dice que su supuesta relación no era fundamentalmente con El Mayo Zambada (el amigo de éste era Cuén, enemigo de Rocha), sino con Los Chapitos. Rocha es de Badiraguato, la tierra de Guzmán Loera y su familia y allí, como ha dicho el gobernador, todos se conocen.

No tengo elementos para afirmar que existe una relación del gobernador con Los Chapitos, pero se suman las dudas sobre la misma. No desde ahora, sino desde tiempo atrás. Recordemos lo sucedido con el caso Sergio Carmona y el financiamiento a la campaña de Rocha, documentado por transferencias bancarias realizadas por el hijo de Américo Villareal (ahora gobernador de Tamaulipas y entonces representante de Morena en la campaña de Rocha en Sinaloa). Recordemos que el hermano de Carmona es, desde el asesinato de su hermano, testigo protegido de la DEA. O lo ocurrido el día de la elección, cuando fueron secuestrados, durante todo el fin de semana por integrantes del cártel, casi todos los operadores electorales y principales representantes de casillas de la oposición. Quizás valga lo que aquí divulgamos apenas en mayo pasado sobre un acuerdo con Los Chapitos cuando, como reacción a un robo en una propiedad de Iván Archivaldo Guzmán, fueron secuestradas más de cien personas. O lo que informa el colega Salvador García Soto de un reconocimiento de Rocha de sus reuniones con el cártel. Son muchas historias.

No se puede saber si todo eso constituye el cuerpo de un delito, pero en cualquier otro caso ello hubiera obligado a realizar una investigación independiente y al gobernador Rocha a separarse del cargo mientras se realizaba esa investigación. Porque, además, esa investigación ya existe, pero más allá de nuestras fronteras: en Estados Unidos, con base en la propia declaración de El Mayo Zambada, en lo que estén hablando Joaquín, Ovidio y El Nini, entre otros.  

Por eso resulta desconcertante la parálisis, aunque se comprende que a 45 días de dejar el gobierno a la administración de López Obrador le resulte difícil y molesto emprender un camino que puede cuestionar, incluso su accionar en el ámbito federal. Pero esa será una tarea ineludible de su sucesora: Claudia Sheinbaum tendrá que lidiar con las investigaciones en curso en la Unión Americana, verosímiles o no, producto de pruebas o de simples declaraciones de criminales reconvertidos en colaboradores, iguales a las que el juez Brian Cogan acaba de ratificar, aunque tampoco existan pruebas materiales, en el caso García Luna.

Muchos arriesgaron su vida, cuenta la película de Tom Hanks, para salvar al soldado Ryan. Quién sabe cuántos la arriesgan hoy o la arriesgarán el día de mañana para salvar al gobernador Rocha.

 

Ira contenida

Bitácora del director

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

 
S“Magnanimidad en la victoria” es la expresión más conocida de La Segunda Guerra Mundial, obra literaria histórica en seis volúmenes, escrita por Winston Churchill, que valió al entonces primer ministro británico el Nobel de Literatura en 1953.

Se trata del consejo de Churchill para tratar con generosidad a un adversario derrotado.   

La palabra magnanimidad es la latinización del término griego megalopsychia, que significa grandeza del alma. “La magnanimidad en la política –definió el filósofo irlandés Edmund Burke– es a menudo la verdadera sabiduría, pues el gran poder y las pequeñas mentes no se llevan bien”.

Uno podría pensar que después de dos meses de que su movimiento político se llevó un triunfo arrollador en las elecciones federales y locales, el presidente Andrés Manuel López Obrador podría tender una rama de olivo a quienes no piensan como él y relativizar cualquier crítica en su contra.

 

Pero no. El mandatario ha sido nada magnánimo. Todos los días se deja ver como un ganador frustrado, para quien el triunfo no basta –incluso uno tan holgado como el que obtuvo la coalición de Morena y sus aliados–, y como alguien dispuesto a cobrarse hasta la menor afrenta (o lo que él entiende como tal), así haya sido parte de la lucha política legítima.

Lleva tres días burlándose del tamaño y los motivos de la concentración que realizó el domingo la Marea Rosa, parte de una oposición que quedó hecha jirones después del 2 de junio.

