Si nos preguntasen quién es la persona más rica del mundo, rapidamente se nos vienen a la cabeza los nombres de Bill Gates, Amancio Ortega o Carlos Slim. Sin embargo, si la pregunta fuese quién ha sido la persona más acaudalada de la historia, la cuestión se vuelve más difícil.
Aunque postular un candidato con rotundidad no es fácil, debido a lo complejo que resulta comparar el valor de monedas, posesiones y demás riquezas de épocas tan dispares, Greg Steimez, exeditor de Wall Street Journal lo tiene claro: Jakob Fugger, apodado el Rico, fue un banquero alemán que reunió durante el Renacimiento una fortuna cuyo valor actual sería de más de 400,000 millones de dólares. Pese a que Steimez lo haya considerado como "el banquero más importante de todos los tiempos", Fugger no ha logrado el reconocimiento de otros banqueros y figuras ilustres renacentistas, como la familia Medici, Nicolás Maquiavelo o César y Lucrecia Borgia. Posiblemente se debe a que Fugger no fue un importante mecenas como los Medici o que fue un desconocido para los cronistas latinos y anglosajones al moverse en la sociedad teutona de la época y no tener grandes aspiraciones políticas.Un factor importante que le permitió amasar su inmensa fortuna fue financiar los proyectos de las dos figuras que dominaban su tiempo, el Papa y el rey de España. El banquero alemán financió al papa León X la reconstrucción de la Basílica de San Pedro, y convenció al pontífice de crear cuentas de ahorro para la Iglesia que reportaba un 5% a los titulares, justo cuando el Vaticano empezaba a dejar de considerar el interés como usura, gracias a los estudios de los teólogos de la Escuela de Salamanca.Otra de las operaciones más importantes de Fugger fue conceder un préstamo de 544,000 florines a Carlos I de España que le permitió sobornar a los pricipes electores romano-germánicos, quienes le nombraron a la postre emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, en detrimento del otro candidato, Francisco I de Francia. El banquero no tardó en reclamar su deuda, a lo que el monarca español respondió cediendo a Fugger la explotación de varias minas de oro y sal.Sin embargo, el banquero no fue solo un hombre de negocios. Fugger también promovió la contrucción de un barrio con viviendas sociales en su Ausburgo natal, destinadas a hospedar a las familias más humildes de la ciudad alemana. Hoy día, este barrio sigue albergando a las familias más humildes de Ausburgo, que pagan el simbólico alquiler de un dolar al año.