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Mariguana: sí se puede convencer a la gente

Juegos de poder

LEO ZUCKERMANN

No creo que le corresponda a una mayoría de tres ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte tomar esta decisión.

21 de Octubre de 2015

Soy parte del 17% de la minoría de los mexicanos que está a favor de la legalización de la mariguana. Hemos ido ganando terreno.

 

En octubre de 2008 éramos 7%. Para agosto de 2010 ya habíamos alcanzado 26%. Pero, desde entonces, el porcentaje cayó 17% mencionado que corresponde a la encuesta de agosto de 2013. Estos son datos de la serie de Parametría. En contraposición, en 2008, 92% de los mexicanos se oponía a la legalización de la yerba; en 2013, era 79 por ciento.

 

Estos datos son importantes en el contexto del proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar para otorgar un amparo y que pueda operar un club de autoproducción y autoconsumo de mariguana, lo cual significaría la legalización de esta droga. En lo personal, estoy cien por ciento de acuerdo con los argumentos de Zaldívar. Cien por ciento. Pero no creo que le corresponda a una mayoría de tres ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte tomar esta decisión. El asunto merece un camino más tortuoso que es, en mi opinión, el correcto: convencer a 34% de los mexicanos que hoy apoyan la prohibición a que se pasen al bando de la legalización. De esta forma, cuando ya seamos 51%, presionemos para que se reforme la Ley General de Salud ya sea a través del Congreso o de una consulta popular.

 

Va a tomar tiempo, sin duda, pero sí se puede. Ha ocurrido en otros lados. Veamos lo que pasó en Estados Unidos. Revisé la serie de encuestas nacionales de Gallup y lo que me encontré es increíble: en 1973 los estadunidenses pensaban exactamente en iguales proporciones a lo que los mexicanos pensaban en 2013: 78% en contra de la legalización de la mariguana y 15% a favor. Hasta 1997 más o menos se mantuvo esta proporción pero, desde entonces, comenzó un claro movimiento en la opinión pública a favor de la legalización. El cambio se aceleró en la década de los dos mil, de tal suerte que en 2013, por primera vez en la serie de encuestas de Gallup, la mayoría de los estadunidenses (58%) se pronunció a favor de una mariguana legal.

 

¿Quiere decir esto que tenemos que esperar cuatro décadas como ocurrió en Estados Unidos? No necesariamente. En las encuestas mexicanas de Parametría veo que el debate a favor de la legalización puede irse ganando por el tema de los beneficios medicinales del  cannabis, tal y como ocurrió también en nuestro vecino del norte. La legalización comenzó en diversos estados de la Unión Americana para propósitos terapéuticos y luego se extendió a los recreativos.

 

De hecho, en México, 64% de la gente está a favor de que se permita el uso de la mariguana con propósitos medicinales. Ahí ya somos mayoría. Ahí ya podríamos proceder o presionar al Congreso a reformar la ley u organizar una consulta popular sobre el tema. Compárese este porcentaje con tan sólo 10% de los mexicanos que está a favor de la mariguana recreativa y 85% que está en contra (datos de la encuesta nacional de Parametría de 2013).

 

Otro número alentador es la gran cantidad de mexicanos que piensan que la mariguana sí tiene propiedades medicinales: el 73% (sólo el 17% piensa  que no). Y es que, de acuerdo con la ciencia médica, el cannabis efectivamente tiene efectos terapéuticos. En la página del Instituto Nacional del Abuso de las Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), se pueden encontrar seis categorías de enfermedades donde existe investigación científica de los efectos terapéuticos del cannabis: enfermedades autoinmunes, inflamación, dolor, trastornos siquiátricos, convulsiones y trastornos en el uso de substancias.

 

El titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones de México, Manuel Mondragón y Kalb, un expolicía tremendamente conservador en el tema de las drogas, incluso ha abierto la puerta en este tema: “Nosotros no tenemos inconveniente en que si se demuestra científicamente que la mariguana puede servir o mejorar la acción del medicamento en determinados tipos de padecimientos, esto depende de estudios científicos. No voy hablar de ese asunto porque estaría disertando el tema. No tenemos inconveniente en regularla, que se regule”. Perfecto. Resulta que los estudios ya están ahí y también el apoyo mayoritario de los mexicanos. Luego entonces, las condiciones están dadas para legalizar la mariguana con fines medicinales. Comencemos con eso. Y luego procedamos a convencer a la sociedad de que también conviene para fines recreativos porque la mejor manera de combatir su consumo es con políticas de educación y salud públicas.