Además, sabedor de que los cambios constitucionales que promueve preocupan a una parte de la sociedad mexicana, se ha obstinado en que el Congreso –otro Poder, teóricamente– las apruebe sin modificaciones mayores. Incluso ha dicho que la elección de los juzgadores no está a discusión, pese a que en los foros sobre la Reforma Judicial, organizados por la Cámara de Diputados, se expusieron muchos motivos para no realizarla. 

Asimismo, su insistencia de que no se cuestione la mayoría calificada que a su juicio y según su lectura de la Constitución obtuvo su movimiento en las urnas muestra una voluntad de dejar a los más de 24 millones de mexicanos (46% de los electores) que no votaron por el oficialismo con una representación apenas testimonial (25% de la Cámara baja), incluso dejándole el escenario a su sucesora “todo atado y bien atado” (Francisco Franco dixit).

Quizá la peor muestra de resentimiento que ha exhibido en esta etapa final de su sexenio la tuvo ayer, al hacer públicos, en la conferencia mañanera, los ingresos y gastos pormenorizados de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad –ninguno de los cuales tiene visos de ilegalidad–, bajo el supuesto de que sus investigaciones constituyen “campañas en contra de los intereses de la mayoría de los mexicanos”. Es decir, contra él.

Más de una hora duró la andanada, encabezada por Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. “Se trata de un intento de ahorcarnos económicamente, espantando a nuestros donantes”, me dijo ayer, en entrevista para Imagen Radio, María Amparo Casar, directora de MCCI. 

La irritación parece ser el signo de la feneciente administración, como lo manifestó la titular de la Comisión Nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara, al contestar con una grosería a preguntas legítimas sobre cómo podía justificar sus gastos personales en París de cara a la magra cosecha de medallas que tuvo el país en la última edición de los Juegos Olímpicos y como parte de un gobierno que dice guiarse por la austeridad.

“Todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da la chingada gana”, espetó.

Nula grandeza de alma y mucha ira contenida.

  • BUSCAPIÉS

*Ayer concluyó formalmente el proceso electoral 2023-2024 con la aprobación de la constancia de mayoría de la candidata ganadora de la elección presidencial. No debemos dejar que la polarización política nos nuble el entendimiento. El que Claudia Sheinbaum ya sea Presidenta electa es un hito para la nación. Recordemos que menos de 60 de 193 países miembros de la ONU han sido dirigidos por una mujer. Desde luego, reconocerlo como un hecho significativo no implica pasar por alto las inequidades que ocurrieron en el proceso.

 

El acoso del oficialismo a MCCI

Arsenal

Francisco Garfias

Francisco Garfias

 

Andrés Manuel López Obrador está irritado y preocupado por la labor de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Esta organización ha realizado más de mil 200 publicaciones que evidencian la corrupción y la impunidad en nuestro país. El Presidente anunció ayer que enviará una carta a su homólogo Joe Biden, para denunciar la “injerencia” de EU en asuntos internos de México, a través de las donaciones que hace a MCCI. La misiva se acompañará de una nota diplomática de la Cancillería al gobierno del vecino país del norte.

* El Presidente alega que MCCI es una organización que tiene el propósito de mantener la corrupción y los privilegios.

“Es una fundación que, de facto, dirige a todo el bloque conservador que está en contra del gobierno, que legal y legítimamente se constituyó en nuestro país”, asevera.

Buscamos a María Amparo Casar, presidenta de MCCI, para que nos diera su opinión sobre el anuncio del Presidente.

 

Respondió vía WhatsApp: “Pues que la mande. No sé cuál es el protocolo con notas diplomáticas y, por tanto, no sé si le contesten. Biden no contestó la de mayo de 2023 y dudo que conteste ésta. Mexicanos contra la Corrupción tiene autorización del SAT para recibir donativos nacionales y extranjeros”.

MCCI, por separado, hizo notar que no es delito que reciba donativos, tanto nacionales como extranjeros. Desde 2016, cuenta con la autorización del SAT para aceptarlos, con estricto apego a la ley. Lo que sí va contra la ley es que la UIF difunda información sobre los donativos que reciben organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro (artículo 69 del Código Fiscal federal).

