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Cátedra

 

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Historia del Periodismo

Por Maestro Jesús Alberto Rubio.

Catedrático de la Universidad de Sonora

 

 

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Al iniciar mis clases con alumnos de Periodismo y Ciencias de la Comunicación siempre me gusta “bromear” con ellos diciéndoles los nombres de los primeros periodistas en México. 

Por supuesto que hay una intención ya que retener los nombres de los ilustres periodistas/sacerdotes jesuitas no es cualquier cosa, de modo tal que más o menos les doy a entender con una sonrisa que “todavía” queda algo de memoria en su maestro.

 

El primero: Juan Ignacio de Castorena Ursúa y Goyeneche. 

Y, el segundo: Juan Francisco Sahagún de Arévalo Ladrón de Guevara.

 

El maestro Ignacio Oropeza López era el titular de la materia de Historia de Periodismo y siempre nos entregaba apuntes de cada clase. Esos documentos los guardé  a través del tiempo y que si me han ayudado en la docencia.

 

Estoy hablando de mis tiempos de estudiante en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, institución ubicada en el hermoso puerto de Veracruz.

 

El  tam tam de los tambores…

 

Vayamos a las primeras manifestaciones del hombre en la historia de la humanidad, claro, muchos siglos después del tam tam de los tambores, los que recorrían grandes distancias llevando mensajes o quienes a través del humo de las hogueras querían decir algo…cuando aparecieron los gestos y ruidos como primeros intentos comunicativos del hombre… para 10 millones de años después aprender a hablar y luego a escribir.

 

Por ello, en la historia de la humanidad, destaca en forma por demás trascendente la invención de la imprenta de tipos movibles por Juan Gutenberg, en 1453.

 

Ahora bien, sin duda, el Periodismo en sus manifestaciones primitivas apareció muchos siglos antes le que se inventara la imprenta de tipos movibles.

 

Ejemplos del periodismo primitivo lo encontramos en el Imperio Romano, con las llamadas Actas Públicas que eran una especie de murales que se fijaban en sitios especiales y que las autoridades  romanas ordenaban redactar para informar de los sucesos más importantes.

 

Está plenamente comprobado el carácter noticioso de las Actas Públicas, a las cuales hace referencia el historiador   Tácito en sus registros.

 

Orígenes del Periodismo

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La historia del Periodismo está ligada a la de la imprenta en la cultura de la humanidad y no existe quizá otro acontecimiento que sea tan importante como la invención de la misma, sí, de tipos movibles.

 

Antes de ello los conocimientos científicos y la cultura general se difundían oralmente o por  medio de manuscritos que sólo estaban al alcance de una pequeña elite constituida en lo general por la nobleza y las órdenes religiosas.

 

A la tradición oral le siguieron los manuscritos hechos sobre papiros, pergaminos o papel, en los cuales egipcios, persas y griegos (entre otros) relataban lo que sucedía a su alrededor, dejando, de esta manera, una constancia material de los acontecimientos de diversas épocas.

 

La invención de la imprenta hizo posible que los conocimientos humanos fueran patrimonio social, es decir, riqueza cultural de los pueblos.

 

No en balde se ha dicho que existe enorme coincidencia entre el fin de la Edad Media, la invención de la imprenta y el inicio del Renacimiento.

 

Desarrollo de la Imprenta

 

En 1453 ocurrió  la invención de la imprenta.

 

En 1474 se establece la primera imprenta en la Península Ibérica en la ciudad de Valencia.

 

La difusión de la imprenta en España fue rápida tomándose en cuenta los escasos medios de comunicación.

 

No se tienen muy bien definidas las primeras informaciones, pero las principales era la Biblia y la vida de los santos.

 

En 1492 se descubrió  América y esta noticia llegó a España por medio de la imprenta; Bernal Díaz del Castillo escribió las primeras crónicas o narraciones de la guerra de la Conquista.

