Sin embargo, no todo mundo cumple esta regla a lo que se suma el hecho de que la mayoría de las personas desconocen las proporciones de azúcares o calorías que pueden contener las frutas.

Los dátiles, por ejemplo, son las frutas con más calorías. Contienen 273 kcal por cada 100 gramos aunque una de sus principales propiedades es que contienen una cantidad importante de fibra y vitamina B6.

Por otra parte, la papaya solo contiene 13 kcal por cada 100 gramos. Esto se debe a que cuenta con una baja concentración de azúcares, proteínas y grasas además de ser uno de los mejores recursos para obtener antioxidantes por su contenido alto en vitamina C y A.

Así que cada una de las frutas tiene propiedades que pueden compensarse con algunas otras, incluso unas que podrían resultar perjudiciales en algún aspecto, resultan benéficas en otros.

Tampoco se trata de no consumir las frutas con mayor aporte calórico sino de consumirlas en horas en el que se tenga mayor actividad metabólica, que sería las horas de la mañana, para poder contrarrestar el efecto nocivo de alguna de ellas.