El comunicado de MCCI es fuerte: “Además de violar el derecho a la protección de datos personales de los donantes, proveedores y personal de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a amenazar la libertad de expresión. MCCI ha sido hostigada y difamada en 265 ocasiones desde las conferencias matutinas”, ilustra la ONG en su respuesta al Presidente.

 

 

 

 

 

* Pablo Gómez, titular de la UIF, aseguró en la mañanera que la citada ONG tiene como apoderados legales al empresario Claudio X. González y a la investigadora María Amparo Casar, pero el comunicado de MCCI aclara que el empresario dejó esa organización en 2020.

Algunos datos que el titular de la UIF hizo públicos son los siguientes: los ingresos que MCCI ha tenido son 2016, 68 millones 53 mil; 2017, 75 millones 469; 2018, 81 millones 833 mil 980; 2019, 79 millones 867 mil 628; 2020, 65 millones 263 mil pesos; 2021, 40 millones 803 mil 588; 2022, 35 millones 321 mil, y en 2023, 55 millones 974, 478 de pesos.

Los recursos recibidos desde cuentas de Estados Unidos son tres operaciones de Ford Foundation por cinco millones 601 mil 500 pesos; dos operaciones, dos envíos, de John and Catherine MacArthur Foundation.

Una de International Community Foundation; otra, FPOS, marca la cuenta bancaria, desde Estados Unidos, en 2020 por 978 mil 72 pesos; una operación, un envío desde Rockefeller Brother Foundation Incorporated, por 471 mil 250 pesos; una de Intelligent Mexican Marketing Incorporated, en 2017, por 50 mil 957. En el periodo 2017-2023 se registraron nueve donativos por un total de 13 millones 17 mil 951 pesos, procedentes de EU.

Asegura también que, a partir del 29 de agosto de 2023 hasta el 23 de enero de 2024, MCCI recibió 96 millones 740 mil 613 pesos de la Embajada de Estados Unidos. Gómez violó el Código Penal Fiscal al ventilar los nombres y apellidos de decenas de personas y empresas mexicanas que han apoyado financieramente a esa organización. Pero ya se la saben: no les vengan con el cuento de que la ley es la ley.

* En el frente de la reforma al Poder Judicial las cosas se ponen rudas. En puerta está un paro indefinido de 55 mil trabajadores, si no se incorporan sus propuestas en el dictamen que se apruebe en el Congreso.

“Vamos a determinar el paro en caso de no ser escuchados en la discusión. Vamos a proceder a la suspensión de labores”, advirtió ayer Rosa Elena Alonso, directora del Colegio de Oficiales, Secretarios y Actuarios de la Judicatura Federal.

En conferencia de prensa, que encabezó el senador del PRD, Miguel Ángel Mancera, Alonso dejó claro que elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros “no es la mejor opción. “No es la mejor opción, porque tendrían que tener contacto con personas del crimen organizado y otras personas que no son convenientes.

“Esa iniciativa —añadió— destruye la independencia judicial, que es garantía para el ciudadano de que la persona que habrá de juzgarlo decidirá los litigios con arreglo a derecho”.

* Minutos después apareció en el Patio del Federalismo del Senado el jefe de la bancada de Morena, Ricardo Monreal.

Interrogado sobre el paro, advirtió que, de concretarse, jueces y magistrados que hayan convocado a esta protesta incurrirán en delitos graves. “No hay forma de que se involucren intereses mafiosos en la Corte ni en la elección. Vamos a establecer medidas legislativas para evitarlo”, aseguró.

¿Será?

El Mayo, la soberanía y la corrupción

 
 

Juegos de poder

Leo Zuckermann

Ismael El Mayo Zambada ya comenzó a despepitar.

Leo Zuckermann 

 

Alguien en Washington se la tenía guardada a López Obrador. Al final de su gobierno llegó el momento y los estadunidenses pusieron al Presidente de México en graves aprietos. Detuvieron al capo histórico más importante del país, que llevaba más de cuatro décadas impune, y lo trasladaron a territorio de Estados Unidos.