 

Otro dato histórico trascendente en este proceso, fue que en 1493 cae la ciudad de Granada, el último reducto moro en España, recuperando así España todo su territorio.

 

Más de dos centurias

 

Tanto por su contenido político como el social, la historia del periodismo mexicano abarca ya dos centurias y media si empezamos la cuenta en 1772 en que aparece el primer periódico, propiamente dicho con el nombre de  “Gaceta de México”.

 

Sin embargo, desde dos siglos antes, los vecinos de la ciudad capital de la Nueva España escuchaban con sumo interés las noticias de los famosos pregoneros nombrados por el cabildo en turno y que hacían públicas las bases del futuro periodismo en México.

No cabe duda que la noticia de mayor impacto de los tiempos antiguos fue cuando se anunció  a Moctezuma el arribo de esos “Hombres blancos y barbados”  de que hablara Quetzalcóatl.

 

Esta noticia conmovió  hasta sus cimientos a las tierras del Anáhuac, lo que a la postre daría lugar a la desaparición y al derrumbamiento total y absoluto de una cultura.

 

La conquista amalgamó  dos civilizaciones, con acentuada superioridad de una, y una sola religión para difundir dos razas, la española y la indígena, en el proceso de mestizaje que dio nacimiento a una nueva nacionalidad: la mexicana.

 

Eran los albores del ya lejano siglo XVI.

 

Podemos advertir que aquellos servidores del emperador azteca inauguraron, por así decirlo, lo que hoy conocemos como “enviados especiales” al contemplar, azorados, a los conquistadores que habían pisado costas veracruzanas.

 

Fue el 13 de agosto de 1521 cuando la ciudad de Tenochtitlán cayó en poder de poco más de cuatrocientos cincuenta españoles comandados por Hernán Cortés, Diego de Ordaz, Pedro de Alvarado y Bernardino Vázquez de Tapia, entre otros.

 

Entre 1522 y 1523 se celebraron los primeros actos de los cabildos de Coyoacán, donde Cortés despachó los primeros asuntos mientras la metrópoli recobraba un panorama menos trágico y, sobre todo, menos peligroso.

 

Es posible que en esos años el conquistador español nombrara al primer pregonero de la Nueva España.

 

Precisamente fue en el año de 1524 cuando se encuentran en las actas del cabildo las primeras noticias sobre los pregoneros, verdaderos predecesores del actual periodista ya que, aunque fuera en forma primitiva, informaban a la comunidad de las medidas tomadas por el ayuntamiento, mismas que debían ser obedecidas.

 

Esto constituía una fuente de conocimiento e información popular.

 

En este tiempo no daban noticias,-por lo menos públicamente, sobre el diario acontecer de la nueva sociedad, sino que todo se concretaba a hacer saber al pueblo las disposiciones tomadas por los miembros del cabildo.

 

 Época colonial

 

Las bases del periodismo en nuestro país se remontan a la época colonial, en el siglo XVI.

 

Esto sucedió  cuando circularon por las calles de la capital de la Nueva España los famosos pregoneros, que a pulmón abierto gritaban en plazas públicas o sitios de gran concurrencia como los mercados, las noticias de actualidad.

 

Obviamente que esta labor era realizada bajo la supervisión de las autoridades coloniales, que a través del cabildo otorgaban permiso expreso a estos ingeniosos hombres.

 

La llegada de la imprenta a México ocurre en 1539, cuando a instancias del arzobispo Fray Juan de Zumárraga llega a radicar en la capital de la Nueva España el impresor italiano Juan Pablos.

Fue el 10 de junio de ese año cuando se formalizó el convenio entre el impresor sevillano Juan Combrenger y Juan Pablos, apoderado suyo, quien regenteó la primera imprenta de la Nueva España.

