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Cátedra

Resultado de imagen para periodismo siglo XVIII EN MEXICO

 

 

Periodismo mexicano del siglo XVIII

 

(Imprenta de Rivera Calderón y las gacetas 1722-1809)

 

Recopilemos:

 

Tanto la Gaceta de México  –que inició en 1722 el periodismo regular en la Nueva España– como otro tipo de impresos, especialmente libros, se editaron en la imprenta de los herederos de la viuda de Miguel Rivera Calderón.

 

Cabe destacar que la familia de los Rivera Calderón dominó los ramos de la impresión y la distribución de libros por más de un siglo (1631 - 1768).

 

La casa matriz estuvo ubicada en la calle Empedrillado, después el No. 1 de la calle del Monte de Piedad y a ese lugar se le considera la cuna del periodismo mexicano. Más tarde, los Rivera Calderón establecieron otras sucursales en la capital de la Nueva España.

 

Esa imprenta, contribuyó  en gran forma a la divulgación de la cultura colonial y constituyó  lo que fue la primera empresa editorial de ese tiempo. Se clausuró  en 1768 al ser cancelado el privilegio real bajo el cual vivía.

 

Como en las metrópolis europeas

 

Cabe advertir que Juan Ignacio de Castorena Ursúa y Goyeneche fundó la Gaceta de México como un periódico regular en la Nueva España invocando el uso común a las principales metrópolis europeas, extendido ya a la América, con la costumbre de reunir las noticias de cada mes, en un cuaderno mensual.

 

Algunas notas del periodismo se observa ausencia de comentarios de tipo político especialmente. Al respecto, Castorena dice: “No se hacen reflexiones políticas porque se goza de un gobierno pacifico, y porque las máximas de estado gobiernan por el irreflagable dictamen de nuestro Soberano”.

 

El periodismo en esas épocas era una especia de ejercicio burocrático y los autores de gacetas no podían escapar a la libertad de opinión.

 

Aun cuando Castorena figura como autor único de la recopilación, clasificación y edición de las noticias, consta que buscó informantes en las distintas demarcaciones del virreinato, especialmente entre las autoridades eclesiásticas o civiles que, por razón de sus cargos, estaban cerca de “las fuentes”.

 

La llegada de buques a los puertos novohispanos significaba el arribo de noticias diferentes.

 

La información se organizaba generalmente por orden cronológico, todas las noticias de un mismo día, separadas solo por un punto.

 

Existía un predominio evidente de informaciones de tipo religioso, lo cual da una idea del ambiente social que vivía la Colonia.

 

El renglón de la administración pública es mucho menos abundante y se concreta por lo general a la relación de los nombramientos de funcionarios.

 

El renglón informativo más importante es el relato de la conquista y reducción espiritual de los naturales de California, en cuya empresa también fueron factor preponderante los jesuitas misioneros.

 

El sentido del sensacionalismo periodístico en las Gacetas del XVIII difiere esencialmente del actual.

 

En las de 1722 hay informaciones aisladas sobre fenómenos naturales y sobre siniestros.

 

Como ya se dijo, La Gaceta de México desaparece después de su sexto número sin previo aviso.

 

Sahagún de Arévalo y Manuel Antonio Valdez

 

Existieron en esta época otros dos importantes periodistas y precursores de este ejercicio en el siglo XVIII aparte del primero mencionado que fueron Don Juan Francisco Sahagún de Arevalo y Ladrón de Guevara fundador de la segunda “Gazeta de México” órgano mensual informativo que sostiene con una interrupción de dos años hasta 1742.

 

También figuró  Don Manuel Antonio Valdés creador de la tercera “Gazeta de México” que apareció el 14 de enero de 1784 y con el mismo nombre siguió publicándose hasta el 27 de diciembre de 1809.

 

El 2 de enero de 1810 se transforma en “Gazeta del Gobierno de México” para concluir junto con el virreinato, el 29 de septiembre de 1821.

 

El Diario de México

 

Tras la aparición de lo que fue la Tercera Gaceta de México el 14 de enero de 1784 por el impresor Manuel Antonio Valdez, en 1805 el periodista e historiador mexicano Carlos María de Bustamante publicó El Diario de México, considerado el primer periódico cotidiano de la Nueva España.

 

La Tercera Gaceta tuvo vida hasta 1809, mientras que el Diario de México que tuvo dos épocas, publicó su último ejemplar el 4 de enero de 1817, trascendiendo por ser el primer en darle trato preferente al periodismo literario.

 

Junto a Carlos María de Bustamante destaca la figura de el alcalde de la Real Audiencia de origen antillano, Jacobo de Villarrutia, ya que juntos solicitaron al virrey José de Iturrigaray su permiso para fundarlo “conteniendo artículos de literatura, artes y economía, a semejanza del de Madrid”.