  •  

Ismael El Mayo Zambada ya comenzó a despepitar. Por lo pronto, puso en la picota a todo el gobierno de Sinaloa, incluyendo a su gobernador. Si le creemos a sus declaraciones, el líder histórico del Cártel de Sinaloa es el que verdaderamente gobernaba en el estado. Era el que mediaba en las disputas entre los políticos locales. Además, su seguridad estaba a cargo de la policía sinaloense.

Que se pongan a temblar todos porque El Mayo puede hablar y embarrar a toda la clase política local y nacional, actual y del pasado. Total, él ya no tiene qué perder. Sólo ganar al involucrar a los políticos mexicanos que se han beneficiado del rentable negocio del trasiego de drogas.

Para López Obrador, todo este asunto representa un dolor de muelas.

 

Zambada ya quemó al gobernador de Sinaloa con sus declaraciones.

El Presidente le dio credibilidad a los testigos protegidos que involucraron a Genaro García Luna con el Cártel de Sinaloa. Ahora no puede desacreditar a personajes similares que lo involucren a él y/o a sus aliados.

Según Zambada, él iba a mediar una disputa entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y su adversario político, Héctor Melesio Cuén, cuando lo secuestraron y se lo llevaron a Estados Unidos. 

¿Debemos creerle?

Pues tanto más o tanto menos como le creímos a los delincuentes que testificaron en contra de García Luna, a quien un jurado estadunidense encontró culpable por participar en una empresa criminal.

Lo del Mayo Zambada le pega en dos frentes a López Obrador.

Primero, en la narrativa de que éste es un gobierno nacionalista que defiende a ultranza la soberanía del país.

Pues resulta que un comando del vecino del norte se infiltró en territorio nacional y detuvo aquí, de manera ilegal y extraterritorial, al narcotraficante para luego trasladarlo en un avión privado a Estados Unidos.

¿Dónde quedó la soberanía mexicana?

Penoso ver al gobierno de López Obrador sin información alguna de lo ocurrido. Tratando de adivinar qué es lo que pasó y exigiendo explicaciones del gobierno estadunidense. Muy machitos, muy nacionalistas, pero, a la hora de la verdad, el gobierno de Estados Unidos hace lo que se le pega la gana en México. Ahí está la soberanía nacional.

El segundo frente tiene que ver con la supuesta lucha del lopezobradorismo en contra de la corrupción.

Ahora resulta que dicho fenómeno continuaba en este sexenio. ¡Oh, sorpresa!, por lo menos las autoridades de Sinaloa, del partido Morena, estaban coludidas hasta el tuétano con uno de los cárteles más poderosos del mundo.

  •  

Preguntas legítimas:

¿Tan sólo las autoridades locales o también las federales?

¿Hasta dónde llegaban los tentáculos del poder del Cártel de Sinaloa en los distintos niveles del gobierno de México?

¿Y las Fuerzas Armadas?

El hecho indubitable es que los estadunidenses no compartieron ninguna información con sus pares mexicanos en la operación para extraer al Mayo Zambada. Temían, supongo, que una filtración echara a perder la operación que, por cierto, les salió impecable.

Esta historia viene a abollar el final del sexenio de López Obrador. Después de la fiesta electoral de junio, donde Morena arrasó, el Presidente aparece sin brújula, amargado por la detención del Mayo. Carece de explicaciones de qué sucedió. Le afecta a su discurso nacionalista y anticorrupción.

Además, AMLO tendría que estar muy preocupado por lo que Zambada pudiera “cantar” frente a las autoridades estadunidenses. Invenciones o no, la honestidad del actual sexenio depende hoy de las posibles declaraciones de un narcotraficante de 76 años que sabe todo el tejemaneje de un negocio que no puede operar sin la colusión de policías y políticos. El Mayo le ha echado a perder a AMLO el final de su sexenio. O, para ser más precisos, las autoridades estadunidenses, que se lo llevaron a su país sin el permiso de las mexicanas. Sus razones tendrán para ello.

               

                X: @leozuckermann

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