 

En ese año apareció  el primer libro impreso en América, la breve y más compendiosa doctrina cristiana en lengua mexicana y castellana: “La Escala Espiritual Para Subir al Cielo”, de San Juan Clímaco que tradicionalmente pasa por ser la primera obra impresa en la Nueva España.

 

Se discute si salió  de la Imprenta de Juan Pablos o de otra que pudo haber funcionado anteriormente al cuidado de Esteban Martín, lo cual no se ha podido comprobar documentalmente.

 

Lo cierto es que de manera paulatina se fueron instalando más talleres de impresión con lo que inicia la circulación de hojas volantes.

 

La primera de ellas que se impresa en nuestro país es el Mercurio Volante, editado en 1693 por el intelectual Carlos de Sigüenza y Góngora, con noticias de carácter histórico y científico.

 

Una de las hojas volantes más antiguas que se conocen y que ha servido como fuente de datos para varios historiadores es la Relación del terremoto de Guatemala, evento que ocurrió en noviembre de 1541, aunque el volante circuló  en México hasta 1542.

 

Hojas Volantes

 

Las hojas volantes de carácter informativo, tienen una tradición en Europa desde el siglo XV.

 

Las hojas volantes, o sea los papeles sueltos de carácter informativo que en Europa tuvieron una tradición que arrancó desde el siglo XV, empezaron a aparecer en la Nueva España dos años después de su introducción, puesto que la más antigua que se conoce data del 10 de septiembre de 1541.

 

Estos impresos recibían indistintamente los nombres de relaciones nuevas, noticias, sucesos o traslados y, todos los historiadores del periodismo, están de acuerdo en considerarlos como el germen del mismo, aunque hayan carecido de periodicidad.

 

En las páginas de las hojas volantes no siempre se registraban noticias de interés local o americano, sino más bien tales impresos eran repetición, casi siempre, de lo que referían papeles similares europeos.

 

Una de las hojas volantes más antiguas que se conocen y que ha servido como fuente de datos para varios historiadores es la Relación del terremoto de Guatemala, evento que ocurrió en noviembre de 1541, aunque el volante circuló  en México hasta 1542.

 

Ese hecho noticioso se tituló “La relación del espantable terremoto que ha acontecido en las Indias en una ciudad llama Guatemala”, impresa en la Capital de la Nueva España por Juan Pablos, en 1541.

 

También es famosa la relación de Pedro Balaguer de Salcedo acerca de la entrada de Hawkins al Estrecho de Magallanes y derrota que el inglés padeció a manos de Nuño Beltrán de Castro, ejecutada en Lima por Antonio Ricardo, en 1594.

 

Ambas, son las más antiguas muestras del periodismo americano que se conservan. Hay que advertir que ambos papeles son un poco posteriores a la introducción de la Imprenta en sus respectivos lugares de origen: 1539 para la de la Nueva España y 1584 para Lima, Perú.

 

Publicaciones por entregas

 

A las impresiones de hojas volantes -que sin ser periódicos fueron las primeras manifestaciones informativas en Nueva España-, siguieron las llamadas publicaciones por entregas.

 

Las publicaciones por entregas surgieron como medio de expresión por medio de diversas leyes y mandamientos reales.

 

Como sólo se permitía la impresión de libros de carácter catequizante o evangelizador, los hombres de pensamiento libre buscaron la manera de transmitir sus ideas utilizando los impresos de carácter educativo o científico, histórico o literario.

 

Este tipo de publicaciones aparecían en serie y fueron precursoras de lo que hoy se conoce como “suscripciones”.

 

Quizá la publicación por entrega más significativa de esta época -que abarca el último tercio del siglo XVII- fue el conocido “Mercurio Volante”, editado por don Carlos de Sigüenza y Góngora en1693.

 

El “Mercurio Volante”  fue en realidad una relación de carácter histórico por entregas. Por lo tanto, fue una publicación periódica, pero de tipo diferente. No contenía “noticias”, sino más bien, “informes”  de carácter documental.

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(CONTINUARÁ)