 

Incluso se asociaron con un tío de Villaurrutia, don Nicolás de Calera y Taranco, agente de negocios y quien fue su editor.

 

El Jornal Económico de Veracruz

 

El 1ro. de marzo de 1806, don Manuel López Bueno fundó el Jornal Económico de Veracruz, considerado el periódico más antiguo de esa ciudad y puerto. Tuvo vida hasta diciembre del mismo año.

 

Luego, José María Almanza publicó el Diario Mercantil de Veracruz, el cual circuló del 7 de julio de 1807 al 8 de julio de 1808.

 

Propaganda Insurgente

 

“En el Periodismo en México, 450 Años de Historia”, investigación dirigida por Luis Reed Torres y María del Carmen Ruiz Castañeda, encontramos:

 

“Cuando inició la Guerra de Independencia acaudillada por Miguel Hidalgo, las fuerzas realizas sufrieron sucesivas derrotas y parecía cosa segura la rápida emancipación en relación a la metrópoli; sin embargo, la lucha pregonada --que tendía a la destrucción de todo lo blanco español, criollo y mestizo-- en favor de lo indígena, le enajenó muchas simpatías al movimiento insurgente y personas que apoyaban la idea de independencia dieron marcha atrás presentándose presurosos a servir en las filas virreinales.

 

Y no es que se estuviera contra la libertad de la nueva España, sino contra los medios que se utilizaban para lograr ésta. Si Hidalgo y sus compañeros hubiesen buscado mejor la alianza de los distintos grupos raciales para armonizarlos y unirlos, bien poca resistencia habría encontrado el jefe rebelde”.

 

Cuando Hidalgo ocupó  la ciudad de Guadalajara pensó que una buena propaganda le acarrearía múltiples partidarios, por lo que fundó el 20 de diciembre de 1810, el primer periódico insurgente denominado “El Despertador Americano”, el cual fue impreso por don José Fructuoso Romero y dirigido por el presbítero nayarita Francisco Severo Maldonado.

 

Pero de ese periódico sólo se tiraron siete números, dos de los cuales fueron extraordinarios con 2 mil ejemplares cada uno, cifra notabilísima en esa época. 500 ejemplares del último número fueron decomisados al tomar Félix María Calleja de nuevo Guadalajara el 17 de enero de 1811, poco después de la famosa batalla de Puente de Calderón.

 

Más tarde, en 1812, aparece “El Ilustrador Nacional” del presbítero José  María Coss, el cual era sabatino y constituía en el principal sostenedor de las ideas de independencia y de la causa insurgente.

 

La Constitución de Cádiz.

Constitución política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz a 19 de marzo de 1812

 

Mientras Hidalgo iniciaba en la Nueva España el movimiento de Independencia, en España el pueblo luchaba por expulsar a los invasores/tropas franceses de Napoleón.

 

Por ello, pronto se dieron a la tarea de organizar juntas secretas y luego formaron un gobierno provisional que administraría al imperio mientras regresara el rey legal, Fernando VII.

 

Fue así como los que gobernaban proyectaron la necesidad de convocar a una reunión de las Cortes, es decir, de los representantes elegidos por todas las provincias del imperio español, incluso las colonias.

Cuando llegaron las instrucciones para elegir los diputados a Cortes de la Nueva España, se despertó  un gran entusiasmo y 17 de ellos, todos novohispanos, se embarcaron como representantes a las Cortes de Cádiz participando en las discusiones para elaborar una Constitución, todos interesados en que las colonias americanas tuvieran más derechos y que sus habitantes fueran iguales a los españoles.

 

Hasta entonces, la autoridad máxima del Imperio era el Rey, quien nombraba a todos sus colaboradores y a los virreyes de las colonias.

 

El pueblo, tanto de España como de América, no participaba en los asuntos de gobierno. Las Cortes de Cádiz pensaban que esto tenía que cambiar y por ello discutieron la forma de darle representación al pueblo.

 

Los diputados sabían que en Estados Unidos y Francia los habitantes habían obtenido libertades, tenían representantes en un Congreso, donde defendían sus intereses, hacían las leyes del país y aprobaban los impuestos. Ellos querían una Constitución como la de Estados Unidos.

 

Por ello, en 1812, los diputados redactaron una Constitución que estableció:

 

•        Limitación del poder del Rey, quien tenía que consultar en muchos casos las opiniones de las Cortes.

 

•        Los diputados a Cortes se deberían de elegir en todo el Imperio.

 

•        Se declaró la igualdad de todos los ciudadanos del imperio español; es decir, se abolieron todas las desigualdades entre la gente de diversas razas.

 

•        Se eliminó el tributo que pagaban los indios.

 

 

•        Se declaró la libertad de expresión; o sea, el decir o escribir lo que se pensaba.

 

(CONTINUARÁ)

 

 

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