1. Histórico y aplastante. Claudia Sheinbaum llega al poder no sólo como la primera mujer Presidenta, sino como la primera en casi cuatro décadas con un Congreso al que puede moldear. Con mayoría calificada en ambas cámaras, y 24 congresos estatales, puede reformar la Constitución sin que la oposición levante la mano. Algo que no se veía desde el PRI hegemónico, desmoronado en 1988. Morena, el Verde y el PT le permitirán gobernar sin contrapesos, nombrar consejeros, modificar leyes y premiar a quien le plazca. ¿El riesgo? Que el poder absoluto termine siendo su talón de Aquiles. Con una dosis de mesura, no sucederá.
2. La chica del clima. Tatiana Clouthier, quien será parte del gabinete de Claudia Sheinbaum, lanzó un tuit comentando el buen clima en Culiacán. Sí, en medio de una crisis de violencia que cobra decenas de vidas en Sinaloa, Clouthier se enfoca en que “después de la balacera nos regalaron un gran sol”. El comentario causó indignación en varios sectores políticos, pues parece desconectada de la realidad brutal que se vive en la región. No pasaría del anecdotario si se tratara de una ciudadana común, pero es la futura directora del Instituto de los Mexicanos en el Exterior. Eso es lo grave del asunto.
3. Engranaje aceitado. Jill Biden, primera dama de EU, aterriza en México para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, acompañada de una delegación de alto nivel. Recibida por Juan Ramón de la Fuente, próximo canciller, y el embajador Ken Salazar, no viene sola: Xavier Becerra, secretario de Salud; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, e Isabel Casillas Guzmán, encargada de las pequeñas empresas, la acompañan. Además, el senador Chris Murphy y la representante Nanette Barragán cierran filas. Todo indica que Washington busca estrechar lazos con la Cuarta Transformación.
4.Reconocimiento merecido. Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, agradece con sinceridad al presidente Andrés Manuel López Obrador por mantener informada a la ciudadanía durante seis años de conferencias matutinas. Para Montiel, las mañaneras no sólo fueron un ejercicio de comunicación, sino una herramienta clave para fortalecer la cercanía con los ciudadanos y garantizar la transparencia en el gobierno. Su mensaje destaca el compromiso del Presidente con los más vulnerables. En tiempos de incertidumbre, Ariadna Montiel reconoce el valor de mantener un diálogo constante con la nación. Y viene lo mejor.
5. Reclamos ancestrales. Rosa María Barradas Castillo, tlatoani tonantzin del Supremo Consejo Nacional Indígena, alzó la voz en la SCJN contra la reforma constitucional sobre los derechos de los pueblos indígenas y afromexicano. En su última mañanera, Andrés Manuel López Obrador firmó el acuerdo, que las comunidades consideran una burla. Alegan que esta reforma los subordina a la Segob, privándolos de autonomía. Representantes de 68 etnias exigen justicia. Norma Piña, ministra presidenta, los recibió, reconociendo la dignidad ancestral. Ahora, la Corte tiene la palabra.